Juan Marichal: "Entre 1926 y 1936 las letras tuvieron una acumulaci¨®n astrol¨®gica de creadores"

El ciclo sobre La literatura espa?ola en 1936: evocaci¨®n y homenaje, organizado en la Biblioteca Nacional por el Ministerio de Cultura, prosigui¨® ayer con la intervenci¨®n del historiador Juan Marichal, catedr¨¢tico de la universidad norteamericana de Harvard, quien analiz¨® las ideas que animaron a los escritores de la d¨¦cada anterior a la guerra civil. Para Marichal, "entre 1926 y 1936 las letras espa?olas tuvieron una acumulaci¨®n antol¨®gica de creadores, lo que justifica para ese decenio el calificativo de espl¨¦ndida d¨¦cada".

"En los a?os anteriores a la guerra se produjo una verdadera acumulaci¨®n astrol¨®gica en la literatura espa?ola", afirma Juan Marichal para explicar el t¨ªtulo de su intervenci¨®n Una espl¨¦ndida d¨¦cada: 1926-1936. "Nunca se hab¨ªan reunido tantos y tan buenos escritores en un mismo per¨ªodo", contin¨²a, "reflejando con su creaci¨®n un interesant¨ªsimo avance social y cultural ya que, en definitiva, el grado de civilizaci¨®n de un pa¨ªs debe medirse por la fecundidad de su esp¨ªritu".A la hora de explicar este fen¨®nemo, Marichal subraya la evoluci¨®n de las ideas que se hab¨ªan puesto en marcha con la generaci¨®n del 98: "Por primera vez se produce en Espa?a una fractura seria con la tradici¨®n y una renuncia a la religi¨®n como sustento de la vida intelectual". Considera que, a partir de las reflexiones de Ortega y Gasset, que es quien mejor lo resume, se advierte "el surgimiento de una nueva fe que busca afirmar la condici¨®n terrenal y temporal del hombre y, l¨®gicamente, esta nueva concepci¨®n transformar¨¢ la visi¨®n de la vida, la muerte o la creaci¨®n, entre otras cosas". Jorge Guill¨¦n reflejar¨¢ esta visi¨®n no confesional de la muerte al escribir: "Embiste, toro; imp¨®nme la ley del muro cano", y Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, un heterodoxo de su ¨¦poca, se definir¨¢ como "un m¨ªstico sin dios necesario".

"La evoluci¨®n de estas ideas se reflejar¨¢ claramente en los poetas de la generaci¨®n del 27", asegura Marichal, "en quienes, sin embargo, por primera vez aparece la idea de alienaci¨®n, que era lo propio de los poetas europeos desde el romanticismo". Lorca, por ejemplo, dir¨¢ aquello de "el hombre es un ¨¢ngel ca¨ªdo". Con ellos llegar¨¢ la b¨²squeda en el irracionalismo y en el superrealismo, "pero, a diferencia de los otros europeos", distingue Marichal, "hay en los nuestros un fuerte arraigo en la poes¨ªa popular, fundamentalmente en los andaluces: Lorca escribir¨¢ romances y Alberti har¨¢ canciones y coplas".

La poes¨ªa tradicional

Marichal considera que la poes¨ªa de esos a?os es, en parte, el resultado del enorme esfuerzo de recuperaci¨®n de la poes¨ªa tradicional y popular, iniciado en este siglo. Una an¨¦cdota le sirve de testimonio: "Federico Garc¨ªa Lorca era un joven y poco conocido granadino cuando acompa?¨® a Men¨¦ndez Pidal, exponente del 98, a recopilar poemas y coplas por Granada. M¨¢s tarde, Men¨¦ndez Pidal se lamentar¨ªa de que los romances del granadino se apartasen de la normativa tradicional, pero ¨¦se es otro problema", concluye."Desde el ¨¢ngulo de la literatura", dice Marichal, "se puede recordar nuestra guerra sin demasiadas amarguras, pues tenemos el legado de esos a?os espl¨¦ndidos que la antecedieron. Los escritores que emprendieron el exilio continuaron esa actividad y la unidad de lengua con Hispanoam¨¦rica permiti¨® que el teatro de Lorca se continuase representando, por ejemplo, o que muchos autores siguiesen siendo le¨ªdos". Parodiando al ruso Korlenko, "muchos pudieron decir mi patria es la literatura espa?ola".

El lunes 14, el ciclo contin¨²a con una mesa redonda y coloquio, con Rosa Chacel, Ernesto Gim¨¦nez Caballero, J. A. Maravall, Rafael Mart¨ªnez Nadal y Mar¨ªa Zambrano.