Nadie sabe nada en Puerto Pr¨ªncipe
En Puerto Pr¨ªncipe, que es un hervidero de rumores, nadie sabe nada. Alrededor del colegio de los salesianos, donde los domingos se dec¨ªan misas con ardientes sermones contra el r¨¦gimen, patrullaba ayer buen n¨²mero de soldados. Un joven soldado hizo un gesto impulsivo con el fusil en el momento en que el enviado de EL PA?S se aproxim¨® en coche a la entrada del colegio salesiano. Luego el soldado explic¨® que ¨¦l no sab¨ªa nada de la misa. Por tel¨¦fono se pod¨ªa casi palpar el miedo de la persona que respond¨ªa a las llamadas. A la pregunta de si hab¨ªa misa, surg¨ªa autom¨¢tico un "yo no s¨¦". ?Por qu¨¦ est¨¢ cerrado el colegio y la iglesia? "Yo no s¨¦". ?Por qu¨¦ hay all¨ª soldados? "Yo no s¨¦".Un diplom¨¢tico extranjero insinu¨® al enviado de este peri¨®dico: "Investigue sobre la posibilidad de una intervenci¨®n directa del Norte". Despu¨¦s del anuncio hecho el viernes por el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, de que el presidente vitalicio, Jean-Claude Duvalier, de 34 a?os, hab¨ªa abandonado el pa¨ªs, la situaci¨®n sigue confusa. Los interrogantes se centran ahora sobre el paradero de la esposa del presidente, Michelle Duvalier, de 33 a?os, que no fue vista desde los ¨²ltimos sucesos sangrientos.
Muchos haitianos dudan incluso de que el presidente est¨¦ en el pa¨ªs. Unos j¨®venes comentaban en la calle: "Qui¨¦n sabe d¨®nde est¨¢. Los americanos dijeron que se hab¨ªa ido". Y esto a pesar de la intervenci¨®n en radio y televisi¨®n del presidente, quien anunci¨® que permanec¨ªa en su puesto "m¨¢s firme que la cola de un mono".
En Hait¨ª les resulta dif¨ªcil admitir la versi¨®n del error en el anuncio hecho por la Casa Blanca. La hip¨®tesis m¨¢s aceptada en fuentes diplom¨¢ticas es que todo se debi¨® probablemente a una falta de acuerdo, surgida a ¨²ltima hora, en una negociaci¨®n para que Duvalier abandonase el pa¨ªs.
La incertidumbre sobre el futuro de Hait¨ª preocupa a los extranjeros residentes en el pa¨ªs. Se habla de que los franceses cuentan con dos barcos -que vendr¨ªan desde la isla de Guadalupe- para evacuarlos. Algunos ciudadanos norteamericanos que trabajan en programas caritativos en el interior del pa¨ªs recibieron orden de abandonar sus puestos y venir a la capital. La colonia espa?ola en Hait¨ª se encuentra sin novedad, pero varios han llamado a la embajada para preguntar c¨®mo deben comportarse ante la situaci¨®n.
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