Los problemas de las reformas economicas
.Desde la ascensi¨®n de Mijail Gorbachov al escal¨®n superior de direcci¨®n de la URSS se est¨¢n debatiendo apasionadamente en Occidente las posibilidades de cambios en el sistema sovi¨¦tico, en especial las posibilidades de una reforma econ¨®mica importante; y en lo que se puede juzgar por indicios principalmente indirectos, tal debate se est¨¢ desarrollando tambi¨¦n dentro de la misma URSS.
El sistema sovi¨¦tico de funcionamiento de la econom¨ªa (el mecanismo econ¨®mico) se mantiene b¨¢sicamente inalterado desde hace m¨¢s de medio siglo. Qued¨® fijado a comienzos de la d¨¦cada de los 30 con objetivos planificados obligatorios y la asignaci¨®n de recursos productivos corno sus dos pilares (de aqu¨ª que se le denomine frecuentemente planificaci¨®n dirigida).
No obstante, en la segunda mitad de este siglo se realizaron numerosos intentos de introducci¨®n de cambios: a partir de 1957, Jruschov intent¨® poner en marcha un vasto proceso de descentralizaci¨®n con criterios territoriales; en 1965, poco despu¨¦s del nombramiento de Breznev como primer secretario del Comit¨¦ Central del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, se lanz¨® la denominada reforma de Kosiguin junto con el experimento Shchekino, que se supon¨ªa que daba a las empresas un mayor radio de acci¨®n para su funcionamiento aut¨®nomo, en especial en lo relativo a sueldos; en 1973 se esperaba que las asociaciones industriales tomaran en sus manos muchas de las funciones de las puramente administrativas juntas centrales de direcci¨®n (glavki); en 1979, un decreto sobre "la mejora del sistema de planificaci¨®n y gesti¨®n" sustituy¨® el famoso indicador de la producci¨®n bruta por otro de producci¨®n neta.
Modernizaci¨®n
Menciono estos intentos, los m¨¢s conocidos, para demostrar que no es la primera vez que se estudian y ponen en marcha reformas econ¨®micas en la Uni¨®n Sovi¨¦tica y que, en realidad, toda nueva direcci¨®n enarbol¨® alguna bandera de reforma. Y, sin embargo, todos estos intentos fracasaron.
Pero ?ten¨ªa esto alguna importancia? ?Perjudic¨® a la econom¨ªasovi¨¦tica el mantenimiento del modelo de planificaci¨®n dirigida de Stalin? Al responder esta pregunta debemos tener cuidado para evitar toda opini¨®n exagerada de que la econom¨ªa sovi¨¦tica est¨¦ al borde del colapso. Sigue mostrando ¨ªndices de crecimiento positivos, no padece desempleo y durante la era de Breznev ha conseguido asegurar una mejora lenta, pero regular, de las condiciones de vida. Sin embargo, por otra parte, ha descendido repentinamente el ¨ªndice de crecimiento de la renta nacional (seg¨²n las cifras oficiales), de algo m¨¢s del 9% en la d¨¦cada de los cincuenta a aproximadamente un 3% en la de los ochenta.
Este descenso llev¨® al abandor no de la posibilidad de una fase superior del comunismo (el programa del Partido Comunista de la Uni¨®n Sovi¨¦tica contemplaba la entrada en esta fase en torno a 1980) y convirti¨® en totalmente irreal la posibilidad de ponerse a la altura de los pa¨ªses desarrollados de Occidente en un futuro previsible. La modernizaci¨®n de la econom¨ªa sovi¨¦tica, lograda con un coste humano inmenso, resulta ser muy relativa. La capacidad de innovaci¨®n, de economizar en mano de obra y materiales por unidad de producci¨®n, de asegurar el rendimiento l¨®gico de los gastos de capital, de mantener los niveles de calidad, etc¨¦tera, es desproporcionadamente baja. Los ¨¦xitos en ¨¢reas seleccionadas de alta prioridad pol¨ªtica (armamento, exploraci¨®n espacial) no traspasan aotras ¨¢reas, lo cual revela a¨²n m¨¢s la inactividad de la econom¨ªa. De continuar esta tendencia pueden verse cada vez m¨¢s amenazadas no s¨®lo la capacidad de satisfacer las aspiraciones de los consumidores, sino tambi¨¦n la posici¨®n de superpotencia de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Debilidades del sistema
Las razones de estos fracasos econ¨®micos en la URSS (y, en grados diferentes, tambi¨¦n en otros pa¨ªses comunistas) son complejas y no pueden reducirse a un factor ¨²nico. No obstante, se reconoce ampliamente que las debilidades del sistema desempe?an un papel considerable, y, consecuentemente, la imposibilidad de poner en marcha reformas tiene una gran importancia.
Si es ¨¦ste el caso, la pregunta siguiente, ?por qu¨¦ fracasaron las reformas?, asume una importancia vital. El resto de este art¨ªculo es un intento de dar una respuesta a tal pregunta, respuesta que obviamente se?ala tres categor¨ªas de razones interrelacionadas: pol¨ªticas, intereses creados de grupos sociales y dificultades para combinar la planificaci¨®n con los mecanismos del mercado.
El aspecto pol¨ªtico tiene sus ra¨ªces en el miedo de la elite dirigente a que una reforma econ¨®mica, al dar cierto grado de autonom¨ªa a las empresas, delegar algunas funciones regulatorias al mercado, etc¨¦tera, pueda poner en peligro su monopolio del poder. No es, en cualquier caso, totalmente seguro que exista una relaci¨®n tan directa entre los sistemas econ¨®mico y pol¨ªtico. Pero, en primer lugar, as¨ª es como se ve, y en segundo, ciertos rasgos del sistema de planificaci¨®n dirigida son virtualmente inseparables de la forma en que se ejerce el poder. En la URSS, el factor pol¨ªtico desempe?a un papel a¨²n mayor que en otros pa¨ªses, por las siguientes razones:
a) Desde 1921 -cuando bajo presiones pol¨ªticas abiertas se introdujo la nueva pol¨ªtica econ¨®mica, que permit¨ªa el funcionamiento del mercado, incluyendo un amplio radio de acci¨®n para las empresas privadas-, la direcci¨®n sovi¨¦tica no se ha visto sometida al tipo de demandas de reforma econ¨®mica a que se vio sometida la direcci¨®n polaca en 1956 y en 1980-1981, ola checoslovaca antes de y en 1968. Existen presiones latentes, pero la libertad de elecci¨®n de que dispone la direcci¨®n sovi¨¦tica es mucho mayor, al igual que el grado en el que cualquier reforma econ¨®mica tiene que ser lanzada desde arriba. En tales condiciones, la aversi¨®n pol¨ªtica al cambio tiene gran peso.
b) La Uni¨®n Sovi¨¦tica es un Estado multinacional con una estructura formalmente federal. Una reforma econ¨®mica que conlleve una descentralizaci¨®n de algunos elementos del mercado puede representar una amenaza de las tendencias centr¨ªfugas en las zonas no rusas.
c) La reforma econ¨®mica en la URS S fomenta tendencias reformistas en otros pa¨ªses comunistas, algunos de los cuales (Checoslovaquia o Polonia) demostraron estrechos lazos entre cambio econ¨®mico y pol¨ªtico.
d) La URSS es una superpotencia no por virtud de su poder¨ªo econ¨®mico global, sino por la capacidad que tiene de movilizar una gran parte de sus recursos para fines militares globales. Seg¨²n el grado en que tal capacidad se atribuya a las propiedades del sistema de econom¨ªa dirigida, la direcci¨®n sovi¨¦tica puede tener un inter¨¦s pol¨ªtico primordial en su mantenimiento.
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