Teodoro L¨®pez-Cuesta
Impulsor de la Escuela Asturiana de Estudios Hisp¨¢nicos
La Escuela Asturiana de Estudios Hisp¨¢nicos re¨²ne cada verano, desde hace ocho, a primeros especialistas en teolog¨ªa, bioqu¨ªmica, nutrici¨®n, periodismo, econom¨ªa, historia y otras materias, que durante unos d¨ªas discuten abiertamente en La Granda, un chal¨¦ propiedad de Ensidesa situado en un hermoso paraje pr¨®ximo a Avil¨¦s. El impulsor y art¨ªfice de estos cursos es un entra?able personaje, Teodoro L¨®pez-Cuesta Egocheaga -Teo para los amigos, que son legi¨®n-, catedr¨¢tico de Econom¨ªa y Hacienda y ex rector de la universidad de Oviedo.
L¨®pez-Cuesta preside el patronato que organiza los cursos desde su fundaci¨®n. Sobre ellos dice: "Quer¨ªamos un foro de discusi¨®n, de di¨¢logo acad¨¦mico y cient¨ªfico en libertad. Se nos ha acusado de elitistas, pero es que nuestros cursos no son divulgativos ni de formaci¨®n. En un debate con Severo Ochoa tiene que haber invitados que est¨¦n a su altura".A sus 64 a?os conserva un esp¨ªritu inquieto que s¨®lo se explica con un repaso a su trayectoria vital. Hijo de rojo -su padre lleg¨® a ser presidente de la Federaci¨®n Socialista Asturiana-, empez¨® a trabajar en la Mantequera de Tineo cuando cursaba tercero de bachillerato. Desde entonces compagin¨® siempre sus estudios con el trabajo. Fue controlador de entradas de cine, agente de seguros y secretario del Real Oviedo antes de ocupar un puesto relevante en la banca.
Pero su pasi¨®n, por la que ha abandonado todo, ha sido y es la Universidad. "Hered¨¦ la c¨¢tedra de Econom¨ªa y Hacienda de mi maestro Valent¨ªn Andr¨¦s ?lvarez en 1964, cuando Torcuato Fern¨¢ndez-Miranda se decidi¨® a convocarla", asegura. En realidad, L¨®pez-Cuesta sufri¨® pacientemente 21 a?os de espera (de 1943 a 1964) antes de que se convocara esa plaza que todos sab¨ªan que iba a ocupar ¨¦l, el hijo de un notorio militante socialista.
En 1976 lleg¨® al rectorado, cargo que ocup¨® hasta 1984, en que perdi¨® las elecciones ante el candidato progresista, Alberto Marcos Vallaure. "Aquello signific¨® una profunda desilusi¨®n para m¨ª. Yo, que hab¨ªa sido acusado por la derecha de demasiado liberal, fui adelantado por la izquierda. Fue una de las paradojas de mi vida".
L¨®pez-Cuesta, que con tanto inter¨¦s hab¨ªa intentado ventilar el viejo caser¨®n de la universidad asturiana, trataba en realidad de no cerrar puertas para que nadie encontrara tantas negativas intransigentes como a ¨¦l le hab¨ªa ocurridp siempre.
Su man¨ªa de mostrarse flexible y abierto, locuaz y cari?oso le ha ocasionado no pocos disgustos. Hace ocho a?os fue declarado persona non grata por el Ayuntamiento de Gij¨®n por un conflicto surgido con la divisi¨®n de Filosof¨ªa de la facultad de Letras. Todav¨ªa no se hab¨ªan celebrado las primeras elecciones municipales.
Ahora se encarga de la c¨¢tedra y de la escuela de La Granda y todo su inter¨¦s est¨¢ puesto en que los cursos sobrevivan porque no dependen del dinero p¨²blico. "A veces es m¨¢s dif¨ªcil conseguir al patrocinador que reunir a un nutrido grupo de personalidades expertas en una materia. Recibimos el apoyo de entidades exclusivamente privadas y del Gobierno asturiano", confiesa.
La Granda, construida como lugar de reuni¨®n de los consejos de administraci¨®n de Ensidesa, sirvi¨® para que L¨®pez Rod¨® y los tecn¨®cratas planificaran el desarrollo espafidl, y siempre se dijo que all¨ª pasaba algunos d¨ªas Franco, "pero tengo entendido que nunca lleg¨® a venir", subraya L¨®pez-Cuesta, antes de concluir: "Nosotros pensamos que si aqu¨ª se hab¨ªa planificado el desarrollo econ¨®mico no hab¨ªa raz¨®n para que pudiera hacerse lo mismo con el desarrollo cultural y cient¨ªfico, y en eso estamos".
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