Los espa?oles no creen en la 'amenaza sovi¨¦tica'

Con respecto a la llamada amenaza sovi¨¦tica, cabe se?alar que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n espa?ola -un 75%, seg¨²n sondeos realizados el pasado a?o en poder de t¨¦cnicos militares- no se siente amenazada por el Pacto de Varsovia. Por el contrario, un 40% de ellos, seg¨²n esa encuesta, interpreta que la permanencia en la OTAN puede incrementar la posibilidad de que el territorio espa?ol sea objetivo del Pacto de Varsovia.

Los estrategas espa?oles que participan en las reuniones t¨¦cnicas en la OTAN no dudan en afirmar, en contra de algunas tesis mantenidas oficialmente en el cuartel general de la OTAN, que, ni la OTAN tiene previsto atacar al Pacto de Varsovia ni el Pacto de Varsovia se prepara para atacar a la OTAN". La posibilidad, en cambio, de que alg¨²n conflicto bilateral derive en enfrentamiento entre ambos bloques es tenida en cuenta por las dos partes y en ese ¨¢mbito puede analizarse el papel que puede jugar Espa?a.

El ministro de Defensa, Narc¨ªs Serra, en un art¨ªculo publicado en 1985 por el Centro de Estudios Estrat¨¦gicos de la Universidad de Georgetown (EE UU) en The Washington Papers, dec¨ªa: "Espa?a participa en la defensa de Occidente desde 1953. El flanco sur de la Alianza Atl¨¢ntica concluye en Espa?a y Espa?a pertenece al mundo occidental, por lo que no se observa de qu¨¦ manera Espa?a podr¨ªa evitar verse envuelta en un conflicto Este-Oeste".

El coronel Blasco Alonso es m¨¢s expl¨ªcito en un informe del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional: "El inconveniente que supondr¨ªa nuestro ingreso en la Alianza ser¨ªa que el riesgo que la amenaza lleva impl¨ªcito nos alcanzar¨ªa en la primera fase de la agresi¨®n. Riesgo que, por otra parte, ya sufrimos por de la existencia del tratado bilateral hispano-norteameri-cano".

La amenaza sovi¨¦tica sobre Esparla puede ser, evidentemente, nuclear o convencional. En el primer caso, la defensa propia espa?ola "es nula", como no dudan en afirmar los expertos militares, sobre todo cuando se refieren a la inexistente defensa civil en este terreno. S¨®lo los centros de mando de la Armada y del Cuartel General del Ej¨¦rcito -situados bajo la madrile?a plaza de la Cibeles disponen de lugares subterr¨¢neos preparados contra explosiones nucleares, y se est¨¢ construyendo un tercero -para la Junta de Jefes de Estado Mayor y el Estado Mayor Conjunto- en la finca Los Quintos de Mora (Toledo). No existen, sin embargo, centros alternativos de poder preparados ante tales emergencias, por lo que, en caso de guerra nuclear, "sencillamente no habr¨ªa nada que hacer", afirman los t¨¦cnicos militares.

A las puertas de Canarias

En caso de que, iniciado un conflicto, las fuerzas sovi¨¦ticas trataran de realizar alguna acci¨®n convencional sobre Espa?a, las posibilidades que analizan los estrategas espa?oles son tres: la llegada de unidades del Pacto de Varsovia, tras ocupar el resto de Europa, a los Pirineos, tesis calificada de "muy poco probable"; el intento de la URSS de colocar unidades de desembarco en las playas del sureste espa?ol; y el desarrollo de operaciones -"las m¨¢s novedosas y temibles para Espa?a"- que supusieran alcanzar las islas Canarias a trav¨¦s del S¨¢hara.

Ante la primera hip¨®tesis, los estrategas espa?oles hablan de la posibilidad de que los sovi¨¦ticos alcancen la pen¨ªnsula Ib¨¦rica a trav¨¦s del boquete catal¨¢n -tambi¨¦n llamado Boulevard de Catalu?a, formado por los llanos de L¨¦rida, por los que puede accederse a Arag¨®n y al centro de Espa?a- o del boquete vasco.

Esta primera hip¨®tesis est¨¢ pr¨¢cticamente desechada, m¨¢xime teniendo en cuenta que la estrategia de la OTAN est¨¢ basada en la llamada Respuesta Flexible, consistente en que los pa¨ªses de la OTAN tratar¨¢n de frenar el hipot¨¦tico avance sovi¨¦tico.con fuerzas convencionales y, de no lograrlo, emplear¨¢n las armas nucleares.

Pese a ello, las dos divisiones de monta?a desplegadas en los Pirineos -que ser¨ªan apoyadas en caso necesario por unidades blindadas- tienen como principal misi¨®n la defensa de la frontera espa?ola ante un supuesto ataque procedente del norte de Europa, o sea, del Pacto de Varsovia.

La segunda hip¨®tesis ha sido la m¨¢s manejada hasta hac e pocos meses. Consistir¨ªa, por parte sovi¨¦tica, en colocar en la costa sureste espa?ola unidades de Infanter¨ªa de Marina para mantener el continente europeo entre dos frentes. Se producir¨ªa una batalla previa en el Mediterr¨¢neo entre la V Eskadra sovi¨¦tica -60 buques, la mitad de ellos de guerra y efresto de inteligencia- y la VI Flota estadounidense -45 buques de guerra, 200 aviones de combate y 25.000 hombres-, con escasas posibilidades de ¨¦xito para el Pacto de Varsovia. Las divisiones blindadas Maestrazgo (Valencia) y Guzni¨¢n el Bueno (Granada) actuar¨ªan frente a ese hipot¨¦tico peligro.

La tesis m¨¢s peligrosa

La tercera y m¨¢s peligrosa tesis manejada por los estrategas espa?oles consiste en que, dadas las dificultades con que la URSS se encuentra en el Mediterr¨¢neo -su Marina es menos potente que la norteamericana y s¨®lo cuenta con bases de apoyo en Siria y Libia-, las fuerzas sovi¨¦ticas podr¨ªan intentar alcanzar el archipi¨¦lago canario -enclave de fundamental valor estrat¨¦gico para la OTAN- mediante unidades transportadas por avi¨®n desde Libia, a trav¨¦s del S¨¢hara, hasta la costa oeste africana, de la que Canarias s¨®lo dista 100 kil¨®metros y, por tanto, el archipi¨¦lago quedar¨ªa bajo el fuego de misiles convencionales. El recorrido que tendr¨ªan que hacer los sovi¨¦ticos tiene muy escasa cobertura de radar y, adem¨¢s, podr¨ªan contar con el apoyo de pa¨ªses como Argelia o Mauritania, o incluso de los saharauis.

Al respecto, cabe se?alar que la compa?¨ªa a¨¦rea sovi¨¦tica Aeroflot, perfectamente integrada en los planes defensivos, puede trasladar hasta 150.000 hombres en dos semanas. En poco m¨¢s tiempo, efect¨²a el remplazo de los 125.000 soldados estacionados en Europa, operaci¨®n que realiz¨®, por ejemplo, el pasado verano.

En ninguno de los tres casos de amenazas sovi¨¦ticas, Espa?a est¨¢ en condiciones de defenderse por sus propios medios. Pero existe una cuarta posibilidad en la que Espa?a puede verse directamente implicada en un conflicto entre los bloques. Para la OTAN, la pen¨ªnsula Ib¨¦rica es, fundamentalmente, una gran base log¨ªstica que puede ser empleada como zona de retaguardia y reacci¨®n ante un conflicto Este-Oeste. Est¨¢ previsto, por ejemplo, que, iniciado el conflicto, lleguen a Europa, sobre todo a trav¨¦s de Espa?a, cerca de tres millones de soldados estadounidenses y canadienses.

Uno de los primeros objetivos sovi¨¦ticos ante el conflicto consiste precisamente en cortar ese puente entre los dos continentes. Una de las misiones de las Fuerzas de Misiones Especiales Sovi¨¦ticas (Spetsnaz) consiste en "atacar las bases a¨¦reas y navales, puertos y aeropuertos previstos por la Alianza para recibir los refuerzos de EE UU", se indica en un an¨¢lisis del Soviet Military Power 1986 hecho en la Revista Aeron¨¢utica y Astron¨¢utica del Ej¨¦rcito del Aire espa?ol. Gran parte de esos refuerzos llegar¨ªan a Espa?a por mar a las costas gallegas.

Precisamente una de las escasas misiones que la OTAN tiene prevista para Espa?a consiste en que alguna unidad naval -fragata o corbeta- se incorpore al grupo de combate de la Afianza que, desplegado por el Atl¨¢ntico, tendr¨¢ como misi¨®n proteger los convoyes procedentes del continente americano.