Los buenos negocios de Europa con Gaddafi

El reciente ataque de Estados unidos contra Libia ha puesto de manifiesto, por segunda vez en este a?o, importantes diferencias entre Norteam¨¦rica y sus aliados europeos. Las primeras de ellas surgieron en enero, cuando el Gobierno norteamericano solicit¨®, sin ¨¦xito, la cooperaci¨®n de sus aliados para imponer un embargo econ¨®mico a Libia. Razones econ¨®micas de peso influyen en la actual postura europea de condena del ataque norteamericano.

La revoluci¨®n que llev¨® a Muammar el Gaddafi al poder en septiembre de 1969, dos a?os despu¨¦s de la guerra ¨¢rabe-israel¨ª, sentida por todos los ¨¢rabes como un golpe israel¨ª-norteamericano, pon¨ªa de relieve en aquellos primeros meses que se hab¨ªa logrado desmantelar una base militar norteamericana m¨¢s, la de Wheelus Field. Desde entonces, los enfrentamientos, la mayor¨ªa de las veces econ¨®micos, entre Estados Unidos y Libia fueron constantes al intentar Gaddafi obtener, a partir de 1976, una participaci¨®n mayoritaria o nacionalizar las compa?¨ªas petroleras extranjeras.El Gobierno libio nacionaliz¨® en agosto de 1973 a las compa?¨ªas Occidental, Marathon, CONOC y Amerada. Un mes m¨¢s tarde nacionalizaba el 51 % de los intereses de Exxon, Texaco, Mobil, Chevron, Shell, Atlantic Richfield, Grace y Geisenberg. Como consecuencia de la guerra ¨¢rabe-israel¨ª de octubre de 1973, Libia, con otros siete productores de la OPEP, embarg¨® las exportaciones de crudo con destino a Estados Unidos y contribuy¨® activamente a la campa?a de aumento del precio del crudo.

En febrero de 1974, el Gobierno libio nacionaliz¨® al grupo AMOSEAS, que se repart¨ªan a partes iguales la Standard Oil, de California, y la Texaco. En marzo de ese mismo a?o nacionaliz¨® por completo a la Shell, que hab¨ªa rechazado la oferta de participaci¨®n del Gobierno libio. A partir de entonces, Libia entabl¨® negociaciones con otros grupos petroleros, como el ENI, la Compagnie Fran?aise des P¨¦troles (CFP), Elf-Aquitaine, Elf-ERAP e Hispanoil, y con sociedades alemanas, que entraron en el mercado petrolero libio.

Gran n¨²mero de proyectos de desarrollo, relacionados con el petr¨®leo fundamentalmente, pero tambi¨¦n de construcci¨®n e industriales, fueron atribuidos en esos a?os a empresas europeas. Italia, Alemania Occidental y Espa?a, aunque tambi¨¦n el Reino Unido y luego Grecia, se convirtieron en los principales socios econ¨®micos de Libia.

El producto nacional bruto (PNB) libio aument¨® considerablemente desde la guerra de 1973, despu¨¦s de la cual el precio del petr¨®leo se cuadruplic¨®. En 1976 ese PNB se situaba ya en 14.828 millones de d¨®lares, y lleg¨® a la cresta de 30.000 millones en 1981. Libia import¨® en esos a?os mercanc¨ªas por valor de 3.200 millones de d¨®lares en 1976, y lleg¨® al m¨¢ximo de 8.015 millones en 1981. A partir de este a?o los ingresos de Libia iniciaron un constante descenso, que afect¨® a los proyectos de desarrollo libios y a sus importaciones. La mayor implicaci¨®n de Libia en escenarios b¨¦licos africanos hizo precisarse m¨¢s la confrontaci¨®n, con Estados Unidos. Libia comenz¨® a dedicar a importaciones militares el 40% de su presupuesto, unos 4.000 millones de d¨®lares.

Los embargos de EE UU

En marzo de 1982, el presidente de Estados Unidos prohibi¨® la importaci¨®n de, petr¨®leo libio, a la par que la URSS se introduc¨ªa de lleno en el mercado libio con la construcci¨®n de un gasoducto de 570 kil¨®metros entre Marsa y Brega. En la d¨¦cada de los ochenta Europa y Libia estrecharon considerablemente sus relaciones econ¨®micas. Libia lleg¨® a suministrar el .1.5% de las necesidades energ¨¦ticas de Italia, y se convirti¨® en el tercer suministrador energ¨¦tico de Alemania Occidental.Estados Unidos, por el contrario, recomend¨®, en diciembre de 1984, a todas sus compa?¨ªas que retirasen al personal norteamericano de Libia, invalid¨® los pasaportes norteamericanos para viajar a ese pa¨ªs, y en noviembre de 1985 impuso un embargo total a las importaciones de petr¨®leo l¨ªbio. En enero de 1986, el presidente Reagan intent¨®, sin ¨¦xito, que sus aliados europeos se sumaran al embargo econ¨®mico contra Libia decidido por Estados Unidos.

La negativa europea se explica f¨¢cilmente. El endeudamiento libio con Europa es considerable y la relaci¨®n econ¨®mica con Libia sigue siendo interesante, a pesar de su dificultad, en momentos de receso econ¨®mico europeo. La Fiat italiana, en donde Gaddafl adquiri¨® en 1975 una participaci¨®n que hoy se eleva al 13,8% de la compa?¨ªa, vende todos los a?os a Libia 5.004 veh¨ªculos, entre tractores camiones y turismos; las constructoras Cogefar e Impresit tienen contratos en Libia por valor de 700 millones de d¨®lares. La Agip-NAME solamente obtuvo contratos por valor de 2.000 millones de d¨®lares para poner en explotaci¨®n el petr¨®leo off-shore de Buri, pr¨®ximo a la frontera mar¨ªtima cuestionada por T¨²nez. Entre todas las compa?¨ªas italianas desplazaron a Libia 14.000 trabajadores italianos. Italia suministra, adem¨¢s, el 25% de las importaciones libias (en valor), logrando as¨ª el puesto de primer exportador a Libia, lo que incluye importantes suministros militares como misiles, blindados, corbetas y helic¨®pteros.

Las ¨²ltimas adquisiciones de Libia en Italia, seg¨²n la agencia IPS fueron la refiner¨ªa Famoil, que controla, adem¨¢s, 850 gasolineras en territorio italiano, y varios cientos de hect¨¢reas de terreno en la isla de Panteleria, a 120 kil¨®metros de la costa tunecina, en donde Libia posee, adem¨¢s, el hotel m¨¢s importante del lugar. A trav¨¦s de la Fiat, Gaddafi puede te¨®ricamente influir en el peri¨®dico La Stampa, propiedad de la empresa. Gaddafi posee una importante participaci¨®n en la cadena Telediario de Sicilia Internacional, que transmite el Libro verde del l¨ªder libio en ¨¢rabe e italiano. Tambi¨¦n tiene acciones en editoriales como Editar, de Cagliari, y Starf Photolite, de Pomeria.

Aunque la parte proporcional de la RFA en el mercado libio descendi¨® en los ¨²ltimos a?os, las exportaciones a Libia se elevaron todav¨ªa en 1985 a 658 millones de d¨®lares. Constructoras alemanas como Philipp Holzmann y Bilfinger und Berger trabajan a¨²n en Libia.

Grecia se ha convertido en uno de los socios econ¨®micos m¨¢s importantes de Libia. En 1984 se comprometi¨® a comprar 900.000 toneladas de petr¨®leo libio durante tres a?os. El presidente griego, y l¨ªder del PASOK, Andreas Papandreu, que visit¨® Libia en septiembre de 1984, propuso financiar esas compras en gran parte con venta de armas griegas, en un contrato de venta de armas por valor de 500 millones de d¨®lares, que se firm¨® en enero de 1985.

Debido a presiones y embargos del Gobierno norteamericano, por el contrario, algunos pa¨ªses europeos tuvieron que anular importantes negocios. La empresa belga Belgonucleaire renunci¨® as¨ª a la construcci¨®n en Libia de una planta nuclear, a la cual la URSS iba a suministrar generadores de 440 megavatios. Los fabricantes de Airbus tuvieron que renunciar a vender a Libia cuatro aparatos A-300 y cuatro A-310 porque ¨¦stos van equipados con motores norteamericanos Pratt and Whitney, a los cuales se aplica el embargo decidido por el presidente Reagan.

Espa?a entra en juego

El comercio de Espa?a con Libia alcanz¨® cifras importantes en lo que se refiere a exportaciones de combustibles minerales y aceites, fundici¨®n de hierro y acero, calzado, pero cay¨® sensiblemente en, 1985. Otros renglones, como grasas y aceites, p¨®lvora y explosivos,, aumentaron sin embargo. La deuda libia con Espa?a, cercana a los 150 millones de d¨®lares, fue objeto de fricci¨®n al pretender Libia saldarla con petr¨®leo, como al resto de Europa.Sin embargo, lo m¨¢s interesante de la relaci¨®n de Espa?a con Libia, aparte de la cooperaci¨®n de Hispanoil con el ente libio INOC, es la presencia financiera libia, que se inicia en 1975 con la implantaci¨®n del Banco ?rabe Espa?ol, en donde el Libyan Arab Foreigri Bank tiene un 30% de las acciones. El presidente del Aresbank es el libio Abdallah Saudi. El banco, creado para canalizar la cooperaci¨®n econ¨®mica de Espa?a con los pa¨ªses ¨¢rabes, tiene varias importantes subsidiarias, como el Banco de la Exportaci¨®n Espa?ola, Aresleasing, Aresinver, Aresservice y Arestrade.

La mayor participaci¨®n l¨ªbia est¨¢, sin embargo, en el Banco Atl¨¢ntico, que es propiedad en un 70% del Arab Banking Corp., donde los libios tienen el 30%, y en un 5% adicional del Banco Arabe Espa?ol, donde Libia, a su vez, posee el 30%. El presidente del consejo del banco es, igualmente, el libio Abdallah Saudi, y Libia tiene en el consejo de administraci¨®n cuatro de los 17 consejeros. Adem¨¢s de la gesti¨®n de Visa y Mastercard, el Atl¨¢ntico tiene vanas importantes constructoras como subsidiarias: Inmobiliaria de Par¨ªs, Inmobiliaria del Narcea, Ininober, Inmobiliaria Gran V¨ªa, Inversora Meridional y Promotora Navarra, Interleasing, y dos filiales del banco, una en Z¨²rich y otra en Panam¨¢.