Una noviller¨ªa desanimada
Las dos novilladas que se han celebrado en la Feria de San Isidro no han podido ser m¨¢s descorazonadoras. Novilleros punteros en quienes ten¨ªan cifradas los aficionados muchas esperanzas han fracasado de plano, hundidos en el des¨¢nimo, a pesar de que contaron con ganado ideal para el lucimiento.
Sin embargo, todos ellos saben torear y torean bien, como demostraron con anterioridad en Las Ventas y en muchas otras plazas. En su mayor¨ªa son alumnos de escuelas taurinas, donde les ense?aron la t¨¦cnica del toreo y cultivaron los rasgos esenciales de la personalidad de cada cual.
Algo ha ocurrido en tan poco tiempo, y posiblemente tengan mucho que ver los taurinos profesionales. Tan pronto caen estos j¨®venes toreros bajo el ¨¢mbito de su influencia, les invierten su escala de valores. Los taurinos profesionales infravaloran la torer¨ªa, que en las escuelas se inculca como cualidad fundamental; consideran accesorio el amplio repertorio de suertes que los alumnos traen aprendido y practican, y en cambio les mentalizan para que peguen derechazos y naturales, pues para los taurinos profesionales de esta hora ah¨ª empieza y termina el toreo.
Muchas veces, cuando el torero sale a bregar la lidia, a lucirse en quites o florea con suertes variadas la faena de muleta, hemos o¨ªdo decir al apoderado: "D¨¦jate de tonter¨ªas,, y t¨², a lo tuyo". Lo tuyo es, por supuesto, pegar derechazos y naturales sin tino.
Se produce en los j¨®venes toreros, como consecuencia, una crisis de personalidad art¨ªstica, una desorientaci¨®n de la que muy pocos se recuperan. Y, al propio tiempo, entran en un mundillo de mezquindades e intereses creados que defrauda y anula el romanticismo que alent¨® su vocaci¨®n torera. Aqu¨ª puede estar la causa de, la desgana, la vulgaridad y el fracaso de los novilleros en la feria.
Sese?a, a unos d¨ªas de la alternativa, tore¨® sin ambici¨®n; Rafael Camino lloraba de impotencia; S¨¢nchez Cubero no encontraba su identidad. Son tres ejemplos de toreros, con buenas condiciones para el oficio, a punto de malograr por la mediocridad y el des¨¢nimo.
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