El retorno de Fr¨¹hbeck de Burgos
ENVIADO ESPECIAL, Por mucho que lo cambien de nombre, el caf¨¦ de Puerta Real ser¨¢ siempre El Suizo para los granadinos. Del mismo modo, por muchas orquestas que desfilen por el festival, los Conciertos del Carlos V ser¨¢n siempre los de la Orquesta Nacional, m¨¢s a¨²n si, como en esta ocasi¨®n, viene dirigida por Rafael Fr¨¹hbeck de Burgos, heredero en gran parte del carisma que distinguiera a Ata¨²lfo Argenta.Para los conciertos de la Nacional, sucesores de la larga historia iniciada en el siglo pasado por la Sociedad de Conciertos Madrile?a y continuada despu¨¦s por las orquestas Sinf¨®nica y Filarm¨®nica, se agotaron todas las localidades, y hasta las damas vistieron sus mejores trapos. Cosas de la tradici¨®n, bastante mantenida en esta ciudad m¨¢gica, capaz a la vez de crear y alimentar altas invenciones subrealistas.
En sus programas, Rafael Fr¨¹hbeck atendi¨® al gran repertorio y a la m¨²sica espa?ola representada por Turina, Guridi, Rodrigo, y Falla. Una casi olvidada p¨¢gina de Joaqu¨ªn Turina, Tema y variaciones para arpa y piano, combinaci¨®n tan inusual como poco conveniente, ha sido llevada por el director burgal¨¦s a la orquesta de cuerda, respetando, como es l¨®gico, la parte solista y, conservando en la instrumentaci¨®n el peculiar estilo arm¨®nico, color¨ªstico y expresivo del m¨²sico sevillano. La obra fue excelentemente tocada por la solista Angeles, Dom¨ªnguez y las cuerdas de la Orquesta Nacional.
La fuerte, r¨ªtmica y creciente Espatadanza de la ¨®pera Amaya, de Jes¨²s Guridi, resalta m¨¢s cuando va precedida por la M¨²sica para el plenilunio, al establecerse el necesario juego de contrastes. En la Fantas¨ªa sobre temas de Gaspar Sanz, consigui¨® Joaqu¨ªn Rodrigo su m¨¢s grande ¨¦xito en la combinaci¨®n guitarra con orquesta, si hacemos excepci¨®n del cap¨ªtulo aparte que constituye el Concierto de Aranjuez.
Narciso Yepes toc¨® la obra con primor, entendi¨¦ndola desde un doble prisma: el hist¨®rico, con la ra¨ªz en el guitarrista cl¨¢sico aragon¨¦s, y el actual, neocasticista y sutilmente evocador, caracter¨ªstico de Joaqu¨ªn Rodrigo. El ¨¦xito fue grande para todos, y el acierto de Fr¨¹hbeck y Yepes al traernos esta p¨¢gina no fue menor, ya que Rodrigo, es el m¨²sico m¨¢s universalmente divulgado de la generaci¨®n del 27, aunque inexplicablemente haya quedado olvidado en la exposici¨®n del centro Falla.
La suite de Hary Janos, de Kodaly, y el Bolero, de Ravel, en versi¨®n trepidante y apresurada, completaron el primer programa de la Orquesta Nacional. Con ser grande, el ¨¦xito se triplic¨® al d¨ªa siguiente, domingo, no s¨®lo por la mayor cohesi¨®n del programa, sino tambi¨¦n por la mayor fuerza de las versiones.
Fr¨¹hbeck de Burgos hizo una Primera sinfon¨ªa de Brahms en la que creo advertir una evoluci¨®n notable de su pensamiento, en consonancia con la madurez que aporta el paso de los a?os y el trabajo incesante con orquestas de buen nivel profesional. El juego din¨¢mico, el fraseo bien respirado, el sosiego de la exposici¨®n, llegaron muy hondamente a un p¨²blico que antes hab¨ªa aplaudido un Amor brujo cuya pantomima alcanz¨® gran efusividad l¨ªrica y un cantabile tenso, largo y bien medido, esto es, apurando al m¨¢ximo los valores. De gran efecto, aunque menos detallada, result¨® la suite de El p¨¢jaro de fuego, de Stravinski, que complet¨® esta nueva presencia de Fr¨¹hbeck con la Orquesta Nacional en el festival granadino, esperada con inter¨¦s y seguida con entusiasmo por casi 2.000 personas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.