Waldheim conf¨ªa en el ¨¦xito de su gesti¨®n internacional a pesar de la pol¨¦mica sobre su pasado
Kurt Waldheim, reci¨¦n elegido jefe del Estado austriaco, cree que no tendr¨¢ dificultades para establecer buenas relaciones personales y pol¨ªticas con los mandatarios de otros pa¨ªses, pese a la agria pol¨¦mica en torno a su pasado y al evidente malestar que su elecci¨®n ha producido en la opini¨®n p¨²blica de los pa¨ªses occidentales. El ex secretario general de las Naciones Unidas celebr¨® ayer en la capital austriaca su primera conferencia de prensa con periodistas extranjeros como presidente de la Rep¨²blica, y asegur¨® que no ve ning¨²n problema para sus futuros contactos internacionales.
"Conozco personalmente a la mayor¨ªa de los jefes de Estado y de Gobierno y har¨¦ todo lo posible para superar eventuales reticencias por su parte". En la conferencia, Waldheim se vio frente a los corresponsales extranjeros que, desde hace meses, le han criticado con enorme dureza por su falta de claridad a la hora de dar explicaciones sobre su pasado durante la II Guerra Mundial. La reuni¨®n estuvo, l¨®gicamente, dominada por el inter¨¦s de la Prensa acerca de su servicio militar como joven teniente en los Balcanes y por las cr¨ªticas a su estrategia electoral que, seg¨²n los observadores, han fomentado el antisemitismo y el chovinismo en Austria. Respecto a los controvertidos a?os de su pasado, Waldheim no revel¨® nada nuevo e insisti¨® en que, como teniente, no ten¨ªa poder para dar ¨®rdenes y era "una especie de secretario, nada m¨¢s".El jefe del Estado electo manifest¨® que la violenta campa?a dirigida por la Prensa extranjera contra su persona, tras surgir las primeras revelaciones sobre su pasado militar y su pertenencia a organizaciones nacionalsocialistas, s¨®lo pod¨ªa explicarse "a la vista del inmenso sufrimiento que el nacionalsocialismo caus¨® al mundo y especialmente a los compatriotas jud¨ªos". Seg¨²n dijo, "estos cr¨ªmenes no deben ocurrir nunca m¨¢s y aquella pesadilla del holocausto no debe ser jam¨¢s olvidada".
Pese a los dur¨ªsimos ataques lanzados contra ¨¦l por miembros del Gobierno de Israel, tambi¨¦n considera posible establecer en el futuro buenas relaciones con las autoridades de ese pa¨ªs. "Creo que estar¨¢n dispuestas a tener buenas relaciones cuando vean que no hay ninguna prueba que apoye las acusaciones contra m¨ª". Tambi¨¦n espera poder entablar di¨¢logo con la peque?a colonia jud¨ªa austriaca, la principal v¨ªctima del antisemitismo que el conservador Partido Popular (OEVP), que ha apoyado a Waldheim, no ha dudado en fomentar para cosechar los favores de la poblaci¨®n. "La historia nos debe ense?ar comprensi¨®n, tolerancia y reconciliaci¨®n", dijo.
Uno de los principales reproches que se le han hecho a Waldheim durante la campa?a electoral ha sido que recurriera al argumento de que, como soldado del Ej¨¦rcito del III Reich, tan s¨®lo hab¨ªa cumplido con su deber. Con esta afirmaci¨®n, con la que se sab¨ªa seguro de captar los votos de la generaci¨®n de la guerra, quer¨ªa, seg¨²n sus cr¨ªticos, consumar la equiparaci¨®n entre los contendientes de ambos bandos de la guerra: los nazis, que la comenzaron, y los de la alianza antihitleriana. A la pregunta de qu¨¦ quer¨ªa decir con su teor¨ªa del "deber cumplido" como soldado, y si pensaba que no hab¨ªan cumplido su deber los que se negaron a un servicio de armas en el Ej¨¦rcito nazi y se unieron a la resistencia antifascista, Waldheim se?al¨® que ambos cumplieron. "Tengo un gran respeto por la resistencia clandestina". Aludiendo a los soldados, dijo: "Nosotros fuimos obligados a ese servicio militar".
Volvi¨® a recordar que, cuando fue herido de gravedad en el frente ruso, un compa?ero le salv¨® la vida arriesgando la suya. Precis¨® que, como soldado, su deber era humano, no hacia un r¨¦gimen que meti¨® en prisi¨®n a su padre y persigui¨® a su familia.
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