La evoluci¨®n de los obispos y el sol

?Les extra?a a los informadores de ese peri¨®dico que el cardenal Taranc¨®n se pronuncie, aunque con reservas, por la teolog¨ªa de la liberaci¨®n? (EL PA?S 22 de mar zo). ?Acaso no se pronunci¨® tambi¨¦n a favor del cambio pol¨ªtico en Espa?a una vez desaparecido el dictador? ?Qui¨¦n no recuerda su discurso, tan persuasivo como los de Indalecio Prieto, pero menos cautivador que los de Emilio Castelar, con motivo de la coronaci¨®n de Juan Carlos I? Los obispos no suelen mirar las cosas a la ligera. Cautos, pensativos, a veces aureolados de misticismo, gustan de mirar al horizonte y, por encima de todo, al cielo. Cuando aquello del 23-F, con la paciencia de Job, se pasaron la noche en vela esperan do que amaneciese. Amaneci¨® por el Este, que es el lado leg¨ªtimo, y entonces los obispos pudieron tomar el sol tranquilamente. Por aquellas fechas tambi¨¦n hubo muchos informadores que se extra?aron de la indecisi¨®n episcopal, extra?eza que carece de sentido, por que a los obispos no se les pueden pedir cosas imposibles. No iban a ser tan ingenuos como para ponerse a tomar el sol antes de que ¨¦ste saliese- La Coru?a.