El deseo de, la Uni¨®n Sovi¨¦tica de ingresar en el GATT crea problemas al bloque occidental

La petici¨®n sovi¨¦tica de participar en la futura ronda de negociaciones preparada en el marco del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), plantea el problema de c¨®mo integrar un comercio de tipo estatal en un mecanismo librecambista.En su conferencia ministerial del 15 de septiembre en Punta del Este (Uruguay), que decidir¨¢ la ronda, el GATT, organismo cuyo objetivo esencial es liberalizar el comercio, ha de examinar proyectos orientados a conseguir inter-cambios a¨²n m¨¢s fluidos, gracias al desmantelamiento de las medidas proteccionistas.

Aparte de esta contradicci¨®n fundamental con el esp¨ªritu de la organizaci¨®n, la iniciativa sovi¨¦tica ha planteado la cuesti¨®n de la admisi¨®n de observadores y miembros en t¨¦rminos hasta ahora desconocidos en el GATT.

Para salir al paso al primer obst¨¢culo, la URSS subraya la intenci¨®n de cambiar su actual orientaci¨®n, concediendo en particular una creciente autonom¨ªa a las empresas comerciales". Aunque el Gobierno sovi¨¦tico no especifica el estatuto que solicita dentro de la organizaci¨®n, parece claro que su participaci¨®n en los trabajos es a t¨ªtulo de observador.

Existe el precedente reciente de China, pa¨ªs al que el GATT concedi¨® el derecho de asistir a sus trabajos una vez presentada, en julio pasado, su demanda de ¨ªntegraci¨®n al acuerdo general.

Esta solicitud previa de adhesi¨®n, que ha permitido a M¨¦xico participar en los trabajos preparatorios de la reuni¨®n de Punta del Este sin ser parte contratante, figura tambi¨¦n en dos. de los tres proyectos de declaraci¨®n que ser¨¢n presentados en la conferencia, el de Colombia y Suiza, y el de Argentina. La URSS, sin embargo, propone un proceso inverso: ser observador antes de figurar como cand¨ªdato a contratante. EE UU ya ha reaccionado, asegurando que el sistema sovi¨¦tico "difiere en la filosof¨ªa y la pr¨¢ctica de los principios del GATT".