El escritor Guti¨¦rrez Solana
El pintor Jos¨¦ Guti¨¦rrez Solana, que naci¨® el domingo de carnaval de 1886, nos dej¨®, cuando baj¨® al sepulcro el d¨ªa de San Juan, otro domingo, de 1945, envueltos en prolija an¨¦cdota y arropado en su negra nube fabulosa, seis ejemplares y breves libros: los dos vol¨²menes de Madrid (escenas y costumbre), La Espa?a negra, Madrid callejero, Dos pueblos de Castilla y Florencio Cornejo.Al pintor Jos¨¦ Guti¨¦rrez-Solana, en sus escritos, le cabr¨ªan como anillo al dedo unas palabras de P¨ªo Baroja hablando del estilo: "Yo creo que en el estilo debe pajar como en un retrato, que es mejor como retrato (no como obra art¨ªstica) cuanto m¨¢s se parezca al retratado, no cuanto m¨¢s bonito sea. As¨ª, el hombre sencillo, humilde y descuidado tendr¨¢ su perfecci¨®n en el estilo sencillo, humilde y descuidado, y el hombre ret¨®rico, altisonante y gongorino, en el estilo ret¨®rico, altisonante y gongorino. El hombre alto, que parezca alto; el flaco, flaco, y el jorobado, jorobado. As¨ª debe ser".
Solana fue un cl¨¢sico en cuanto no admiti¨® desmelenamientos de ninguna suerte de romanticismos, en cuanto procur¨® reflejar lo que ve¨ªa con la mayor precisi¨®n y la m¨¢s exacta objetividad posible. Esta actitud de Solana no fue antigua ni moderna, sino matem¨¢tica, dial¨¦ctica y, desde luego, jam¨¢s caminadora por la senda florida e incierta de lo bello. Lo bello, como lo c¨®modo, fueron dos posturas ante la vida que Solana, m¨¢s preocupado por lo cierto, rechaz¨®. En el sentido estricto que tendr¨ªa la palabra de no haberse desgastado y desvirtuado, de Solana pudiera decirse que era un escritor acad¨¦mico: quiz¨¢ el m¨¢s acad¨¦mico de todos nuestros ¨²ltimos grandes escritores. Solana no admite las idealizaciones y piensa que los ojos sirven para ver y no para adornar la imagen que se mira; los o¨ªdos, para o¨ªr tanto la melod¨ªa como el trueno; la nariz, para oler el ¨¢mbar y la tibia cuadra del ganado; la boca, para gustar la miel y la guindilla, y la piel, para percibir el ¨¢spero o suave tacto de las cosas: para sentir la delicada caricia, para padecer la llaga amarga y para aguantar el desabrido bofet¨®n de la injuria. Y esto que en Solana apuntamos, Solana lo pens¨® -y lo realiz¨®- tanto en su obra pict¨®rica como en su curiosa y sintom¨¢tica labor literaria.
Me interesa recalcar el hecho de que Solana fue, al tiempo, tan gran pintor como escritor. La literatura, para Solana, no fue un viol¨ªn de Ingres, sino una necesidad de expresarse, hondamente sentida. Solana ten¨ªa su verdad, no por tosca menos verdadera, y la dec¨ªa por los medios que m¨¢s d¨®cilmente se dome?aban a su nervuda mano. Me dec¨ªa en cierta ocasi¨®n un amigo que Espa?a es un pa¨ªs tan pobre que no da para que puedan tenerse dos ideas en una misma persona. Aun sin encontrar muy s¨®lidas razones, intuyo que el deber de todos es luchar contra el su puesto de mi amigo.
Solana fue, en su reflejo litera.r¨ªo, lo que m¨¢s aut¨¦nticamente fuera en su m¨¢s rec¨®ndito sentir humano. Y a Solana pudiera caberle, como epitafio, una sencilla leyenda que advirtiera que el hombre que all¨ª yace us¨®, como honesto lema, aquel hermoso verso de la Ep¨ªstola moral a Fabio: "Iguala con la vida el pensamiento".
Estos textos fueron seleccionados por su autor de La obra literaria del pintor Solana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.