La detenci¨®n de 'Txomin'

LA DETENCI?N y posterior ingreso en prisi¨®n del dirigente de ETA Txomin Iturbe Abasolo parece confirmar la decisi¨®n del Gobierno franc¨¦s de mantener los acuerdos suscritos anteriormente con Espa?a en materia de cooperaci¨®n antiterrorista. Txomin Iturbe, considerado desde hace a?os como el n¨²mero uno, o en todo caso como uno de los dirigentes m¨¢s influyentes de la organizaci¨®n terrorista, deber¨¢ responder el pr¨®ximo d¨ªa 15, ante el tribunal de Bayona, de un delito menor -incumplimiento de una orden administrativa que le obligaba a residir en la ciudad de Tours- por el que puede ser condenado de tres a seis meses de c¨¢rcel. Hasta la celebraci¨®n del juicio, Iturbe permanecer¨¢ en prisi¨®n.La experiencia ha confirmado que el terrorismo de ETA tiene ra¨ªces prioritariamente aut¨®ctonas, y el reciente informe de la comisi¨®n de expertos contratados por el Gobierno vasco destaca, entre sus conclusiones, que ETA no puede ser identificada con otros movimientos terroristas de inspiraci¨®n y financiaci¨®n internacional. Eso no obsta para que los contactos de ETA con bandas armadas m¨¢s o menos hom¨®logas hayan facilitado al terrorismo vasco lugares de adiestramiento, colaboraciones interesadas, un mercado de armas asequible y qui¨¦n sabe si no pocas filtraciones de servicios secretos internacionales. Por otro lado, la existencia de una frontera monta?osa en el territorio en que ejerce su actividad ha resultado decisiva para la continuidad de ETA aun tras la instauraci¨®n de un r¨¦gimen de libertades en Espa?a y la puesta en marcha de una amplia autonom¨ªa pol¨ªtica en Euskadi. De ah¨ª la dimensi¨®n internacional del problema, especialmente en relaci¨®n con Francia.

ETA, como reconocen sus m¨¢s l¨²cidos portavoces pol¨ªticos, no puede lograr sus prop¨®sitos (en el sentido de imponer militarinente sus objetivos a la poblaci¨®n), pero conserva una importante capacidad mort¨ªfera y desestabilizadora. Y esa capacidad podr¨ªa mantenerse incluso si su apoyo social directo disminuyera dr¨¢sticamente. De ah¨ª la necesidad de combinar, en una estrategia coherente, medidas tendentes a provocar el aislamiento social de los terroristas, por una, parte, y otras dirigidas a limitar su capacidad de actuaci¨®n.

La capacidad de actuaci¨®n de ETA est¨¢ relacionada, a su vez, con la posibilidad de mantener un n¨²cleo dirigente a resguardo de la actuaci¨®n policial. ETA alcanz¨® su nivel m¨¢ximo de eficacia en el per¨ªodo 1979-1981, cuando se consolid¨® en Francia una direcci¨®n curtida, forjada a comienzos de la d¨¦cada de los setenta, que garantizaba las ofensivas con casi total independencia de las detenciones de comandos en Espa?a. La pol¨ªtica de deportaciones seguida por Francia a partir de los acuerdos con el Gobierno espa?ol de 1983 respond¨ªa a la constataci¨®n mutua de esa situaci¨®n. Los ¨¦xitos de la polic¨ªa espa?ola en la desarticulaci¨®n de comandos en el interior apenas modificaban su virulencia. Ello era as¨ª porque la direcci¨®n de ETA, a resguardo, conservaba la iniciativa, y organizar un comando que golpea y se retira a un refugio seguro no es demasiado dif¨ªcil.

La presencia de Iturbe en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s era conocida por las autoridades galas, y su detenci¨®n parece el resultado de una gesti¨®n del Gobierno espa?ol tras el criminal atentado de Madrid. Pero la posibilidad legal, ahora utilizada, de que los dirigentes de ETA sean interrogados en Franciaen relaci¨®n a delitos producidos en Espa?a no parece que pueda servir para avanzar mucho en ¨¦l esclarecimiento de las responsabilidades o el descubrimiento de las redes terroristas. Iturbe se ha limitado a declarar que no sabe nada de los asuntos sobre los que, seg¨²n un cuestionario enviado por el Ministerio espa?ol del Interior, ha sido preguntado.

Por ello, el recurso a la comisi¨®n rogatoria utilizado por el Gobierno espa?ol parece destinado a provocar la detenci¨®n como paso previo para la eventual deportaci¨®n de los detenidos a terceros pa¨ªses. El Gobierno franc¨¦s deber¨¢ decidir, de aqu¨ª al d¨ªa: 15, e independientemente del resultado del juicio que se celebra ese d¨ªa, si opta por expulsar a Txomin Iturbe, como antes lo hiciera con otros destacados jefes de ETA, o prefiere prolongar su situaci¨®n de residencia tolerada -y vigilada- en Francia. Sin duda alguna, en su elecci¨®n Par¨ªs ha de sopesar las amenazas directas que en el pasado la direcci¨®n de ETA ha hecho en el sentido de exportar sus criminales atentados al coraz¨®n de Francia y de golpear tambi¨¦n contra la gendarmer¨ªa y la poblaci¨®n francesa si el Gobierno se muestra demasiado activo en la desarticulaci¨®n de la banda.en el sur del pa¨ªs. Por otra parte, si el Gobierno franc¨¦s elige la v¨ªa de la prolongaci¨®n de la residencia de Txomin, se confirmar¨ªa que Francia sigue apostando por la hip¨®tesis de un ala de ETA favorable a la negociaci¨®n, de la que el propio Iturbe ser¨ªa principal representante.

Una colaboraci¨®n eficaz contra el terrorismo entre Espa?a y Francia exige en cualquier caso soluciones concretas que impidan la permanencia de la direcci¨®n del gansterismo pol¨ªtico vasco en el sur del pa¨ªs vecino y que no toleren las actividades pol¨ªticas ni los manejos terroristas de los llamados eufem¨ªsticamente refugiados vascos. Algo que la aparici¨®n del GAL y del terrorismo de respuesta ha dificultado m¨¢s a¨²n, contribuyendo a regar de sangre el Euskadi franc¨¦s mientras no se resuelven los problemas de fondo.