Madrid y Barcelona colaboran en la reforma de la avenida de Mayo de Buenos Aires
La municipalidad de Buenos Aires acaba de firmar un convenio de cooperaci¨®n con los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona para rehabilitar y conservar la tradicional avenida de Mayo de Buenos Aires, conocida como la Gran V¨ªa de la capital argentina.El acuerdo, firmado por Enrique Bardaj¨ª, gerente municipal de Urbanismo de Madrid, y Dardo C¨²neo, subsecretario de Desarrollo Urbano de Buenos Aires, establece una modificaci¨®n del Plan General de Urbanismo para recuperar los edificios que a¨²n mantienen sus fachadas originales. El Ayuntamiento de Barcelona participar¨¢ en los estudios de reevaluaci¨®n del suelo.
El programa tiene un presupuesto de unos 70.000 d¨®lares (alrededor de 9.500.000 pesetas), y Bardaj¨ª destac¨® "la especial significaci¨®n que tiene para Madrid y para toda Espa?a la avenida de Mayo. Es el ¨¢mbito urbano de mayor tradici¨®n espa?ola en Buenos Aires, construida a principios de siglo por espa?oles y argentinos".
Sabor tradicional?
El desplazamiento comercial del centro de la ciudad hacia la avenida de Corrientes y las sucesivas modificaciones de la calzada, de la que se levantaron las plazoletas y las farolas para dejar mayor lugar al tr¨¢nsito de autom¨®viles, hizo perder a la avenida de Mayo el sabor tradicional que la colonia espa?ola le hab¨ªa dado en la primera -mitad del siglo. El incendio accidental del teatro Avenida -inaugurado en 1908 por la compa?¨ªa de los hermanos Quintero- ocurrido hace 10 a?os fue el certificado de defunci¨®n de la memoria que ahora se intenta recuperar.
Desde entonces la avenida de Mayo s¨®lo fue recordada por el desfile tradicional de los escasos presidente constitucionales que la recorr¨ªan en el d¨ªa de su toma de posesi¨®n, de una punta a la otra, desde el Congreso hasta la Casa Rosada, sede del Gobierno. En esa breve extensi¨®n de unos 1.000 metros se sucedieron las m¨¢s multitudinarias manifestaciones de: oposici¨®n a la dictadura y las m¨¢s peque?as marchas de las Madres de la Plaza de Mayo, cercadas por la polic¨ªa a caballo o perseguidas por las patrullas policiales.
Venerables hoteles, como el Majestic, donde pas¨® su luna de miel el c¨¦lebre bailar¨ªn Nijinsky, fueron ocupados por la Administraci¨®n p¨²blica -all¨ª funciona ahora una sucursal de la Direcci¨®n General Impositiva- o demolidos, aunque sobreviven otros tan antiguos como el Castelar, el Gran Hotel Espa?a y el Par¨ªs. Todav¨ªa se puede apreciar en ellos la mezcla de estilos, los m¨¢rmoles, las maderas valiosas y los bronces, ocultos bajo vallas publicitarias.
La colonia espa?ola en Buenos Aires participar¨¢ activa y gozosamente de la reparaci¨®n a trav¨¦s de sus entidades. Los grupos de intelectuales, que celebran el a?o lorquiano, as¨ª declarado oficialmente por el Gobierno argentino, evocar¨¢n a Garc¨ªa Lorca como uno de los vecinos ilustres de la avenida, entre tantos otros espa?oles memorables.
La tarea incluye preservar tambi¨¦n bares hist¨®ricos como el Tortoni o el Imperial, desde donde los, grupos de republicanos y nacionales, separados por la distancia de una calle, hac¨ªan su propia guerra. Las noticias llegaban entonces a, trav¨¦s de las carteleras de La Prensa y La Raz¨®n, dos de los peri¨®dicos m¨¢s antiguos, que ten¨ªan all¨ª sus redacciones.
?sa es la leyenda que ahora los ayuntamientos se disponen a rescatar. La primera parte del trabajo durar¨¢ todo un a?o y los estudios ser¨¢n hechos p¨²blicos antes de que se inicien las obras, para que se puedan recoger las ideas y las aportaciones de las organizaciones convocadas.
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