Becker aprovecha una interrupci¨®n para ganar a S¨¢nchez Vicario
El espa?ol Emilio S¨¢nchez Vicario perdi¨® ayer frente al alem¨¢n Boris Becker por 6-0, 4-6, 4-6, 6-4 y 6-2 en los octavos de final M torneo de tenis de Roland Garros. Emilio, tuvo a Becker agarrado M cuello contra las cuerdas, pero cuando se dispon¨ªa a ahogarle el alem¨¢n pidi¨® un descanso por la llovizna que ca¨ªa sobre Par¨ªs. Emilio ganaba entonces por 0-6, 6-4, 6-4 y 4-4 y el saque a su favor. En la reanudaci¨®n ya no pudo ganar m¨¢s que dos juegos frente a ocho de Becker.
A las 19.50 horas, cuando hacia media hora que lloviznaba sobre la pista central de Roland Garros, Boris Becker protest¨® por el supuesto estado resbaladizo de la pista, y provoc¨® la suspensi¨®n moment¨¢nea del encuentro. Fue una buena estratagema. Becker, dominado por el juego m¨¢s regular del espa?ol hasta ese momento, evit¨® entrar en los momentos decisiovs del cuarto set con un rival crecido y seguro de s¨ª mismo. El p¨ªcaro Ion Tiriac, el rumano que dirige la econom¨ªa de Becker, le dio la orden desde la grada, y el adolescente alem¨¢n se olvid¨® por un momento de la valent¨ªa propia en ¨¦l y pidi¨® el aplazamiento, quiz¨¢ pensando que la misma t¨¢ctica le sirvi¨® frente al norteamericano Telstcher en la ronda anterior. Acert¨® de nuevo. El partido estuvo dividido en tres fases distintas. En la primera, Becker sali¨® a la pista como una moto, como si se tratase de una r¨¦plica ten¨ªstica de la guerra rel¨¢mpago del Ej¨¦rcito alem¨¢n. Todo le sal¨ªa bien. Parec¨ªa querer vengarse pronto de su derrota frente a S¨¢nchez Vicario en los cuartos de final del ¨²ltimo torneo de Roma. Con un, primer servicio demoledor y golpes muy profundos y veloces desde el fondo, avasall¨® por completo a Emilio en la primera manga, que s¨®lo dur¨® 22 minutos.En el segundo set comenz¨® el dominio del espa?ol. Emilio tom¨® ventaja porque tuvo paciencia y supo esperar que pasase el chaparr¨®n de tenis agresivo. Becker ya no era tan seguro; iba de un lado a otro golpeando desesperadamente las bolas, con los ojos cerrados. En la segunda y tercera manga Becker no supo soportar la tensi¨®n en los momentos clave y perdi¨® su servicio en los ¨²ltimos juegos de ambas mangas. Por eso Tiriac: le indic¨® que pidiese la suspensi¨®n moment¨¢nea del partido. El par¨®n fue un acierto t¨¢ctico para el alem¨¢n y una desgracia para el espa?ol. Becker hab¨ªa abandonado la pista con el rostro congestionado, cansado psicol¨®gicamente; volvi¨® a ella cargado de ambici¨®n y con unas instrucciones muy claras: meter la bola en la pista y esperar la oportunidad para buscar golpes ganadores.
El Emilio que volvi¨® a la pista ya no era el mismo de antes. En el vestuario se hab¨ªa dejado olvidado el ritmo, la concentraci¨®n y la paciencia, y, con el cuarto set que cedi¨® inmediatamente, la ilusi¨®n por ganar. A partir de entonces, y con el p¨²blico abucheando a Becker continuamente, Emilio deambul¨® por la pista con el cerebro cegado por una nube de ansias de venganza. Y para ganar en un torneo como ¨¦ste y a un jugador como Becker, hay que olvidarse completamente de todas las cuestiones externas y centrarse en el tenis. Emilio no fue capaz de ello.
En el resto de la jornada destaca la eliminaci¨®n del argentino Mart¨ªn Jaite, und¨¦cimo cabeza de serie, que perdi¨® ante el sueco Pernfors por 6-1, 3-6, 7-6 y 7-6. Pernfors se enfrentar¨¢ a Becker en cuartos de final. El franc¨¦s Leconte gan¨® al argentino De la Pe?a por 6-1, 6-1 y 6-2, y jugar¨¢ ahora contra el sovi¨¦tico Chesnokov que venci¨® al mexicano Maciel por 6-4, 6-1, 4-6 y 61.
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