El debate sobre pol¨ªtica exterior

La insistencia del Gobierno en convocar el refer¨¦ndum, porque ha querido y como ha querido, contra el parecer de la mayor¨ªa de las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas y arrostrando incluso profundas discrepancias dentro de su partido, ha cerrado de antemano las puertas a toda posible soluci¨®n de concordia del debate parlamentario.( ... ) El hecho es que, desde el Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez ha rectificado lo que prometi¨® desde la oposici¨®n y aun en sus primeros tiempos de gobernante, que ha descubierto que la neutralidad no es posible, que a Espa?a le conviene permanecer en la Alianza Atl¨¢ntica y que esto es lo coherente con la integraci¨®n en la Comunidad Econ¨®mica Europea. Todo ello es positivo y merece aplauso, aunque ciertamente no haya sido pr¨®digo el se?or Gonz¨¢lez en explicar las razones de tan radical rectificaci¨®n. ?Habr¨¢ servido su intervenci¨®n para convencer a sus correligionarios? As¨ª lo deseamos sinceramente. Pero, evidentemente, Felipe Gonz¨¢lez aspira tambi¨¦n -porque lo necesita- a convencer al se?or Fraga, a los seguidores del se?or Fraga y a los dem¨¢s partidos que preconizan la abstenci¨®n, pero que siempre han defendido la permanencia en la OTAN, de que esto ¨²ltimo es lo que deben votar porque es lo que pide el inter¨¦s nacional. La conciliatoria r¨¦plica del presidente del Gobierno a las palabras del se?or Fraga demostr¨® palmariamente ese prop¨®sito de acercamiento. Nos preguntamos si lo ha conseguido.

( ... ) En realidad, el se?or Fraga no ten¨ªa necesidad de haber intervenido con el calor con que lo hizo, como tampoco el se?or Roca, que habl¨® despu¨¦s de ¨¦l, ten¨ªa que haber empleado su sosegada incisividad, puesto que el principal argumento contra el llamamiento al voto que ha hecho Felipe Gonz¨¢lez son las caracter¨ªsticas de su petici¨®n, que convierten de hecho el refer¨¦ndum en una solicitud de respaldo plebiscitario a la pol¨ªtica oficial, no s¨®lo sobre la integraci¨®n en la OTAN, sino sobre las condiciones de dicha integraci¨®n y determinados aspectos, como la pertenencia a la estructura militar, la desnuclearizaci¨®n y la reducci¨®n de la presencia norteamericana en Espa?a, que acaso podr¨¢n facilitar el voto afirmativo de los m¨¢s reacios, pero que, desde luego, no van a poner las cosas m¨¢s f¨¢ciles a los que piensan sobre esos puntos en contra del Gobierno. ( ... )

Los que piensen que el inter¨¦s nacional exige que nos integremos en la OTAN a todos los efectos, pero no desean que su voto contribuya a la apoteosis del Gobierno socialista, podr¨ªan quiz¨¢ pensar que como mal menor deber¨ªan votar la propuesta del Gobierno, pero hay que reconocer que es este mismo quien est¨¢ poniendo las cosas dificiles aun a los mejor intencionados. ( ... )

Madrid, 5 de febrero