La oportuna pacificaci¨®n del conflicto auton¨®mico

La f¨®rmula definitiva de financiaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas, presuntamente aprobada por el Consejo de Ministros del 27 de diciembre pasado, contin¨²a in¨¦dita y no ha sido negociada con los Gobiernos auton¨®micos. El Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera, organismo mixto Administraci¨®n central-administraciones auton¨®micas, volvi¨® a ser desconvocado el pasado martes. La Generalitat, que se mostraba indignada hace nueve meses por los retrasos e incumplimientos de la LOFCA y del Estatuto de Catalu?a por parte del Gobierno central, y que incluso lleg¨® a insinuar la denuncia de su estatuto de autonom¨ªa, guarda ahora un prudente silencio.

Las airadas protestas de Catalu?a y Galicia, y la pr¨¢ctica rebeli¨®n de algunas autonom¨ªas con Gobierno socialista (Madrid, Valencia y Andalucia) se han diluido en lbs ¨²ltimos meses, en el momento m¨¢s propicio para presionar so bre un Gobierno central enfrascado en sacar adelante el refer¨¦ndum de la OTAN. El Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda, que elabor¨® la presunta f¨®rmula definitiva de financiaci¨®n, no s¨®lo no ha negociado con los gobiernos auton¨®micos dicha f¨®rmula, sino que incluso ha visto como se anulaba desde otras instancias del Gobierno su convocatoria para el martes ¨²ltimo del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera.La precaria situaci¨®n financiera de las comunidades aut¨®nomas, que a finales de 1985, se denunciaba como insostenible y explosiva (congelaci¨®n de las dotaciones correspondientes de los Presupuestos Generales del Estado para 1986 e incumplimiento flagrante de la LOFCA en el porcentaje de participaci¨®n en impuestos estatales), tampoco ha variado en los ¨²ltimos meses.

Despachos de Guerra

S¨®lo la existencia de concesiones o compromisos de la Administraci¨®n central con la Generalitat que no se han hecha p¨²blicos, puede explicar el copernicano cambio de postura de Catalu?a que ha pasado de la beligerancia al silencio. Estos acuerdos, que se habr¨ªan concretado al margen del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal. y Financiera y sin presencia de representantes del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda, podr¨ªan haberse negociado en las entrevistas mantenidas por el presidente del Gobierno con el de la Generalitat, en oto?o pasado, y en la del vicepresidente Alfonso Guerra con Macci¨¢ Alavedra y Josep Mar¨ªa Cullell, los dos principales colaboradores de Pujol en sus relaciones institucionales con Madrid, hace quince d¨ªas.El temor a que la Generalitat explotara pol¨ªticamente los incumplimientos del Gobierno en materia de financiaci¨®n auton¨®mica coincidiendo con el amplio calendario electoral previsto para este a?o, expresados en documentos internos de la Administraci¨®n, parecen haberse despejado en las ¨²ltimas semanas. El gobierno catal¨¢n ha dejado pasar el sexto aniversario de su estatuto, que se cumpli¨® en diciembre y que le permit¨ªa denunciarlo y solicitar su reforma, sin volver a esgrim¨ªr p¨²blicamente esta posibilidad. Ning¨²n dirigente de la Generalitat ha vuelto a insinuar la denuncia del estatuto para salirse del sistema general de financiaci¨®n aut¨®nomica y exigir un r¨¦gimen excepcional de concierto econ¨®mico como el que disfruta Euskadi.

La postura actual es todo lo contrario. La Generalitat no niega haber solicitado el aplazamiento del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera del pasado martes, que tan ¨²til resulta al Gobierno, y ha llegado a declarar que esta demora, otrora odiosa e insufrible, les proporciona "m¨¢s tiempo para preparar los documentos y las propuestas".

Madrid, Valencia y Andaluc¨ªa, las tres autonom¨ªas socialistas respondonas (Joaqu¨ªn Legu¨ªna lleg¨® a declarar: "El Gobierno sigue siendo centralista y el Estado de las autonom¨ªas no es serio"), callan tambi¨¦n ahora y evitan cualquier conflicto con la Administraci¨®n que acreciente las sospechas sobre su falta de calor o su tibieza en la campa?a, del PSOE a favor del s¨ª a la OTAN.

La ¨²nica protesta por el nuevo retraso en la negociaci¨®n del sistema definitivo de financiaci¨®n auton¨®mica ha llegado de Galicia. El largo yaccidentado proceso de investidura del nuevo presidente de la Xunta y las maniobras del PSOE para desplazarlo y sustituirlo por su candidato ha impedido cualquier acuerdo, concesi¨®n o promesa, del Gobierno central que acallara sus denuncias.

Discrepancias

Las discrepancias entre el equipo del vicepresidente Guerra y Administraci¨®n Territorial con el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda sobre la conducci¨®n del sistema de autonom¨ªas, vigente desde la dimisi¨®n de Jos¨¦ V¨ªctor Sevilla como secretario de Estado de Hacienda, explican el incierto futuro de la f¨®rmula de financiaci¨®n definitiva supuestamente aprobada en Consejo de Ministros para cumplir el compromiso p¨²blico expresado por Felipe Gonzalez, que en muchos aspectos ha quedado ya desfasada. La sustituci¨®n de algunos impuestos como consecuencia de la entrada en la CEE, el tiempo transcurrido y algunos acuerdos parciales con determinadas autonom¨ªas hacen inviable en muchos aspectos la citada f¨®rmula elaborada en su d¨ªa por Econom¨ªa y Hacienda.El desconcierto y malestar entre algunos funcionarios de este ministerio encargados del tema auton¨®mico por el rumbo que est¨¢n tomando los acontecimientos (anulaci¨®n del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera que ellos presiden y convocan), y por la escasa informaci¨®n que reciben de los contactos de Vicepresidencia del Gobierno y del ministro de Administraci¨®n Territorial con las comunidades, es patente.

A lo largo del ¨²ltimo a?o y medio la situaci¨®n ha variado sensiblemente. Hasta la crisis de Gobierno de julio pasado, Boyer impuls¨® el entendimiento con las comunidades aut¨®nomas para lograr el acuerdo definitivo sobre su financiaci¨®n previsto en la LOFCA y en el Estatuto de Catalu?a previamente al 1 de enero de 1986. Tuvieron lugar algunas reuniones y se avanz¨® algo en este sentido (se conoci¨®, por ejemplo, el deseo de Catalu?a de participar en la recaudaci¨®n del impuesto sobre la renta).

Frente a esta tesis de Boyer aparecieron, tras su dimisi¨®n, posturas restrictivas por parte de Administraci¨®n Territorial y Vicepresidencia del Gobierno, cuyo titular vio con preocupaci¨®n la excesiva autonom¨ªa de los barones del PSOE, que, con la libertad que les otorgaban los presupuestos propios de sus comunidades aut¨®nomas, hab¨ªan contestado algunas decisiones o directrices de Alfonso Guerra (conflictos con Rodr¨ªguez de la Borbolla, Joaqu¨ªn Leguina o el valenciano Joan Lerma). La hipoteca de las comunidades aut¨®nomas a las subvenciones del Estado y la existencia de ventanillas en la Administraci¨®n central para otorgar recursos a los Gobiernos regionales permite mucho mejor el control no s¨®lo de la Generalitat de Catalu?a o de la Xunta de Galicia, sino tambi¨¦n de los Gobiernos socialistas de Andaluc¨ªa, Madrid o Valencia.

La decisi¨®n final de convocar el refer¨¦ndum de la OTAN y el inmediato calendario electoral posterior han vuelto a modificar, al menos transitoriamente, la estrategia de Vicepresidencia del Gobierno y de Administraci¨®n, Territorial. Ambos departamentos han orillado a Econom¨ªa y Hacienda en sus ¨²ltimos contactos con las comunidades aut¨®nomas y se han mostrado muy dispuestos a llegar a acuerdos con las mismas. No se sabe qu¨¦ se les ha ofrecido o qu¨¦ se les ha prometido para acallar sus reivindicaciones, pero ha sido efectivo. Nadie ha vuelto a protestar por la prolongaci¨®n de los incumplimientos legales por parte del Gobierno, por la congelaci¨®n e insuficiencia de las dotaciones presupuestarias a los Gobiernos regionales o por los nuevos retrasos en la elaboraci¨®n y negociaci¨®n de un sistema definitivo de financiaci¨®n de las autonom¨ªas.