Noche triunfal para Morente y Manolete

El homenaje a Lorca se qued¨® en realidad en unos cantes hechos por Enrique Morente al final de su actuaci¨®n, sobre textos del poeta que muri¨® hace 50 a?os. Textos de Yerma y Do?a Rosita la soltera, y aun algunos de ellos entreverados con coplas populares. Adem¨¢s, sin mucha variedad en los g¨¦neros flamencos, casi todo tangos, con algo por buler¨ªas en la ¨²ltima serie. Tampoco hizo ah¨ª, creo yo, Morente su mejor cante, pues la insistencia en los mismos estilos le llev¨® a una cierta monoton¨ªa.Su mejor cante lo hab¨ªa, hecho el cantaor granadino de entrada, en un largo recorrido, sin interrupci¨®n, por algunos de los palos cl¨¢sicos del flamenco, brillando singularmente en la malague?a del Canario -que Enrique hace siempre en maestro- y en los varios cantes por siguiriyas que hizo, remate por cabal incluido, con grandeza y profundidad. Despu¨¦s, unos cantes de los llamados de ida y vuelta, en realidad cantes americanos aflamencados, sobre los que Enrique viene insistiendo ¨²ltimamente con acierto fundamentado sobre todo en su gran musicalidad.

Ya sabemos que Morente es hombre de fans que le siguen ciegamente o de quienes repudian con pareja ceguera su forma de cantar. En su tierra, y en un recital evidentemente de prestigio, tuvo un triunfo apote¨®sico, yo creo que merecido, aunque en algunos momentos me pareci¨® fr¨ªo.

Otro granadino en la segunda parte, esta vez bailaor. Y gran bailaor, indiscutiblemente. Manolete es un gitano sin mucho gitanismo en su baile. Lo que le falta, quiz¨¢, de pellizco, de arrebato temperamental o racial, le sobra de elaboraci¨®n cerebral. En Granada dio un recital concluyente, que no deja resquicio a la duda. Su farruca fue hermosa, personal¨ªsima, mim¨¢ndola hasta la ternura en ocasiones, rompiendo as¨ª con la tradici¨®n de hacer de este g¨¦nero un baile de pelea, agresivo, sin justificaci¨®n alguna a mi parecer. Tambi¨¦n puso su sello en el resto de los bailes que hizo -siguiriyas, soleares, buler¨ªas-, teniendo junto a ¨¦l a La Cintia, una bailaora que supo estar a su lado sin desmerecer un ¨¢pice.

Recital complejo, rico, para el recuerdo, posible gracias a las colaboraciones atr¨¢s de artistas que ser¨ªa injusto olvidar.

Cante extraordinario de Ram¨®n El Portugu¨¦s, en una de las noches que mejor le hemos o¨ªdo, y de Luis El Polaco. Y toque de lujo para el baile de Maya y Cort¨¦s, los dos espl¨¦ndidos.