El certamen alem¨¢n se ha convertido en una m¨¢quina trituradora de pel¨ªculas
Las diversas secciones p¨²blicas del Festival de Cine de Berl¨ªn proyectaron durante la jornada de ayer ni m¨¢s ni menos que 75 pel¨ªculas, sin contar las sesiones privadas en v¨ªdeo del mercado del filme, que pueden ser otras tantas o m¨¢s. Lo que se inici¨® hace 36 a?os con un encuentro casi confidencial entre creadores y estudiosos del cine, alrededor de unas pocas pel¨ªculas experimentales, art¨ªsticas y de ensayo, hoy es una hambrienta maquinaria, tan inabarcable como bien engrasada, de devorar celuloide de cualquier procedencia y calidad
Nada que destacar en esta segunda jornada del festival de Berl¨ªn, salvo el tedio de las dos pel¨ªculas inaugurales de la secci¨®n competitiva y un bonito homenaje a la gran ¨¦poca de la comedia italiana, con la recuperaci¨®n por todo lo alto de Pan, amor y fantas¨ªa, una viva pel¨ªcula de Comencini que fue lanzada a la fama precisamente aqu¨ª hace 32 a?os.Aunque su director, Moritz de Hadeln, se resista a reconocerlo y afirme que en esencia todo sigue aqu¨ª igual que siempre, lo cierto es que el festival de Berl¨ªn ha dado un vuelco. Esto se present¨ªa en sus ¨²ltimas ediciones, pero es en ¨¦sta donde el giro se ha producido, y con demasiada evidencia para que puedan hacerse, como hace el director del festival, juegos de ingenuo eclecticismo entre tradici¨®n art¨ªstica y puesta al d¨ªa en eficacia comercial. Una cosa y otra son compatibles, a condici¨®n de que no se oculten sus aspectos negativos y se intente nadar vestido y no mojarse el traje.
El festival berlin¨¦s -aunque todav¨ªa no alcance a ser m¨¢s que su sombra- sigue las huellas del de Cannes y no tiene sentido disimularlo con coartadas que la evidencia desmiente, porque, una vez abierta la puerta al mercado indiscriminado de pel¨ªculas, el car¨¢cter eminentemente cultural, apacible y selectivo del viejo festival de Berl¨ªn es irrecuperable.
Directores J¨®venes
La secci¨®n oficial comenz¨® ayer mal, con dos filmes de escaso inter¨¦s: el israel¨ª The smile of the lamb de Shimon Dotan, y el austro-alem¨¢n Heidenllicher (El valle tranquilo), del austriaco Wolfrani -Paulus. Una y otra obra tienen muy escaso inter¨¦s, son estil¨ªsticamente inmaduras, de un cineasta de 37 a?os la primera y de otro de 29 a?os la segunda. Es decir, de gente relativamente joven para un oficio cuyo dominio -salvo cuando se tiene inspiraci¨®n o talento torrencial- requiere mucha m¨¢s experiencia que la demostrada por estos dos cineastas.Se trata de dos obras donde se quiere mezclar el documento social y la reflexi¨®n pol¨ªtica. Se cuenta que este a?o en Berl¨ªn los asuntos pol¨ªticos predominan en las pel¨ªculas de la secci¨®n oficial. La estad¨ªstica, que aqu¨ª tiene buenos jardineros, a?ade otras flores: en los 31 largometrajes y 16 cortometrajes que van a competir, a la cita da intenci¨®n pol¨ªtica hay que a?adir un buen porcentaje de argumentos sobre la II Guerra Mundial, otro porcentaje de relatos policiacos de los llamados duros y para cerrar la cuadratura del c¨ªrculo, una rara insistencia en tri¨¢ngulos y cuadr¨¢ngulos er¨®ticos. Como se ve, es una mescolanza que puede estropear la homogeneidad y la calidad de la oferta espec¨ªficamente cinematogr¨¢fica.
Por ahora, lo en teor¨ªa m¨¢s atractivo de este mercado de pel¨ªculas, salvo sorpresas en la rueda de la competici¨®n, son los filmes de la secci¨®n oficial presentados fuera de concurso, que se abrieron el d¨ªa inaugural con Ginger y Fred, de Federico Fellini, al que seguir¨¢n filmes, entre otros, de William Friedkin, Sydney Pollack e Ingmar Bergman, que acude con el cortometraje Karin Ausikte, un retrato de la madre del cineasta sueco, que supone su retorno al cine con la que se presume que puede ser su obra m¨¢s ¨ªntima.
El cap¨ªtulo de homenajes estar¨¢ dedicado este a?o a la Cinemateca Francesa, al ¨²ltimo cineasta vien¨¦s de Hollywood, Fred Zinnemann, y a la actriz alemana, una de las reinas de la legendaria productora UFA, Henny Porten.
Pero los homenajes comenzaron anoche en una gala dedicada a Pan, amor y fantas¨ªa, la comedia de Luigi Comencini que lanz¨® a la fama a Gina Lollobrigida, presidenta del jurado del festival. El filme se estren¨® 1954 y se llev¨® a Italia un Oso de Plata, quiz¨¢ demasiado modesto para los merecimientos de la gran tradici¨®n de la comedia italiana de aquellos a?os.
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