Deferencia inaugural

El martes, v¨ªspera de la ceremonia inaugural, no se sab¨ªa qu¨¦ personalidad declarar¨ªa abiertos los campeonatos. Como uno m¨¢s de los desastres de organizaci¨®n, nadie pudo asegurar si iban a ser Joaqu¨ªn Leguina o Javier Solana los que pronunciaran las palabras rituales. El Rey don Juan Carlos, primero, y Felipe Gonz¨¢lez, despu¨¦s, anunciaron a la organizaci¨®n que no asistir¨ªan. La duda, entonces, estribaba en si el ministro de Cultura, y del Deporte, estar¨ªa en la ceremonia en representaci¨®n del presidente del Gobierno, con lo que ser¨ªa ¨¦l quien hablara. Y en calidad de tal asisti¨®.Pero la diplomacia socialista quedaba entonces en entredicho, pues desplazaba al presidente de la Comunidad Aut¨®noma de Madrid. Conviene no olvidar que se trataba del personaje pol¨ªtico de mayor rango y, sobre todo, de la entidad que ha corrido con los mayores gastos de la organizaci¨®n al haber financiado y ser ya propietario del Centro de Nataci¨®n.

Al final, cedi¨® Solana y entonces habl¨® Robert Hellmick, presidente de la FINA. Leguina gan¨® con la deferencia, porque no qued¨® desplazado y la, inauguraci¨®n se celebr¨® en otra plaza comunitaria. Mientras, los obreros a¨²n trabajaban en sus instalaciones acu¨¢ticas.