Washington y Mosc¨² mantienen sus opciones abiertas en materia de control de armamentos
La confusi¨®n m¨¢s absoluta reina en Washington sobre, el futuro del control de armas nucleares. La culpa es de Ronald Reagan, que despu¨¦s de haberse alineado definitivamente con el Pent¨¢gono y anunciar que EE UU dejaba de cumplir el SALT II, ha introducido matices y habla de condicionar su definitivo incumplimiento a la b¨²squeda de "un acuerdo mejor" que pueda sustituirlo. Tanto Washington como Mosc¨² parecen mantener sus opciones abiertas, y sus ¨²ltimas declaraciones sugieren una flexibilidad cine podr¨ªa conducir a una negociaci¨®n seria sobre reducci¨®n de armas nucleares basada en la ¨²ltima propuesta sovi¨¦tica.
"Es importante apuntar", dijo la Casa Blanca, "que la restricci¨®n en la carrera de armamentos, desde nuestro punto de vista, no est¨¢ muerta. Nuestra preferencia es entrar en un r¨¦gimen (nuevo) de reducci¨®n mutua con la URSS". Washington confirma as¨ª que quiere una sustituci¨®n del SALT II, no simplemente su desaparici¨®n, sino que muestra su voluntad de buscar otro acuerdo que no s¨®lo limite legitimando la carrera de armamentos, sino, que reduzca los arsenales de las dos superpotencias.La embajada sovi¨¦tica en Washington reaccion¨® ayer al nuevo cap¨ªtulo de esta ceremonia de la confusi¨®n, reiterando algo ya sabido. "Si se permite la desintegraci¨®n del actual r¨¦gimen de control de armamentos puede producirse una ca¨®tica competici¨®n de armas", afirm¨® el n¨²mero dos de la embajada, Oleg Solokov, en una conferencia de prensa, con el nuevo estilo de apertura iniciada desde que Gorbachov lleg¨® al poder.
El tratado SALT II est¨¢ muerto, pero no enterrado,y sus l¨ªmites no han sido excedidos por EE UU ni por la URSS, ni lo ser¨¢n hasta dentro de unos meses. La flexibilizaci¨®n sugerida por el presidente no afecta, sin embargo, seg¨²n han confirmado los portavoces de la Administraci¨®n, despui¨¦s de 48 horas de declaraciones contradictorias, a la decisi¨®n pol¨ªtica y filos¨®fica de fondo. Para EE UU el ¨²nico acuerdo que limita actualmente la carrera de armamentos, alcanzado por Breznev y Carter en 1979, "ya no existe". [El secetario norteamericano de Estado, George Shultz, neg¨® ayer que la Administraci¨®n haya declarado p¨²blicamente que el tratado SALT II est¨¦ muerto, informa Reuter].
Sin embargo, t¨¦cnicamente este pa¨ªs no ha excedido a¨²n sus l¨ªmites, que fijan en 1.320 el n¨²mero de misiles estrat¨¦gicos y bombarderos capaces de lanzarlos que puede tener cada superpotencia.
Hasta finales de a?o Washington no dar¨¢ este paso, armando con misiles de crucero a 131 bombarderos B-52, y por tanto hasta entonces hay un margen de maniobra. Reagan utiliza el abandono del SALT II como instrumento de presi¨®n sobre Gorbachov y gana tiempo hasta el oto?o.
Aunque los duros de la Administraci¨®n han conseguido lo que se propon¨ªan, abandonar un tratado que entend¨ªan que s¨®lo EE UU cumpl¨ªa, la fuerte reacci¨®n de los aliados de la OTAN, las cr¨ªticas del Congreso (la C¨¢mara de Representantes pidi¨® ayer al Gobierno que no exceda los l¨ªmites del tratado SALT II) y la nueva propuesta sovi¨¦tica presentada esta semana en Ginebra, han hecho que Reagan muestre, al menos ret¨®ricamente, una mayor flexibilidad.
Propuesta interesante
La Casa Blanca considera la propuesta de Gorbachov, formulada siguiendo las reglas de la confidencialidad, y sin un lanzamiento propagand¨ªstido desde Mosc¨² que suele molestar a Estados Unidos, como interesante. Reagan, en su ambigua conferencia de prensa de esta semana, sugiri¨® que quiz¨¢ a trav¨¦s de esta oferta se pueda alcanzar una "reducci¨®n realista" de armas nucleares.
Para la URSS, todav¨ªa no se lla violado el SALT II (t¨¦cnicamente es correcta esta apreciaci¨®n), pero si Reagan cumple su anunciada intenci¨®n ser¨¢ pr¨¢cticamente imposible que Gorbachov venga este a?o a Washington a celebrar una reuni¨®n cumbre. Pero Sokolov tampoco condicion¨® la cumbre, -para la que actualmente no existe una atm¨®sfera positiva, dijo-, al mantenimiento del SALT II. Los diplom¨¢ticos sovi¨¦ticos explicaron que para ellos, "el tratado existe", y dijeron que lo l¨®gico debe ser preservar lo existente. "Es muy dif¨ªcil entender c¨®mo Washington habla de moderaci¨®n en su conducta y al mismo tiempo rompe los tratados existentes".
Para Mosc¨², la nueva propuesta sovi¨¦tica en Ginebra no es un acuerdo de sustituci¨®n del SALT II.
Sokolov dijo que Estados Unidos a¨²n tiene tiempo para pens¨¢nselo antes de romper los l¨ªmites del acuerdo. Su anuncio del 27 de mayo ya "ha afectado negativamente a las relaciones bilaterales", pero si se confirma el incumplimiento, las consecuencias ser¨¢n "de la mayor gravedad".
Paridad estrat¨¦gica
"La Uni¨®n Sovi¨¦tica no ser¨¢ un espectador pasivo, no se considerar¨¢ obligada por los actuales acuerdos y adoptar¨¢ los pasos pr¨¢cticos necesarios para mentener la paridad estrat¨¦gica", afirm¨® un comunicado hecho p¨²blico por la Embajada de la Uni¨®n Sovi¨¦tica ayer. "Contestaremos de una forma proporcional al incumplimiento de Estados Unidos. Si es necesario continuaremos la carrera de armamentos independientemente de nuestros planes de reforma econ¨®mica interna", dijeron los portavoces sovi¨¦ticos.
Tenemos tambi¨¦n capacidad para no permitir la superioridad de Estados Unidos en los nuevos sistemas estrat¨¦gicos (guerra de las galaxias)", afirma el comunicado.
La nueva propuesta sovi¨¦tica ofrece, al parecer, la reducci¨®n de misiles estrat¨¦gicos a cambio de que Estados Unidos se comprometa a seguir observando por un largo per¨ªodo (15 o 20 a?os) el tratado de misiles antibal¨ªsticos (ABM). Esto probablemente limitar¨ªa la capacidad norteamericaria de desplegar su sistema de defensa espacial (SDI).
Las novedades de la oferta residen en que Mosc¨² acepta que los 1.700 cazabombarderos norteamericanos estacionados en Europa o en portaviones en aguas pr¨®ximas al viejo continente, y capaces de llevar bombas at¨®micas hasta Mosc¨², no sean contados como fuerzas estrat¨¦gicas y, por lo tanto, no sean reducidos.
A cambio, la propuesta elevar¨ªa de 6.000 a 8.000 el l¨ªmite global. permisible de fuerzas estrat¨¦gicas (bombas y cabezas de misiles).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Tratado ABM
- Declaraciones prensa
- Tratado SALT
- Ronald Reagan
- Sergei Sokolov
- Mijail Gorbachov
- Guerra fr¨ªa
- URSS
- Tratado nuclear
- Contactos oficiales
- OTAN
- Bloques pol¨ªticos
- Armas nucleares
- Tratados desarme
- Estados Unidos
- Bloques internacionales
- Armamento
- Pol¨ªtica exterior
- Conflictos pol¨ªticos
- Partidos pol¨ªticos
- Defensa
- Gente
- Historia contempor¨¢nea
- Historia
- Organizaciones internacionales