Con los cohetes no llegaron los d¨®lares
Comiso y Vittoria son consideradas en Sicilia como dos islotes rojos situados entre los montes Ibleos. Pero en Comiso, los comunistas, que actualmente gobiernan en Vittoria con el 60% de los votos, se dejaron arrebatar la mayor¨ªa por los socialistas hace unos diez a?os. Cuando comenzaron los trabajos para la construcci¨®n de la base, en Comiso se hallaba al frente de la alcald¨ªa Catalano, un ex militante del Movimiento Social Italiano (MSI), de extrema derecha, al que se considera relacionado con personajes al margen de la ley y un oportunista que se pas¨® al partido socialista para cumplir su m¨¢xima ambici¨®n: ser alcalde.Al principio, Catalano apoy¨® el no a la base, pero, por las presiones de su partido y los efectos deslumbrantes de un viaje a Estados Unidos, empez¨® a vender la idea de que la base pod¨ªa convertirse en una fuente de bienestar econ¨®mico y puestos de trabajo para el pueblo. Lo resumi¨® en el lema Con los misiles llegar¨¢n los d¨®lares.
"Bajo la presi¨®n del paro la gente crey¨® las promesas de Catalano", afirma el alcalde Paolo Monello. "Ello, unido a que, al rellenar las instancias para pedir trabajo en la base, hab¨ªa que presentar el aval de al menos tres personas respetables del pueblo, logr¨® el 20% de los votos en las elecciones municipales de 1983, frente al 12% logrado en las anteriores", a?ade.
El establecimiento de los misiles recibi¨® las bendiciones del obispo de Ragusa, que consagr¨® la llamada iglesia de los misiles y calific¨® el pacifismo como una "histeria colectiva provocada por la imperante ausencia de ideales".
Por su parte, el alcalde de Vittoria, Paolo Monello, promulg¨® una ordenanza por la que se prohib¨ªa el paso por este t¨¦rmino municipal de los camiones que sirven como rampa de lanzamiento de los mis?les. El prefecto de Ragusa anul¨® la ordenanza 15 d¨ªas despu¨¦s, pero Monello afirma con una sonrisa traviesa que "los camiones nunca han pasado por aqu¨ª".
As¨ª, mientras de Vittoria sal¨ªan los aguerridos actos de protesta a favor de? desarme, Catalano organizaba contram¨¢nifestaciones con el pretexto de la solidaridad con el pueblo polaco.
Con su postura blanda respecto a las bases, Catalano logr¨® el apoyo incondicional del partido socialista, que hizo la vista gorda a sus numerosos chanchullos y corruptelas, entre,los que se hallan el misterioso paso de dos concejales comunistas al partido socialista. Pero, al cabo de un a?o, en Comiso segu¨ªa habiendo unos 2.500 parados, ya que la base, que es, en cuesti¨®n de abastecimientos, completamente aut¨®noma, dio trabajo s¨®lo a un centenar de isle?os.
En las elecciones para el Parlamento Europeo de 1984, Catalano perdi¨® todos los votos que hab¨ªa ganado el a?o anterior. Ya se hab¨ªa anunciado la plena instalaci¨®n de los primeros 16 misiles. Su partido le abandon¨® y Catalano se veng¨® contra Vittoria levantando a la opini¨®n p¨²blica de Comiso contra el paso de las tuber¨ªas de agua por su territorio del pueblo vecino que anteriormente hab¨ªa aprobado.
Finalmente, Catalano dimiti¨® y las tuber¨ªas que traen el agua. de unas fuentes situadas en las colinas que dominan la base nuclear van a parar ahora a la llamada fuente de la paz, que se construy¨® a la entrada de Vittoria.
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