Las autoridades de la RFA exponen a don Juan Carlos su deseo de que Espa?a permanezca en la OTAN

C. VALDECANTOS, ENVIADO ESPECIAL, La segunda jornada, de estancia oficial de los Reyes de Espa?a en la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) ha seguido marcada ayer, como el lunes, por la preocupaci¨®n que muestran las autoridades y los pol¨ªticos alemanes occidentales ante el debate de la permanencia de Espa?a en la Alianza Atl¨¢ntica. Aunque don Juan Carlos ha evitado hacer menci¨®n al tema en sus discursos oficiales, no ha podido evitar escuchar a quienes le hablan en p¨²blico o en privado. El canciller Helmut Kohl, en la comida oficial que ofreci¨® ayer a los Reyes, lleg¨® a introducir un p¨¢rrafo en pro de la permanencia en la OTAN, no previsto en el texto oficial.

El discurso que se encontraba bajo los platos de los comensales no conten¨ªa estas palabras que Kohl dirigi¨® a sus invitados: "Nosotros los alemanes queremos que tambi¨¦n en el futuro Espa?a contin¨²e siendo nuestro socio en la Alianza Atl¨¢ntica".La jornada de los Reyes comenz¨® a las 8.30 en el palacio de Gymnich, donde se alojan. All¨ª desayun¨® con el ministro de Asuntos Exteriores, Hans Dietrich Genscher. A continuaci¨®n, y por esie orden, recibi¨® a Wolfgang Mischinik, representante del Partido Liberal; a Lukas Beckmann, de los verdes, y al presidente del Partido Socialdem¨®crata (SPD), Willy Brandt.

Fuentes diplom¨¢ticas espa?olas mantuvieron absoluto mutismo sobre lo tratado en estos encuentros, pero se supo que todos plantearon al Rey cuestiones directamente referidas con la permanencia de nuestro pa¨ªs en la Alianza. El gabinete de prensa del SPD hizo p¨²blico un brev¨ªsimo comunicado en el que daba cuenta que el encuentro de Willy Brandt con el Rey transcurri¨® en t¨¦rminos de gran cordialidad y que se abordaron temas sobre la situaci¨®n pol¨ªtica interior de Alemania y de Espa?a.

Fuentes de la Casa Real comentaron ayer que el Rey no puede evitar el tema cuando se lo plantean y que, en el momento actual de la vida pol¨ªtica espa?ola, cualquier actitud en torno a la OTAN puede politizarse o ser objeto de utilizaci¨®n partidista. En ese sentido, descartaban las mismas fuentes que existiese preocupaci¨®n por el contenido atlantista de las intervenciones oficiales alemanas, aunque admit¨ªan que no es habitual una insistencia tan acusada sobre un tema pol¨ªtico concreto durante la visita de un jefe de Estado.

En el almuerzo oficial, que se celebr¨® tras un encuentro entre el canciller Kohl y don Juan Carlos, el jefe de Gobierno alem¨¢n glos¨® las buenas relaciones entre los dos pa¨ªses y record¨® que se sent¨ªan orgullosos de haber reconstruido un Estado libre tras la II Guerra Mundial. "Ahora bien", dijo Kohl, "no deber¨ªamos olvidar que nuestra democracia y nuestra libertad s¨®lo han podido defenderse en el pasado y s¨®lo podr¨¢n continuar defendi¨¦ndose en el futuro en el seno de la Alianza Atl¨¢ntica".

Don Juan Carlos contest¨® con un breve discurso en el que aludi¨® a la fluidez de las relaciones bilaterales y formul¨® un expresivo recordatorio para la situaci¨®n de los trabajadores espa?oles en la Rep¨²blica Federal. Tras el almuerzo, los Reyes acudieron a la embajada espa?ola, donde recibieron a una nutrida representaci¨®n de espa?oles que viven y trabajan en Alemania. Don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa conversaron con todos ellos. Tras esta recepci¨®n el Rey se traslad¨® a su residencia donde recibi¨® a Ernst Breit, presidente de los sindicatos alemanes (DGB)

Do?a Sof¨ªa, acompa?ada por la esposa del presidente federal, Marianne von Weizs?cker, acudi¨® a media ma?ana al colegio evang¨¦lico de Bodelschwingh. La jornada de los Reyes concluy¨® con una representaci¨®n de una Antolog¨ªa de la zarzuela en la Beethovenhalle, tras la cual se celebr¨® una recepci¨®n a la que asistieron unas 600 personas en un ambiente de cordialidad y animaci¨®n que se prolong¨® hasta pasadas las once la noche.