Guerra y las mujeres

El excelent¨ªsimo se?or vicepresidente del Gobierno (Alfonso Guerra) dijo en la presentaci¨®n del programa electoral del PSOE lo siguiente: que hab¨ªa "que convivir con la econom¨ªa sumergida como con algunas mujeres: no se la puede eliminar por decreto" (Diario 16, 21 de mayo de 1986).Hay comparaciones que, pretendiendo ser chistosas, (?Viva la grasia y ol¨¦! son s¨®lo gratuitas y peligrosas. Est¨¢ claro que para el se?or Guerra las mujeres no somos, ciudadanas, de derecho, sino cosas molestas o al margen de la ley que pueden ser eliminadas con una orden.

La mente masculina es dif¨ªcil de cambiar pero, al menos, los pol¨ªticos deber¨ªan cuidarlas formas. Si el PSOE afirma que va a enfocar su campa?a electoral fundamentalmente hacia la juventud y las mujeres, con toques de modernidad y progreso, el comentario del se?or Guerra va a rebajar puntos; a no ser que intenten ganarse el voto de las mujeres disfrazando a sus cabezas de lista de manolas, con peinta y mantilla, para disimular.

?Qu¨¦ tiene el se?or Guerra contra nosotras? No lo sabemos, pero nos lo olemos: al parecer se pone nervioso con s¨®lo pensar que existimos. ?C¨®mo piensa eliminarnos? De las candidaturas ya lo ha hecho: si no por decreto, s¨ª por consenso general a izquierda y derecha. Y para eliminarnos de la faz de la tierra le sugerimos el m¨¦todo m¨¢s eficaz: envenenamiento progresivo a trav¨¦s de los alimentos; este m¨¦todo tiene un grave inconveniente y es que, para llevarlo a cabo, el se?or Guerra tendr¨ªa que

Pasa a la p¨¢gina 14

Viene de la p¨¢gina 13

convertirse en amo de casa, hacer comiditas y jugar a las casitas y a lo mejor no le apetece. Hay otros, pero no se los decimos para estimular su imaginaci¨®n.

S¨®lo a?adir que la grasia a veces se convierte en malaje y que "con las candidaturas de los machistas / se hacen tirabuzones las feministas / que las hembras cabales en esta tierra/ cuando nacen ya vienen pidiendo: no Guerra, no Guerra, no Guerra...".

Es triste, porque las ciudadanas a los pol¨ªticos tampoco los podemos eliminar por decreto.

?Esto no es Noruega, nosotras no votamos!- KALIMA, Asociaci¨®n. Cultural Feminista de Murcia.