Los peligros del mar de fondo

R. F., Los temporales son los principales enemigos de la navegaci¨®n. Los m¨¢s temidos proceden del cuarto cuadrante, entre el Oeste y el Norte. Vientos del noroeste, de hasta 95 kil¨®metros por hora, han caracterizado los temporales que en las ¨²ltimas semanas han batido el Cant¨¢brico. Las olas han alcanzado, en ocasiones, 10 metros.

Los efectos del temporal se dejan sentir d¨ªas despu¨¦s en lo que se conoce como mar de fondo. El mayor n¨²mero de desastres mar¨ªtimos sobreviene cuando la agitaci¨®n marina exterior, provocada por los temporales, coincide con el mar de fondo. La actividad del mar exige en estos casos una navegaci¨®n prudente, denominada a la capa, para mitigar los efectos del oleaje sobre los cascos de los buques. En la parte baja de los cascos el mar provoca las temidas v¨ªas de agua, causa inmediata del mayor n¨²mero de naufragios.

La presi¨®n del oleaje sobre los cascos de madera de los pesqueros y de algunos yates o cargueros, despedaza la estopa alquitranada que se coloca entre las junturas de la madera de los barcos para impermeabilizarlos. La estopa evita la fricci¨®n en las junturas. Cuando la estopa salta, el agua penetra con enorme presi¨®n y cercena la zona afectada del casco.

Entonces, los navegantes intentan primero achicar el agua mediante bombas hidr¨¢ulicas y, despu¨¦s, obturar la v¨ªa abierta con parches de amianto, por el interior del buque, o bien con lonas por el exterior, para aprovechar la presi¨®n del agua en su sujecci¨®n.

En buques con casco met¨¢lico, el oleaje, los roces con los fondos rocosos costeros o los desplazamientos de carga, abren igualmente v¨ªas de agua. La potencia del mar, en ocasiones, impide a los pr¨¢cticos de los puertos abordar el buque y dirigir su atraque, raz¨®n por la cual quedan fondeados fuera del recinto portuario hasta que el temporal amaina. Los puertos pueden, empero, permanecer abiertos.