Presupuestos millonarios para limpiar las ciudades tras el refer¨¦ndum

Los ayuntamientos de las principales ciudades espa?olas realizan durante estos d¨ªas un plan intensivo de limpiezas que pretende eliminar el c¨²mulo de carteles y pintadas realizadas durante la campa?a del refer¨¦ndum. El Ayuntamiento de Madrid gastar¨¢ 35 millones de pesetas en dejar limpias sus paredes. Con este fin ha contratado a 400 personas de las listas del paro, que colaboran con los 100 trabajadores fijos pertenecientes al Departamento de Limpiezas. El presupuesto del Ayuntamiento de Valencia asciende a 9 millones de pesetas, y en el proyecto participan 63 trabajadores municipales.Algunos de los carteles pegados en las paredes madrile?as, con frases como "Dios beridiga cada rinc¨®n de esta OTAN", "Felipe: vamos a bailar la JOTAN" y "en inter¨¦s de Espa?a, vota, yes", han comenzado a desaparecer. Uno de los responsables municipales explic¨®: "Durante la campa?a hemos hecho la vista gorda, pero ahora hemos comenzado a actuar, y de una forma radical, empezando por el centro de la ciudad y llegando hasta los barrios perif¨¦ricos".

El director del departamento de Medio Ambiente, Jorge Tinas, afirma que cuando las pintadas fueron realizadas sobre edificios o monumentos notables de la ciudad, fueron eliminadas con la m¨¢xima urgencia por motivos est¨¦ticos y no pol¨ªticos. Asimismo, fueron suprimidas de inmediato las pintadas hechas en el Palacio de los Deportes de Madrid con textos ofensivos hacia el Rey y el presidente del Gobierno. La ciudad de Madrid no se hab¨ªa visto inundada con tantos carteles y pintadas pol¨ªticas desde las ¨²ltimas elecciones generales. Seg¨²n Jorge Tinas, en las elecciones de octubre de 1982, el presupuesto para la operaci¨®n de limpiezas ascendi¨® a 60 millones de pesetas.

Tinas explica el hecho de las n¨²merosas pintadas durante la campa?a del refer¨¦ndum: "La impresi¨®n de carteles es mucho m¨¢s costosa que cualquier aerosol, y el presupuesto de los partidarios del no ha sido escaso". Sin embargo a?adi¨® que la eliminaci¨®n de las pintadas es costosa, ya que para ello se requieren productos qu¨ªmicos especiales.

La opini¨®n sobre la costumbre de pintar en las paredes, que, a juicio de Tinas, da un aspecto tercermundista a la ciudad, difiere de la de alg¨²n sector de la intelectualidad espa?ola, que en ocasiones las han defendido. Este es el caso del escritor Manuel Vicent, que afirma que "la mejor literatura moderna se hace en las paredes". Las pintadas han sido durante muchos a?os muestras de ingenio de las llamadas culturas rebeldes.

Cuando Santiago Carrillo fij¨® su residencia en Espa?a apareci¨® en el metro de Madrid una leyenda que dec¨ªa: "Hay que matar al cerdo de Carrillo"; dos horas m¨¢s tarde alguien escribi¨® debajo: "Carrillo, ten cuidado, que te quieren matar al cerdo". Un sector del movimiento feminista luch¨®, aerosol en mano, contra una campa?a publicitaria en la que se le¨ªa sobre el cuerpo de una mujer desnuda: "Toda t¨² eres un culito". Las feministas protestaron: "Somos mujeres, no culos".

El Ayuntamiento ha fijado multas que van de 5.000 a 10.000 pesetas para los transgresores de la limpieza callejera. Sin embargo, El Pistolillas, reincidente pintor callejero, coment¨®: "El riesgo de que te pillen y tener que apoquinar no es nada comparado con el gustazo que da expresarte libremente". Y concluy¨® diciendo: "La libertad bien vale una pintada".