Trinidad
Los profetas debieron de equivocarse al vaticinar la llegada fatal del Anticristo: dijeron que la Presencia que nos ha de anunciar el acabose ser¨ªa una y var¨®n. Y yo sospecho que en realidad son tres, y muy se?oras. Son Estefan¨ªa, Carolina y Grace. O sea, una Antitrinidad en toda regla.V¨¦anse, si no, los signos preternaturales del asunto. Esa Grace Madre, siempre p¨²dicamente abotonada hasta la am¨ªgdala, para quien ya se pidi¨® en su momento el beaterio. Para su canonizaci¨®n alegaban y alegan que la llorada occisa hac¨ªa prodigios. Que entre sus cuestaciones, entrevistas para Hola y galas m¨²ltiples encontr¨® tiempo para protagonizar sus milagrillos, y todo ello sin que se le despeinara el mo?o ni se le desbaratara la sonrisa.
Luego viene la Segunda Persona, o sea, la Hija. Esa Carolina de inicios turbulentos que supo regenerarse a tiempo y que ahora va disparada a los altares. Hace unos d¨ªas, un peri¨®dico madrile?o que tiene l¨ªnea directa con el Cielo public¨® que Carolina "hab¨ªa hecho un milagro". Un amigo suyo sufri¨® un accidente y entr¨® en coma; la princesa corri¨® a su vera desalada, y all¨ª, en el mism¨ªsimo hospital, empez¨® a hablarle al o¨ªdo tiernamente. Y entonces el comatoso sali¨® del trance y se salv¨®. No es un portento indiscutible, pero para ser Carolina una iluminada tan primeriza y joven se trata de una proeza asaz notable.
La ¨²nica que en principio semeja romper el terso dibujo trinitario es la peque?a Estefan¨ªa. Porque desde luego tiene poco de Esp¨ªritu, y lo de Santa tampoco concuerda demasiado bien con su apariencia. Pero, pens¨¢ndolo mejor, ?no fue un prodigio el fervor que despert¨® su reciente advenimiento a Espa?a, no fue un espasmo m¨ªstico digno de F¨¢tima? Y, por otra parte, ?qu¨¦ mayor milagro que el conseguir vender m¨²ltiples copias del espantoso disco que ha grabado?
Total, que yo creo que son la Antitrinidad y que han venido en lugar del Anticristo. Porque prefiero pensar que el Apocalipsis mordisquea ya nuestro destino a admitir que este frenes¨ª por las tres gracias es s¨®lo una prueba m¨¢s del atontolinamiento mundial, de la mentecatez y el desatino.
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