La doctrina de la Alianza Atl¨¢ntica incluye el recurso al arma nuclear
Estar en una alianza militar cuya doctrina estrat¨¦gica b¨¢sica incluye el recurso al arma nuclear y no aceptar esas armas nucleares puede parecer una contradicci¨®n. Pero la situaci¨®n es m¨¢s bien, en el caso espa?ol, una nebulosa. Espa?a, expl¨ªcitamente antes de la llegada del Gobierno socialista, e impl¨ªcitamente despu¨¦s, ha aceptado la doctrina de la respuesta flexible de la OTAN, y no ha cerrado totalmente la v¨ªa a las armas nucleares.
La doctrina de la respuesta flexible, cuyo documento b¨¢sico, MC 14/3, lleva las siglas del Comit¨¦ Militar (al que pertenece Espa?a), prev¨¦ tres tipos de respuestas ante una agresi¨®n: tratar de impedir, con medios convencionales, que el agresor consiga sus objetivos (defensa directa); repeler la agresi¨®n haciendo uso de armas nucleares o ampliando la zona de conflicto (escalada deliberada), o usar las armas nucleares estrat¨¦gicas contra el potencial econ¨®mico y militar del adversario (respuesta nuclear general). La OTAN nunca ha renunciado a poder ser la primera en recurrir al uso del arma nuclear.
Francia no rechaza el arma nuclear: tiene la suya propia. Pero rechaza la doctrina de la respuesta flexible (aunque ¨²ltimamente cada vez se acerca m¨¢s a ella) prefiriendo sus propias represalias masivas proporcionales: De hecho, fue la adopci¨®n de la respuesta flexible y el abandono de la doctrina de las represalias masivas una de las razones por las que Francia se sali¨® de la estructura militar de la OTAN. Pero Francia comparte con sus aliados de la OTAN el concepto de la amenaza. ?Lo comparte Espa?a? El Gobierno no ha sido a¨²n muy expl¨ªcito.
La doctrina estrat¨¦gica de la OTAN no se elabora en la estructura militar integrada -encargada de ejecutarla-, sino en la estructura militar a secas -en el Comit¨¦ Militar- y en la estructura civil, fundamentalmente en el Comit¨¦ de Planes de Defensa, y en el Grupo de Planes Nucleares. Espa?a est¨¢ ya presente en estos dos foros.
En la declaraci¨®n de la cumbre atl¨¢ntica de Bonn, en junio de 1982, Espa?a, por medio del entonces presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, sugiri¨® la necesidad para la OTAN de mantener "las fuerzas convencionales y nucleares adecuadas para disuadir la agresi¨®n y la intimidaci¨®n". Bajo el Gobierno socialista, Espa?a, en diversos foros de la OTAN, ha consensuado -pues si no, se habr¨ªa opuesto-, la doctrina de la OTAN e incluso nuevas t¨¢cticas de batalla. La ratificaci¨®n del ministro espa?ol de Defensa, sin embargo, no se ha producido.
Aceptar la doctrina b¨¢sica no significa, por ejemplo, aceptar la necesidad de los, euromisiles. Grecia no la ha aceptado. Pero decirle un no absoluto a las armas nucleares es decirle un no a la OTAN. Lord Carrington, secretario general de la Alianza, en La entrevista concedida a EL PA?S, se?alaba, sin embargo, que todo era posible. Pero luego a?ad¨ªa que "es el pa¨ªs implicado el que tiene que decidir si quiere entrar en una alianza que tiene una estrategia de respuesta flexible".
Puerta abierta
Dinamarca y Noruega no admiten armas nucleares en su territorio en tiempo de paz. Pero no cierran la puerta a esta eventualidad en tiempo de guerra. En Espa?a es algo m¨¢s complicado. El decreto de convocatoria del refer¨¦ndum se?ala en su pre¨¢mbulo que "se mantendr¨¢ la prohibici¨®n de instalar, almacenar o introducir armas nucleares en el territorio espa?ol".
Los dos ¨²nicos textos de referencia son la declaraci¨®n desnuclearizadora de las Cortes de octubre de 1981, por la que "cualquier decisi¨®n sobre esta materia requerir¨¢ la previa autorizaci¨®n de las Cortes generales", y el convenio hispano-norteamericano de 1982 que se?alaba que el almacenamiento de armas nucleares "quedar¨¢ supeditado al acuerdo del Gobierno espa?ol". El primero pone la decisi¨®n en manos del Parlamento, y el segundo, en las del Gobierno. La declaraci¨®n de las Cortes de 1981 sobre el ingreso en la OTAN contiene, adem¨¢s, bastantes imprecisiones, como la de referirse a "armas nucleares de la Alianza", aunque ¨¦sta, como tal, carece de este tipo de armas, que s¨ª las poseen algunos pa¨ªses que forman parte de ella.
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