Adriaan Keller
Te¨®logo holand¨¦s, investiga desde hace aflos los c¨®dices espa?oles
Removiendo las entra?as de los siglos, este holand¨¦s protestante, Adriaan KeIler, intenta descubrir la procedencia exacta de los manuscritos antiguos, latinos, hebreos y ¨¢rabes, a trav¨¦s de la codicolog¨ªa -rama de la paleograf¨ªa que estudia la t¨¦cnica de confecci¨®n de los c¨®dices-. Su minuciosa tarea, como si de una hormiga se tratara, le ha llevado a analizar muchos de los textos medievales que se exhiben, hasta mediados del pr¨®ximo mes de septiembre, en la Biblioteca Nacional de Madrid.
A Adriaari Keller no le debe importar demasiado que le cataloguen como rat¨®n de biblioteca, porque, y al margen de que sea la ¨²nica persona que en Espa?a se dedica a esta singular tarea, asegura que el trabajo le apasiona y le hace desarrollar la imaginaci¨®n.No es un trabajo limpio el que realiza este hombre nacido en Dordrecht, al oeste de Holanda hace 35 a?os, porque todos los d¨ªas acaba cbri las manos llenas de polvo. Keller no sabr¨ªa explicar el motivo que le impuls¨® a estudiar y comparar el aspecto f¨ªsico de los manuscritos, pero aclara que no es el contenido lo que le interesa, sino el an¨¢lisis de las semejanzas existentes en la t¨¦cnica de confecci¨®n de los c¨®dices que permite Ilegar a saber el origen de los textos ¨¢rabes, hebreos y cris tianos, sobre todo de los localizados en Al Andalus, algo muy importante para profundizar en la historia de Espa?a, donde el cruce de culturas fue importante".
Este te¨®logo, al que no le interesa tanto la religi¨®n como la ¨¦tica, aclara que hizo la carrera de teolog¨ªa por la rama estatal, la cient¨ªfica: "No soy pastor, no hice los estudios eclesi¨¢sticos", explica mientras gesticula con las ma nos, algo que aprendi¨® de los espa?oles. "Cuando voy a mi pa¨ªs estoy quieto, pero aqu¨ª hablo hasta m¨¢s alto", afirma.
Adriaan Keller investiga desde hace ocho a?os en las bibliotecas espa?olas: Toledo, Madrid, El Escorial, Santiago de Compostela, Le¨®n. "Al principio pude trabajar aqu¨ª con el dinero de una beca que me concedi¨® el Ministerio espa?ol de Asuntos Exteriores. Pero cuando termin¨¦ mis estudios de Teolog¨ªa en la facultad de Letras de la universidad de Leiden (Holanda) busqu¨¦ la f¨®rmula para no perder los contactos con Espa?a y me dediqu¨¦ al negocio de la importaci¨®n de vino espa?ol". As¨ª pudo seguir hablando espa?ol, uno de los ocho idiomas que domina.
Desde hace a?o y medio trabaja para la Universidad de Leiden en codicolog¨ªa comparativa. Toledo es para ¨¦l una buena cantera.
En el archivo catedralicio pasa muchas horas, una semana de promedio analizando cada manuscrito con codicia, cada arista, cada car¨¢cter. Disfruta como si se sumergiera en el pasado. "Muchas veces me transporto, me imagino d¨®nde estaba el escribano, qu¨¦ vida llevaba y hasta c¨®mo pod¨ªa ser fisicamente; eso es so?ar". Entonces abre los ojos, levanta las manos y se relaja en su asiento.
Adriaan Keller siente el privilegio y alardea de ser uno de los pocos cristianos que han logrado flanquear las puertas de la universidad m¨¢s antigua del mundo, la de Qarawiyy?n, en Fes. En la biblioteca de esta mezquita, vetada para los no musulmanes, tuvo entre sus manos una aut¨¦ntica reliquia, "el famoso fragmento evang¨¦lico escrito en ¨¢rabe, un manuscrito de los cristianos arabizados".
A pesar de que viaja por toda Europa: Lisboa, Roma, Par¨ªs, Florencia, Londres, Cambridge, Keller pasa largas temporadas en Toledo, ciudad que le dej¨® asombrado "por sus calles, su antig¨¹edad y, sobre todo, por esa luz rojiza". All¨ª se desenvuelve como un toledano m¨¢s.
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