Los comunistas franceses temen un nuevo fracaso electoral

"Si nuestros resultados se sit¨²an por debajo de los obtenidos en las elecciones europeas de 1984 (11 %), estaremos frente a un nuevo y grave fracaso del partido y de su direcci¨®n". Quien habla es Pierre Juquin, ex portavoz del Partido Comunista de Francia, miembro del comit¨¦ central y representante de la peque?a corriente "renovadora" del PCF. El margen para la esperanza es peque?o: los sondeos coinciden en atribuirles una intenci¨®n de voto del 9% al 11%. En la sede del partido, un edificio de cristal en una plaza con nombre heroico, Coronel Fabien, nadie cree que la noche del 16 de marzo se pueda convertir en una fiesta.
Juquin, profesor de 56 a?os, ha participado poco en la campa?a electoral, tal vez en media docena de m¨ªtines, mientras que otros miembros del comit¨¦ central menos conocidos que ¨¦l se multiplicaban y acud¨ªan a m¨¢s de 50. No hay explicaciones oficiales, pero los motivos son evidentes. Pierre Juquin no disfruta de las simpat¨ªas del secretario general, Georges Marchais, sobre todo desde que public¨® un libro, Autocr¨ªtica, en el que, entre otras cosas, contaba c¨®mo el dirigente del PCF acudi¨® en 1980 a Mosc¨² para "recibir consignas" de Leonid Breznev sobre el problema de los euromisiles.El ex portavoz del partido perdi¨® en el ¨²ltimo congreso su puesto en el comit¨¦ pol¨ªtico, pero no fue expulsado del central porque contaba con el respaldo de algunas federaciones y porque es un ortodoxo al que resulta dificil achacar pecados doctrinales.
Juquin no cree que el declinar del partido se deba a un hecho sociol¨®gico sin remedio. La culpa no es del comunismo como ideolog¨ªa, sino de la estructura del PCF. Por eso piensa que un nuevo fracaso electoral hace inevitable un "gran y profundo debate interno". Un an¨¢lisis que no comparte en absoluto Georges Marchais, para quien los responsables del desastroso recorrido del partido en los ¨²ltimos cinco a?os son Fran?ois Mitterrand y sus colegas del partido socialista.
Declive del partido
El Partido Comunista de Francia ha sido, en efecto, el grupo dominante de la izquierda francesa hasta hace menos de 10 a?os. Entre 1958 y 1981, sus resultados electorales se situaban en torno al 20%. El primer rev¨¦s importante se produjo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 1981, en la que Marchais recogi¨® s¨®lo un 15% de los votos. A partir de ese momento el declive ha sido permanente."Fran?ois Mitterrand ha empleado m¨¢s energ¨ªas en restarnos fuerza a nosotros que en combatir a la derecha", asegura el secretario general del PCF. Marchais no olvida que el dirigente socialista dijo un d¨ªa que de los cinco millones de votos que obten¨ªa regularmente el PCF, al menos tres millones pod¨ªan volverse hacia el PS. Lo curioso es que Mitterrand logr¨® su objetivo al unirse con los comunistas y llevar a varios de ellos al Gobierno entre 1981 y 1984.
"La proporcionalidad, que se emplea en estas elecciones por primera vez desde 1958, evitar¨¢ el naufragio completo del PCF en cuanto a n¨²mero de diputados", explica Jerome Jaffre, director de Estudios Pol¨ªticos de Sofres, la principal sociedad de sondeos de Francia. La hemorragia de votos, sin embargo, continuar¨¢.
La campa?a electoral se inici¨® con una "l¨ªnea dura" contra los socialistas. Marchais comparaba a Laurent Fabius con Raymond Barre y no hac¨ªa distinciones entre la pol¨ªtica de un Gobierno socialista como el actual y la de un eventual Gobierno conservador.
Seg¨²n la revista L'Express, Marchais afirm¨® en privado que con la derecha en el poder ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil recuperar el electorado perdido. La guerra total contra los socialistas no se tradujo, seg¨²n los sondeos, en una recuperaci¨®n de votos, y algunas voces dentro del partido sugirieron un cambio de estrategia. Juquin, por ejemplo, dijo p¨²blicamente que la teor¨ªa de "cuanto peor, mejor" era nefasta.
La consigna pas¨® a ser entonces "el reequilibrio de la izquierda". Marchais, en una entrevista de una hora en televisi¨®n, explic¨® que "el enemigo es, como siempre, la derecha", pero que la ¨²nica forma de evitar que los socialistas gobiernen con ella es "reequilibrar" la relaci¨®n de fuerzas entre el PS y el PCF. El dirigente comunista intent¨® recuperar el voto ¨²til, es decir, los electores que se pasaron a los socialistas en convocatorias anteriores creyendo que era la ¨²nica forma posible de evitar la progresi¨®n de la derecha.
"Pase lo que pase el pr¨®ximo d¨ªa 16", escribe Gaston Plissonnier, del Comit¨¦ Pol¨ªtico del PCF, el partido sigue siendo el recurso de los trabajadores, de los intelectuales, de los j¨®venes y de los parados". Los sondeos indican, sin embargo, que los j¨®venes franceses de 18 a 25 a?os s¨®lo constituyeron el 7% del voto comunista en 1984, frente al 24% en 1978, y que los intelectuales han huido de sus filas en gran n¨²mero. "De 100 electores perdidos por el PCF entre 1981 y 1984", explica, por su parte, el soci¨®logo Jerome Jaffre, "la mitad eran obreros y empleados".
Marchais parece haberse resignado a obtener un resultado ligeramente superior al 10%, lo que a su juicio no supone ning¨²n fracaso de la direcci¨®n. "Nuestra estrategia", explica en la plaza del Coronel Fabien, "est¨¢ pensada para despu¨¦s del d¨ªa 16".
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