Suturar Madrid
El Plan de Ordenaci¨®n Urbana, en opini¨®n de los responsables municipales en materia urban¨ªstica, tiene un ambicioso objetivo primordial: recuperar Madrid para sus habitantes. Para lograrlo, seg¨²n el autor del presente art¨ªculo, el plan tiene que basarse en la realizaci¨®n de servicios comunes y en la adquisici¨®n y gesti¨®n del suelo que va destinado a esos usos.
Una infortunada errata de imprenta y la amabilidad de un peri¨®dico van a permitirme explicar, en breves l¨ªneas, el marco en el que deben observarse determinadas recientes actuaciones del Ayuntamiento de Madrid en materia de gesti¨®n urban¨ªstica.El madrile?o ha tenido siempre el sentimiento de vivir en un estado de obras permanente en su propia ciudad, y lo ha reflejado en ese famoso casticismo del "qu¨¦ bonito va a ser Madrid cuando se termine". Ese sentimiento y su expresi¨®n reflejan una sensaci¨®n de constante tejer y destejer de una pol¨ªtica urban¨ªstica basada en un r¨¢pido crecimiento, realizado a saltos y por trozos, atendiendo m¨¢s a cr¨ªterios de necesidad imperiosa y rentabilidad econ¨®mica que a un programa coherente para terminar la ciudad.
As¨ª lo entendi¨® el Ayuntamiento, y, decidido a "recuperar Madrid para los madrile?os", aprob¨® recientemente un Plan de Ordenaci¨®n Urbana basado en diversos objetivos, que van desde el reequilibrio de las dotaciones y los espacios libres, pasando por la rehabilitaci¨®n del centro y la mejora de la urbanizaci¨®n de los barrios, hasta la. regeneraci¨®n de los huecos, la sutura de las heridas dejadas por el tipo de crecimiento antes se?alado.
La voluntad municipal de ejecutar el Plan se transforma en una obligaci¨®n para todos y en todas sus partes, incluso en aqu¨¦llas en las quedurante la redacci¨®n se ha discrepado por parte de determinadas personas o instituciones. Y ello no s¨®lo por la voluntad municipal, sino porque constituye un proyecto un?tario y atractivo para la ciudad.
La actuaci¨®n municipal tiene, a partir de esta obligaci¨®n de ejecutar el Plan General, dos vertientes: en una de ellas, la realizaci¨®n de los servicios comunes, parques, v¨ªas de comunicaci¨®n, equipamiento, parte de los cuales debe construir el Ayuntamiento, y la adquisici¨®n y gesti¨®n del suelo que debe ir destinado a esos usos, bien para sus propios servicios o bien para su cesi¨®n a otras administraciones que deben construir escuelas, ambulatorios, carreteras, etc¨¦tera.
Para la obtenci¨®n de dicho suelo el Ayuntamiento compra, permuta o expropia solares seg¨²n las disponibilidades econ¨®micas y de patrimonio. Y a veces enajena solares propios para obtener recursos econ¨®micos con los que cumplir dichos fines.
Parte de esa pol¨ªtica de gesti¨®n es tambi¨¦n la l¨ªnea de trabajo ya iniciada de franca colaboraci¨®n con cualquier iniciativa particular que pretenda invertir en Madrid dentro del Plan General. En ahondar en esa colaboraci¨®n, siempre que se obtengan beneficios claros para la ciudad, no se escatimar¨¢n esfuerzos.
De otra parte, la intervenci¨®n municipal en el campo inmobiliario se efect¨²a tambi¨¦n a trav¨¦s del Patrimonio Municipal del Suelo, en dos l¨ªneas delimitadas n¨ªtidamente: De un lado, la utilizaci¨®n con fines sociales de dicho patrimonio, que se ha concretado ya en acciones recientes como la cesi¨®n de suelo a la Comunidad de Madrid para la construcci¨®n de 2.000 viviendas de promoci¨®n p¨²blica; la implantaci¨®n, por primera vez en Espa?a, de un programa de gesti¨®n gratuita del derecho de superficie a familias con bajos ingresos familiares, con un total de 1.500 viviendas, o el desarrollo por la Empresa Municipal de la Vivienda de un programa destinado al realojo de las familias afectadas por expropiaciones, en ejecuci¨®n del Plan General aprobado, por un total de 1.200 viviendas,
Por otro lado, en la idea expuesta de suturar Madrid, de regenerar determinadas ¨¢reas de la ciudad abandonadas o vac¨ªas, y al mismo tiempo de rentabilizar el patrimonio municipal, se desarrolla el traspaso a la iniciativa privada de suelo para operaciones inmobiliarias cuya ejecuci¨®n escapa a los objetivos de este ayuntamiento, por tratarse de promociones de oficinas, comercio o viviendas de lujo. Todo ello, por supuesto, dentro de lo establecido por el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana aprobado y, a veces, sin agotar las posibilidades edificatorias que permiten sus ordenanzas.
Dado el objetivo de m¨¢xima rentabilidad de dicho traspaso, la ley fija como procedimiento de enajenaci¨®n la subasta p¨²blica con adjudicaci¨®n al mejor postor, que es la f¨®rmula que utiliza el Ayuntamiento de Madrid.
As¨ª pues, entre la saturaci¨®n y la suturaci¨®n urban¨ªstica de nuestra ciudad est¨¢ la aplicaci¨®n correcta de unas l¨ªneas claras de actuaci¨®n municipal, la armon¨ªa entre los criterios sociales y econ¨®micos que la gu¨ªan y el leg¨ªtimo orgullo de una corporaci¨®n por estar gestionando con eficacia los recursos p¨²blicos puestos a su disposici¨®n por los ciudadanos.
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