Susana Agnelli

Se llama Susana Agnelli y pertenece a la familia propietaria de la Fiat, el equipo de f¨²tbol de la Juventus y algunas cosas m¨¢s en Tur¨ªn y sus alrededores. Actualmente es subsecretaria de Estado para Asuntos Exteriores, pero ha sido alcaldesa de Argentario, eurodiputada, miembro de la Comisi¨®n Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de las Naciones Urtidas y ha publicado tres libros, dos de ellos novelas autobiogr¨¢ficas que han conseguido cuotas de ventas considerables en su pa¨ªs, Italia. A pesar de todo, asegura que desea ser recordada como "madre de seis hijos y abuela de 10 nietos."

Naci¨® el 24 de abril de 1922, en Tur¨ªn, como corresponde a su apellido. Un apellido que, considera, no le ha dado privilegios especiales. "De peque?a tuve una formaci¨®n muy estricta, como correspond¨ªa a mi familia. Fue una educaci¨®n brit¨¢nica, sin privilegios. Si no terminaba la comida, me la guardaban para la noche. El ¨²nico privilegio que s¨ª tuve fue el de ser una Agnelli", afirma esta mujer que cree en que la gen¨¦tica transmite, adem¨¢s de caracter¨ªsticas externas como el color de los ojos o del pelo, otras m¨¢s metafisicas como el car¨¢cter o la conducta. "En Monte Argentario, el pueblo donde yo fui alcaldesa", explica, "la gente es perversa. Se pasan el d¨ªa pele¨¢ndose los unos con los otros. Adem¨¢s, odian a los extranjeros y, como es un lugar de veraneo, se dedican a robar a los turistas. No creo que se enfaden porque lo diga una vez m¨¢s, ya que lo he escrito muy claro en mis libros. Ya lo saben". Los motivos de que la poblaci¨®n de la zona sea tan pendenciera los encuentra en sus or¨ªgenes: "Son descendientes de grandes mezclas. All¨ª estuvieron los espa?oles, que llevaron a muchos prisioneros; tambi¨¦n han ido muchos italianos del Sur. No pod¨ªa salir otra cosa". Est¨¢ convencida de esa verdad y a?ade: "Dios da unas cosas y quita otras. Es el pa¨ªs m¨¢s bello del mundo y tiene la peor gente".Por v¨ªa familiar ha conocido a media Italia, a medida que ha tenido los hilos del poder cultural, pol¨ªtico e industrial en sus manos durante este siglo. Guarda especial recuerdo de Curzio Malaparte, que fue amante de su madre, y de Moravia, que es "un gran escritor, pero, sobretodo, un gran narrador, especialmente cuando yo lo conoc¨ª, que deb¨ªa tener 20 a?os. Ten¨ªa una forma de contar las cosas fuera de lo normal, fascinante". Tambi¨¦n guarda buenos recuerdos de Gabrielle D'Annunzio, al que considera un escritor notable. Sin embargo, ninguno de ellos le ha influido en cuanto a escritora: "Creo que un escritor de verdad nunca es influido por otro".

Respecto al futuro cultural, se muestra muy optimista. Ve la mayor vitalidad en los pa¨ªses latinoamericanos, especialmente en cine, literatura y pintura. Y como sea que no cree que la mayor potencia industrial europea y anglosajona tenga ning¨²n tipo de influencia sobre la difusi¨®n de los productos culturales, dice estar convencida de que el tiempo que ha de venir va a estar marcado por el esplendor de esa cultura. Como aval a lo que afirma, pone su conocimiento de Roma, Par¨ªs o Nueva York, por una parte, y su estancia de 12 a?os en Argentina, por otra. "Puede que Lee lacoca consiga vender dos millones y medio de ejemplares, pero eso no significa que sea un buen escritor". Pese a que con lacoca, directivo de la Chrysler, tiene obvios puntos de contacto, ella no ha le¨ªdo el libro. Prefiere a Borges.