Sistema de seguridad de una cooperativa de taxis contra los atracos
Un n¨²mero de identificaci¨®n comienza a parpadear, a cualquier hora del d¨ªa, con una ligera tendencia a la nocturnidad, en una pantalla situada en la planta 20 del edificio Espa?a, en la plaza del mismo nombre. Eso significa que uno de los 800 taxistas de la cooperativa Radiotel¨¦fono Taxi est¨¢ en apuros. La telefonista da el aviso inmediatamente a los propios compa?eros del amenazado y a la polic¨ªa. Los primeros suelen llegar antes y en m¨¢s de una ocasi¨®n se ha evitado el atraco y se ha detenido, y a veces magullado, al atracador.
El sistema se implant¨® en 1983, explica explica Gregorio Gonz¨¢lez, presidente de Radiotel¨¦fono Taxi, la cooperativa m¨¢s potente del sector en Madrid, tanto por su n¨²mero de socios, unos 800, como por el n¨²mero de viajes efectuados, 1.045.000 en 1985. Ese a?o la cooperativa se enfrent¨® al reto profesional de modernizar sus instalaciones, en particular el sistema de recogida de avisos de los clientes. Pero tambi¨¦n al problema de c¨®mo aumentar los m¨¢rgenes de seguridad de sus trabajadores.En 1981 muri¨® asesinado Mart¨ªn Elvira Crespo, en un descampado del distrito de Ciudad Lineal. En octubre de 1982, aunque la agresi¨®n se produjo en diciembre del a?o anterior, muri¨® Manuel Campos Ponce, tambi¨¦n por heridas de navaja que le asestaron en las cercan¨ªas de la plaza de Manuel Becerra. En ese mismo mes de octubre falleci¨® Pedro Pe¨®n Gil, y en junio de 1983, Juan Jos¨¦ Bartolom¨¦. Todos eran taxistas.
Las diferentes agrupaciones del sector se desga?itaron pidiendo a las autoridades mayor protecci¨®n para los taxistas. El Ayuntamiento de Madrid autoriz¨® la inmatalaci¨®n de mamparas de seguridad en los taxis -sistema que no encontr¨® aceptaci¨®n- Otra cooperativa del sector anunci¨® la instalaci¨®n de una se?al luminosa de socorro que se encend¨ªa en el exterior al pulsar el conductor un bot¨®n, se?al que no pod¨ªa ser vista por el pasajero-atracador, pero tampoco este sistema tuvo demasiada aceptaci¨®n en el gremio.
Radiotel¨¦fono Taxi decidi¨® crear su propio sistema de seguridad. Adquiri¨® una centralita de avisos con tres canales, cada taxi tuvo un c¨®digo de identificaci¨®n, y se instal¨® en los veh¨ªculos una se?al de alarma, conectada directamente con la central. El sistema se completar¨¢ pr¨®ximamente, cuando entre la cooperativa y la Polic¨ªa Municipal quede instalado una especie de tel¨¦fono rojo que establece la comunicaci¨®n simplemente con levantar el auricular.
Gregorio Gonz¨¢lez se complace en explicar las caracter¨ªsticas del sistema, que es muy simple. Cuando un taxista se siente amenazado, da una se?al y en una de las tres pantallas conectadas al ordenador de la central aparece un n¨²mero -el c¨®digo de identificaci¨®n- intermitente, acompa?ado de un pitido. La persona que atiende la central identifica el taxi y comunica a la Polic¨ªa y a los restantes socios de la cooperativa que ese taxi, en tal zona, est¨¢ en apuros.
La eliminaci¨®n del peligro depende mucho de la tranquilidad del taxista. "Hay que tener en cuenta", a?ade Gregorio Gonz¨¢lez, "que al pulsar el bot¨®n de alarma el micr¨®fono queda abierto autom¨¢ticamente, lo que permite escuchar desde la central la conversaci¨®n entre conductor y pasajeros. Si el taxista tiene la suficiente sangre fr¨ªa como para darnos alguna indicaci¨®n del lugar donde est¨¢, una frase del tipo de pero, hombre, c¨®mo me vas a atracar en plena calle tal, la localizaci¨®n es m¨¢s exacta".
M¨¢s o menos, los hechos ocurrieron de esta forma hace un par de meses, cuando, en el camino viejo de Legan¨¦s, un presunto atracador, despu¨¦s de haber tomado el taxi cerca de la avenida de Oporto, vio c¨®mo, de repente, comenzaban a aparecer taxis y rodeaban el suyo.
La polic¨ªa se lo llev¨® minutos; m¨¢s tarde detenido, y en ese tiempo el presunto atracador tuvo tiempo de golpearse con el pomo de la portezuela. "Ahora", termina el presidente, "nos encontramos m¨¢s seguros, aunque no siempre se consigue evitar el incidente".
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