Importante reforma en la normativa sobre consumo y medicamentos
Los ¨¢mbitos en que m¨¢s se ha notado la acci¨®n del Ministerio de Sanidad y Consumo en el sentido del cambio prometido, han sido el del consumo y, en menor medida, el de los medicamentos. En el primer caso las autoridades sanitarias han actuado motivadas por lo que era el inminente ingreso de Espa?a en la CE, que obligaba a adecuar la normativa vigente a las exigencias comunitarias. El instrumento principal del cambio ha sido la elaboraci¨®n de la ley de Defensa de los Consumidores y Usuarios, aprobada con el respaldo de todos los grupos parlamentarios en mayo de 1984.La ley introdujo importantes novedades. Entre otras, la obligaci¨®n de que todos los productos contuvieran una etiqueta que incluyera los datos de producci¨®n y su composici¨®n exacta. La ley incluye tambi¨¦n un sistema de sanciones para quienes infrinjan las normas de control sanitario, as¨ª como medidas para potenciar las asociaciones de consumidores.
Otro instrumento de esta pol¨ªtica ha sido la revisi¨®n y ampliaci¨®n del C¨®digo Alimentar¨ªo, con la publaci¨®n, desde enero de 1983, de 60 disposiciones que completan pr¨¢cticamente su desarrollo. Se ha regulado, asimismo, la fabricaci¨®n y venta de ciertos productos potencialmerite peligros, como por ejemplo, el material audiovisual, la peleter¨ªa, las espumas aislantes de urea-formaldeh¨ªdo, los juguetes y las colas y pegamentos. Y se han abierto a lo largo de la legislatura 172 oficinas municipales de informaci¨®n al consumidor, lo que da un total de 386 en toda Espa?a.
Medicamentos y droga
A pesar de las resistencias de la poderosa industria farmac¨¦utica, la actuaci¨®n del Gobierno en este ¨¢mbito ha sido tambi¨¦n destacada. En primer lugar, ha revisado la normativa sobre autorizaci¨®n de nuevos medicamentos, imponiendo mayores controles en las pruebas para detectar los efectos secundarios. Las autoridades sanitarias no se han atrevido, sin embargo, a ir tan lejos como las de los, pa¨ªses n¨®rdicos y no se ha introducido la prueba de la necesidad, que hubiera frenado la proliferaci¨®n de marcas en el mercado.En segundo lugar, el proyecto Prosereme ha permitido revisar todos los medicamentos ya existentes para determinar sus incompatibilidades y posibles efectos nocivos a la luz de los ¨²ltimos conocimientos. El resultado de este proyecto ha sido la anulaci¨®n de 741 especialidades y la modificaci¨®n de 342 m¨¢s.
El caso de la droga merece menci¨®n aparte, pues ha sido objeto de un plan nacional en el que participan cinco ministerios, aunque haya sido ubicado bajo la ¨¦gida del de Sanidad. El plan ha merecido mucha atenci¨®n social, pero al t¨¦rmino de la legislatura no ha dado todav¨ªa los frutos que se esperaban de ¨¦l. Aunque ha transcurrido poco tiempo desde su aprobaci¨®n, comienzan a o¨ªrse algunas cr¨ªticas sobre si prima excesivamente los aspectos policiales sobre los sanitarios y sociales. Como prueba de ello, se aduce que varias veces se ha dado por hecha la apertura de camas para desintoxicaci¨®n en los hospitales p¨²blicos, cuando eso todav¨ªa no es verdad.
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