Mar¨ªa Kodama: "Borges fue feliz en Ginebra"
El escritor argentino ser¨¢ enterrado el mi¨¦rcoles en la ciudad suiza donde muri¨®
"Borges fue feliz durante los ¨²ltimos seis meses en Ginebra, donde quer¨ªa morir". As¨ª lo dijo ayer a EL PA?S Mar¨ªa Kodama, su viuda, que remiti¨® a las numerosas pistas sobre este deseo existentes en su obra y, en particular, en el ¨²ltimo poemario, Los conjurados. "No sufri¨®", contest¨® Mar¨ªa Kodama a una pregunta, aunque luego dijo, como para s¨ª: "La muerte es la muerte". Mientras el mundo despertaba con trabajo a una noticia que sorprendi¨® a casi todos, en Ginebra ning¨²n alto cargo se salt¨® el domingo para decidir sobre su deseo de ser enterrado en el cementerio de Plainpalais, conocido un tiempo como cementerio de los reyes: as¨ª lo parece, aunque de reyes sencillos, con buen gusto. El entierro, seg¨²n decisi¨®n adoptada ayer, se efectuar¨¢ el mi¨¦rcoles.
El cementerio no debe de ser mucho m¨¢s grande que el jard¨ªn de una mansi¨®n. Un prado cuyo verde s¨®lo crece en los pa¨ªses donde llueve sin descanso, ¨¢rboles grandes y otros chatos, rosas amarillas y, aqu¨ª, all¨¢, en una distribuci¨®n que, desde luego, no han hecho funcionarios, cerca de un centenar de tumbas. Nada de mausoleos en este jard¨ªn al pie del barrio antiguo; piedras blancas, m¨¢s bien; l¨¢pidas grises corro¨ªdas por el moho si son centenarias. Ah¨ª reposa el m¨²sico argentino Ginasterra y dicen que all¨ª est¨¢ enterrado Calvino, aunque no es seguro; su l¨¢pida cuenta s¨®lo con dos iniciales, J. C. y sobre ella crece entre rejas un min¨²sculo jard¨ªn. En el colegio Calvino, de Ginebra, estudi¨® Borges.S¨®lo una mujer se acerc¨® ayer en toda la ma?ana a recogerse ante el f¨¦retro de Borges, seg¨²n el guardi¨¢n del cementerio; la viuda hab¨ªa rogado que no se permitiesen las fotograf¨ªas del f¨¦retro, que permanece en un peque?o velatorio cerrado, y alg¨²n equipo de televisi¨®n filmaba ayer lo que parec¨ªan los exteriores de una pel¨ªcula sobre un domingo de primavera en el campo: margaritas entre el c¨¦sped y un estruendo de p¨¢jaros que rebotaba contra el silencio de una ciudad desierta.
C¨¢ncer de h¨ªgado
Borges ser¨¢ enterrado en Ginebra, seg¨²n confirm¨® Mar¨ªa Kodama. [La agencia France Presse informaba ayer que dicho entierro se realizar¨¢ el mi¨¦rcoles pr¨®ximo. Era de prever la tardanza, ya que los tr¨¢mites son complicados por el hecho de que el cementerio de Plainpalais es un camposanto de suizos notables. Seg¨²n declar¨® ayer el escritor H¨¦ctor Bianciotti -el que dio la noticia de la muerte de Borges en la tarde del s¨¢bado-, los funerales se celebrar¨¢n el mi¨¦rcoles, a las 14.30, en la catedral de Saint Pierre, de Ginebra, que es un edificio protestante. El acto religioso ser¨¢ oficiado al tiempo por un pastor y un sacerdote. La madre de Jorge Luis Borges, seg¨²n Bianciotti, amigo personal del escritor fallecido, era cat¨®lica, y su padre, agn¨®stico, mientras que una de sus abuelas era protestante] .
Un c¨¢ncer de h¨ªgado, y no un enfisema pulmonar como hab¨ªan dicho algunas fuentes, fue la causa del fallecimiento, seg¨²n confirm¨® la viuda. El saberse sentenciado motiv¨®, al parecer, el viaje del escritor y algunas de sus ¨²ltimas decisiones. El fallecimiento se produjo el s¨¢bado, a las 8.30, y Mar¨ªa Kodama y portavoces del hotel L'Arbal¨¨te (La Veleta), donde se aloj¨® los primeros meses de su estancia, aseguran que el ¨®bito ocurri¨® en el apartamento que hab¨ªan alquilado ya en la ciudad vieja. Es uno de los pocos que cuentan con ascensor, y Borges se hab¨ªa mostrado muy ilusionado con ¨¦l.
Pese a testimonios que citan un "buen aspecto" del escritor hace tan s¨®lo dos semanas, muchos de quienes le vieron en Suiza apuntan un "gran agotamiento", que incluso le imped¨ªa hablar por tel¨¦fono m¨¢s de tres o cuatro frases.
En unas declaraciones a la agencia Efe, Mar¨ªa Kodama explic¨® que es la obra de Borges la que es patrimonio argentino y de la humanidad, y no su cuerpo. "Ante todo, es un ser humano que merece respeto", dijo, "y no se le puede tratar como un objeto, como un monumento". Mar¨ªa Kodama respondi¨® a primeras declaraciones argentinas que reclamaban el traslado del cuerpo del escritor a aquel pa¨ªs. Esto parece descartado por el momento. Leopoldo Letamendi, embajador argentino en Suiza, precis¨® ayer a este peri¨®dico en Ginebra que ning¨²n Estado puede violar nunca la voluntad de una familia en un caso como ¨¦ste.
Coment¨® Letamendi que Argentina es un pa¨ªs de esp¨ªritu universalista, que admira el genio de Borges y no guarda resentimiento por la actitud fr¨ªa del escritor, sobre todo al final, hacia el pa¨ªs donde naci¨®. En estas declaraciones, Mar¨ªa Kodama se?al¨® que quienes reclaman que el cuerpo del escritor vuelva a Argentina "no han le¨ªdo sus ¨²ltimas manifestaciones ni el libro Los conjurados".
La ciudad m¨¢s bella
Tras breve reflexi¨®n, es muy tentador encontrar todo tipo de s¨ªmbolos y significados ocultos en estos ¨²ltimos seis meses del escritor. Sobre todo, la ciudad elegida, Ginebra, que consideraba "la m¨¢s bella del mundo", seg¨²n dijo una vez, pues en ella ley¨® en su primera juventud "todos los grandes libros, de Verlaine a Virgilio".
Ginebra, un s¨ªmbolo de civilizaci¨®n, peque?a y verde, fr¨ªa al extranjero y, a la vez, llena de ellos, aparece peri¨®dicamente en la obra. Frente a su lago, en un banco, ocurre, el cuento memorable en el que Borges recibe la visita de su otro yo. Una ciudad arm¨®nica con el escritor que desgast¨® y destruy¨® cualquier tentaci¨®n nacionalista: "?Y qu¨¦ es ser colombiano?", pregunta Ulrika a un joven profesor de aquel pa¨ªs que conoce en un cuento de Borges. "Es un acto de fe", contesta. (Ulrika, en El libro de arena).
Borges lleg¨® a Ginebra por primera vez en 1914, a los 15 a?os, y se march¨® cinco despu¨¦s. Viv¨ªa en el n¨²mero 17 de la calle de Ferdinand Hodler, en compa?¨ªa de su hermana y de sus dos abuelas. En 1978 el escritor volvi¨® a Ginebra y recorri¨® en peregrinaje los viejos lugares en compa?¨ªa de algunos amigos. "Llor¨¦ un poco", confesaba. Entonces ten¨ªa el proyecto de escribir un poema sobre Suiza. "Quiero mostrar que gentes con sensibilidades muy distintas pueden comulgar en un mismo ideal y convivir. Mi poema ser¨¢ algo calmado y sereno, seg¨²n la imagen del pa¨ªs".
Mar¨ªa Kodama accedi¨® ayer a contestar a las preguntas del periodista y lo hizo con la sencillez y discreci¨®n que han terminado por asociarse a su imagen. Pero lleg¨® un momento -ser¨ªa ya la s¨¦ptima pregunta de detalle- en que dijo -luego le temblar¨ªa por primera vez la voz-: "No piense que soy agresiva, pero ?a usted le parece que estos detalles importan?".
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