Una ciudad convertida en fortaleza
Tokio se ha convertido estos d¨ªas en una fortaleza inexpugnable, como consecuencia de las impresionantes medidas de seguridad que se han adoptado ante la cumbre. Un total de 30.000 polic¨ªas ha sido movilizado ante la llegada de los jefes de Estado o de Gobierno de Estados Unidos, Canad¨¢, Rep¨²blica Federal de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, que junto a Jap¨®n forman el club de los siete grandes. Asistir¨¢ tambi¨¦n el presidente de la Comisi¨®n Europea.
Para que nada escape al control, se ha previsto una constante vigilancia de helic¨®pteros sobre la zona central de Tokio, donde se alojan los dirigentes, y la paralizaci¨®n casi completa del centro de la ciudad, donde s¨®lo pueden circular los autom¨®viles de las comitivas oficiales de los participantes de la cumbre de los siete.
La polic¨ªa teme que se intenten actos terroristas destinados a interrumpir las deliberaciones de unas reuniones en las que el principal tema de discusi¨®n ser¨¢ precisamente la lucha antiterrorista. Para evitarlo, se ha montado el mayor dispositivo de seguridad desde la II Guerra Mundial. Agentes de uniforme y de paisano vigilan los principales edificios y calles de la ciudad. Los accesos al palacio de Akasaka, donde va a celebrarse la cumbre, han sido bloqueados.
El director general de la polic¨ªa japonesa, Hideo Yamada, ha declarado que su principal preocupaci¨®n procede de los grupos de la extrema izquierda nipona, m¨¢s que los terroristas internacionales. El pasado marzo, varios cohetes de fabricaci¨®n casera fueron lanzados contra la Embajada estadounidense en Tokio, el palacio del emperador Hiro Hito y los propios jardines del palacio de Akasaka.
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