El muerto vive, o historia de una falsa esquela

El pasado lunes, EL PA?S public¨® una breve esquela en la que se se?alaba: "Manuel Alonso Erausqu¨ªn de Barag¨¢n Sanabria. 40 a?os. DEP. Tu musa y amante". Manuel Alonso es periodista, y algunos compa?eros se interesaron en conocer m¨¢s detalles sobre el ¨®bito. Investigamos, y afortunadamente se supo que estaba vivo. La esquela era falsa. Los dos primeros apellidos corresponden a su personalidad, los otros no. El departamento de publicidad de El PA?S fue el receptor de este texto. Rosario Esteban, el d¨ªa 31 de enero, previa identificaci¨®n a trav¨¦s del carn¨¦ de identidad, consult¨® en la oficina encargada de recibir estos anuncios la posibilidad de publicar la esquela y abon¨® 22.400 pesetas. Escribi¨® unos p¨¢rrafos que tuvieron una posterior lectura y revisi¨®n, y se consider¨® que no eran adecuados ni por el texto ni por el n¨²mero de palabras, que no cab¨ªan en el tama?o del espacio contratado. En la orden del contrato firmada por Rosario se anot¨® posteriormente la anulaci¨®n del anuncio hecha por tel¨¦fono. Dos d¨ªas despu¨¦s se volv¨ªa sobre el tema, y con un nuevo texto, m¨¢s breve, que fue el publicado, se dio la orden de inserci¨®n. El 3 de febrero aparec¨ªa la esquela en la p¨¢gina 29.Manuel Alonso se interes¨® tambi¨¦n sobre el tema de su muerte anunciada, y el defensor de los lectores mantuvo una conversaci¨®n con Rosario Esteban, que reconoci¨® haber puesto la esquela, pero se neg¨® a dar ning¨²n dato sobre la misma. Dej¨® claro que para ella era un tema particular y nos coment¨® que no era otra cosa que una broma entre compa?eros (los dos son periodistas). Por su parte, Manuel Alonso se mostr¨® perplejo por el texto y nos se?alaba que no entend¨ªa la intenci¨®n. Por ¨²ltimo coment¨®, quitando importancia al tema, que este tipo de mensajes particulares tienen en peri¨®dicos extranjeros espacio habitual.

El departamento de publicidad de EL PA?S conserva todos los datos correctos que se requieren para la recepci¨®n de anuncios y la firma de la persona que bajo su responsabilidad concert¨® la esquela.

Jerusal¨¦n o Tel Aviv

Desde Logro?o, Jos¨¦ Luis Alonso muestra su disconformidad porque EL PA?S, en sus informaciones sobre Israel, se refiere al "Gobierno de Tel Aviv". Precisa que lo correcto ser¨ªa citar al "Gobierno de Jerusal¨¦n", y se?ala: "?Ignora la redacci¨®n de Internacional de EL PA?S que la vida pol¨ªtica israel¨ª se desarrolla en Jerusal¨¦n, que es la capital oficial del Estado de Israel? All¨ª se encuentran el Parlamento, las residencias del presidente del Estado y del primer ministro, las sedes de los ministerios, etc¨¦tera". Este lector nos plantea otro interrogante: "?Habr¨¢ capital ¨¢rabe invertido en la empresa editora de EL PA?S que presiona para que no se cite al Gobierno de Jerusal¨¦n, como realmente procede?".

La jefa de la secci¨®n de Internacional, Maril¨® Ruiz de Elvira, nos remite como ¨²nico motivo de esta diferencia al Libro de estilo de EL PA?S, que refleja las normas de las Naciones Unidas. En dicho Libro de estilo se se?ala: "Jerusal¨¦n, no Jerusalem. Expresiones como 'Jerusal¨¦n, la capital israel¨ª' o 'el r¨¦gimen de Jerusal¨¦n' est¨¢n prohibidas, salvo que se trate de citas textuales de procedencia israel¨ª. La ciudad de Jerusal¨¦n goza de un estatuto de internacionalidad, amparado por las Naciones Unidas, que data de 1949. En 1951 Israel decidi¨® unilateralmente que Jerusal¨¦n ser¨ªa la capital del Estado, y Tel Aviv, la sede del Gobierno. Desde la ocupaci¨®n y anexi¨®n de la zona, en junio de 1967, varias resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de la ONU han pedido la anulaci¨®n de las disposiciones que atentan contra el estatuto de Jerusal¨¦n".

Por lo que se refiere a la posibilidad de que en la empresa de EL PA?S exista inversi¨®n de capital ¨¢rabe, fuentes de la gerencia nos han asegurado que no.