Una funcionaria 'kamikaze' contra las corruptelas de los juzgados
B. DE LA C., Dolores Sancho Silvestre, de 41 a?os, viuda, militante de CC OO, oficiala interina del Juzgado de Primera Instancia n¨²mero 7 de Madrid y estudiante de cuarto curso de Derecho, se crey¨® lo que le ense?aron sobre la lucha contra la corrupci¨®n. Convencida de que las soluciones empezaban por ella misma y por los dem¨¢s, decidi¨® "no pasar una". En menos de dos meses ha presentado ante los correspondientes jueces de guardia tres denuncias por presuntos delitos de cohecho [la denominada astilla] con poco ¨¦xito, de momento. Ante las reacciones hostiles que suscita su -actitud, algunos compa?eros la llaman kamikaze. El 17 de febrero de 1986, Dolores Sancho formul¨® su primera denuncia, que fue archivada por el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 32, sin tomar declaraci¨®n a los testigos de los hechos denunciados. Seg¨²n la denunciante, despu¨¦s de que la comisi¨®n judicial de la que ella formaba parte practicara una diligencia de calle a una sociedad adjudicataria de unos locales, el representante legal de ¨¦sta y las dos personas que le acompa?aban se ofrecieron a llevar en el coche a los miembros de la comisi¨®n judicial. En un momento del recorrido, el representante legal "sac¨® su cartera y ofreci¨® en su mano derecha dos billetes de 5.000 pesetas, al tiempo que dec¨ªa que, puesto que la diligencia se hab¨ªa complicado y estaban los funcionarios haciendo horas extras, que nos entregaba esto para compensar". Tanto Dolores Sancho como el agente judicial rechazaron el dinero ofrecido.
La segunda denuncia fue presentada el 4 de abril de 1986, por un caso similar. Tras una diligencia de embargo, al despedirse: de los funcionarios, el procurador dijo: "Bueno, ma?ana os pago", a lo que el agente judicial contest¨®: "No, esto no hay que pagarlo". Dolores Sancho denunci¨® el hecho y manifest¨® al juez que estasituaci¨®n se repet¨ªa a menudo y ofend¨ªa su dignidad de funcionaria. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, el 8 de abril de 1986, Dolores Sancho denunci¨® qu¨¦, con ocasi¨®n de unas cantidades pendientes de devoluci¨®n al adjudicatario de unas fincas en Valdepe?as, el interesado rog¨® a la oficiala que activara el asunto, y al decirle la funcionaria que tratar¨ªa de hacerlo, pero que hab¨ªa dos armarios llenos de procedimientos en situaci¨®n parecida, le contest¨® que "ser¨ªa gratificada", a lo que ella respondi¨® que recib¨ªa un sueldo y que no aceptaba ning¨²n tipo de gratificaci¨®n. Estas dos denuncias se encuentran pendientes del informe del fiscal.
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