Lorca regresa a la Residencia de Estudiantes
La Fundaci¨®n Garc¨ªa Lorca pone a disposici¨®n de los ¨ªnvestigadores textos y cartas in¨¦ditas del poeta
La antigua Residencia de Estudiantes, convertida en residencia de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) en el a?o 1941, recuperar¨¢ la presencia de uno de sus m¨¢s ilustres hu¨¦spedes: Federico Garc¨ªa Lorca. Cerca de 2.000 p¨¢ginas manuscritas del poeta con textos todav¨ªa in¨¦ditos, fotos, cartas y una colecci¨®n completa de las obras; publicadas sobre ¨¦l estar¨¢n ubicadas en uno de los pabellones del mediod¨ªa de la Residencia de Estudiantes tras el acuerdo que firmar¨¢n el pr¨®ximo viernes Isabel Garc¨ªa Urca, como presidenta de la Fundaci¨®n Garc¨ªa Lorca, y Enrique Trillas, como presidente del CSIC.
Lorca lleg¨® a la Residencia de Estudiantes con 21 a?os, en 1919, y vivi¨® en ella hasta 1927. Acababa entonces de publicar su primer libro en prosa, Impresiones y paisajes, y en los ocho a?os que permaneci¨® en ella se dio a conocer como poeta y autor teatral. Nada m¨¢s llegar a Madrid, en 1919, publica su primera poes¨ªa, Balada de la flauta, y en 1920 estrena en el teatro Eslava El maleficio de la mariposa. Su primer libro de versos, llamado simplemente Libro de poemas, dedicado a su hermano Francisco, apareci¨® tan solo un a?o despu¨¦s.El manuscrito reci¨¦n terminado de Mariana Pineda, que Lorca ley¨® a la familia Dal¨ª en un viaje que hizo en 1925 a Cadaqu¨¦s, hab¨ªa tomado forma en las habitaciones del edificio de ladrillo rojo que corona la peque?a colina situada al fondo de la calle del Pinar. Mariana Pineda fue estrenada por la compa?¨ªa de Margarita Xirg¨² en 1927, el mismo a?o en que Federico abandon¨® la Resi, el centro intelectual m¨¢s importante de la ¨¦poca. Pero, seg¨²n recuerda su hermana Isabel, Lorca sigui¨® frecuentando sus salones y el piano, que a¨²n hoy espera mudo junto a las ventanas de la planta baja. "Federico volv¨ªa mucho; le ten¨ªa un gran cari?o y segu¨ªa muy apegado".
La ubicaci¨®n ahora de los fondos documentales de la Fundaci¨®n Garc¨ªa Lorca en el mismo escenario donde fueron concebidos algunos de ellos, es motivo de alegr¨ªa para la hermana m¨¢s peque?a del poeta. "Me gust¨® much¨ªsimo la idea desde el primer momento que nos la propusieron, hace unos meses. Yo, personalmente, tuve una reacci¨®n de alegrarme much¨ªsimo. Porque si importante es Granada en la obra de Federico, important¨ªsima es tambi¨¦n la residencia. Toda su labor literaria podemos decir que se inspira, que nace, que tiene sus ra¨ªces, por supuesto, en Granada y su paisaje. Pero tambi¨¦n es verdad que se desarrolla, se desenvuelve y se da a conocer al mundo desde aqu¨ª. De modo que la residencia me parece un sitio muy id¨®neo para que est¨¦ la Fundaci¨®n Garc¨ªa Lorca". La idea de poner a disposici¨®n de los estudio.sos los fondos documentales de la fundaci¨®n es un viejo proyecto de los herederos del poeta.
"Hace mucho tiempo pensamos", dice Isabel Garc¨ªa Lorca, que todos los manuscritos, dibujos y cartas que nosotros tenemos es una cosa importante que no deb¨ªa quedarse solamente en nuestras manos, sino que todo el mundo los pudiera usar, trabajar y estudiar, porque, en realidad, pertenecen al patrimonio cultural espa?ol. Nosotros ten¨ªamos un acuerdo con el Ayuntamiento de Granada, que es patrono de la Fundaci¨®n Garc¨ªa Lorca, al igual que la caja de ahorros de esta ciudad y la Junta de Andaluc¨ªa, pero el proyecto de crear un centro en Granada se retrasa mucho". Tras la. firma del acuerdo con el CSIC, el presidente de este organismo, Enrique Trillas, tambi¨¦n formar¨¢ parte de la fundaci¨®n.
En un primer momento, la intenci¨®n de Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Pelayo, director del programa de extensi¨®n sociocultural del CSIC, era reunir en la residencia, adem¨¢s de los fondos documentales de la fundaci¨®n, los objetos personales, ropas y recuerdos que quedan del poeta. Pero a Isabel Garc¨ªa Lorca -rodeada de la presencia de Federico, que se asoma desde las fotos colocadas sobre el piano, en el borde de las estanter¨ªas repletas de libros o desde la colecci¨®n de dibujos que se reparten por las paredes del sal¨®n, junto a varios Dal¨ª- no le gusta que se muestren los objetos personales de su hermano.
"Lo m¨¢s valioso de los fondos es, sin duda, el manuscrito de La casa de Bernarda Alba, seg¨²n creo yo", dice Isabel Garc¨ªa Lorca, " pero como interesante para los investigadores est¨¢n, sin duda, los textos in¨¦ditos de adolescencia y muy primera juventud. Los fondos que llevaremos a la, residencia son manuscritos, porque ropas no me gusta nada que se muestren".
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