Infructuosas gestiones

Los primeros en denunciar lo ocurrido fueron los cient¨ªficos espa?oles. Uno de ellos, Jos¨¦ Cuatrecasas, de la Smithsonian Institution de Washington, denunci¨® el tema en la Embajada. En Madrid, el director general de Bellas Artes, Javier Tusell -el ministro de Cultura era I?igo Cavero-, denunci¨® el caso ante la polic¨ªa espa?ola y pidi¨® a la Embajada de Espa?a en Washington que gestionara ante los nuevos propietarios el retorno de las l¨¢minas, negociaci¨®n que result¨® infructuosa. El servicio jur¨ªdico del Minister¨ªo de Asuntos Exteriores elabor¨® un informe en el que se?alaba que, como paso previo a cualquier reclamaci¨®n, era necesario anular el permiso de exportaci¨®n dado por la corn¨ªsi¨®n delegada de Barcelona.Sin embargo, seis a?os despu¨¦s no se ha conseguido esa anulaci¨®n. Dionisio Hern¨¢ndez Gil, director de Bellas Artes desde noviembre de 1984, quien califica de "bochornoso y lamentable lo ocurrido", explica que actualmente tiene en marcha tres actuaciones. La primera es una solicitud en la Audiencia Territorial de Barcelona pidiendo la anulaci¨®n de la autorizaci¨®n firmada por Eduardo Ripoll. La segunda,es un intento de ejercer el derecho de retracto. La tercera es un expediente para investigar y depurar las responsabilidades a que hubiera lugar por parte de quienes autorizaron la salida.

Antonio de Senillosa, director general de Relaciones Culturales del Ministerio de Asuntos Exteriores, encuentra indignante que "unas l¨¢minas que chorrean sangre, porque costaron mucha sangre espa?ola, est¨¦n en Estados Unidos". Senillosa espera que Cultura logre la anulaci¨®n del permiso para presentar formalmente una reclamaci¨®n diplom¨¢tica en Estados Unidos diciendo que las l¨¢minas salieron de forma fraudulenta.

Santiago Castroviejo, director del Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid, dice que la exportaci¨®n de las l¨¢minas "nos puso en rid¨ªculo ante la comunidad cient¨ªfica internacional. Art¨ªsticamente son excepcionales. Como aportaci¨®n a la cultura de la humanidad tienen un valor muy superior al del famoso cuadro La marquesa de Santa Cruz. Cient¨ªficamente tienen el m¨¢ximo valor que l¨¢mina alguna pueda tener".