Asc¨® 2, el traspi¨¦ de una nuclear
Cada d¨ªa que est¨¢ parada deja de facturar m¨¢s de 150 millones de pesetas
Entre el, 23 de octubre de 1985 y el 4 de marzo de 1986, la central nuclear Asc¨® 2 s¨®lo sufri¨® un disparo del reactor por aver¨ªa o parada autom¨¢tica de: emergencia. Desde el 4 de marzo hasta ahora, en cambio, los disparos se han, sucedido a un ritmo creciente, hasta contabilizar un total de 10. Y en cinco de ellos, el fallo se ha producido exactamente por la misma causa: anomal¨ªas en las bombas y v¨¢lvulas que controlan el sumininistro de agua al circuito principal donde se encuentra el reactor. En dos de estas ocasiones, adem¨¢s, cuando las aver¨ªas se consideraron subsanadas, al poner en marcha la central, se apreci¨® el fallo de uno de los sistemas de seguridad que debe actuar en caso de accidente grave.Este cuadro de incidencias describe, a partir del 4 de marzo, una central especialmente problem¨¢tica cuando hasta ese momento tanto el Ministerio de Industria y Energ¨ªa como el Consejo de Seguridad Nuclear la hab¨ªan considerado como una nuclear mod¨¦lica, cuyo buen funcionamiento atribu¨ªan a la experiencia adquirida por los equipos t¨¦cnicos en Asc¨® 1. ?sta tuvo una puesta en marcha especialmente accidentada, con 18 disparos del reactor en su primer a?o de funcionamiento.
Las consecuencias m¨¢s imediatas de este s¨²bito cambio en la marcha de Asc¨® 2 las sufren las compa?¨ªas el¨¦ctricas propietarias de la central -FECSA (40%), Endesa (40%), Hidru?a (15%) e Hidroel¨¦ctricas del Segre (5%)-, que deber¨¢n afrontar un ejercicio con muy baja productividad.
La central tiene una potencia de 930 megawatios y una capacidad de producci¨®n de 22 millones de kilovatios hora al d¨ªa, producci¨®n que la mayor parte de las veces ya est¨¢ comprometida con los clientes por contrato de suministro, de modo que toda la energ¨ªa que no produce la central por alguna parada imprevista, o al menos parte de ella, debe comprarla a Endesa, a raz¨®n de 7,6 pesetas por kilowatio hora. S¨ª tomamos este precio como punto de referencia, cada d¨ªa que Asc¨®-2 est¨¢ parada las sociedades propietarias dejan de ingresar por producci¨®n propia 1,57 millones de pesetas.
"Las compa?¨ªas propietarias de la central saben que el primer ailo de funcionamiento de una nuclear deben olvidarse de la rentabilidiad econ¨®mica", dec¨ªa Ignasi Camps, director de emplazamiento del complejo nuclear. El coste de la energ¨ªa producida en esta centiral es de 5,3 pesetas por cada kilowatio hora, de modo que, si descon tamos de este precio el coste del combustible necesario para la producci¨®n -0,93 pesetas; por kilowatio hora- resulta que la riqueza que deja de producir Asc¨® 2 por cada d¨ªa de paro es de 96 millones de pesetas. Esta ausencia de producci¨®n tendr¨¢, sin duda, muy negativas consecuencias sobre la cuenta de explotaci¨®n.
Desde que entr¨® en funcionamiento, el 23 de octubre de 1985, Asco 2 ha tenido un factor de utilizaci¨®n del 56,52%. El porcentaje es bajo porque hasta el 16 de enero no alcanz¨® el reactor el 100% de potencia. El ¨ªndice se elev¨® hasta el 68,61%. durante el primer semestre de 1986, cifra considerada excelente por las propietarias de la central, pero los ¨²ltimos incidentes pueden hacerlo caer por debajo del 50%. "Si superamos esa cifra, nos daremos por anipliamente satisfechos. No es un resultado diferente del de otras centrales", declar¨® Ignasi Camps.
Intereses intercalarios
Ocurre, sin embargo, que a diflerencia de las centrales implantadas en otros pa¨ªses europeos, el complejo nuclear de Asc¨® se ha construido en un plazo de tiempo excesivo, lo que ha gravado extraordinariamente los costes de instal¨¢ci¨®n y las cargas financieras. Las centrales de Ase¨®, del modelo Westinghouse, fueron proyectadas en 1968 y el segundo grupo todav¨ªa no lleva un a?o de producci¨®n. Ello ha obligado a introducir constantes cambios en el proyecto,de modo que lo finalmente construido es ya bastante diferente de lo inicialmente proyectado.
Los cambios y la laxitud en la construcci¨®n han comportado la necesidad de incrementar las inversiones. Algunos de ellos estuvieron destinados a subsanar deficiencias en el modelo, como la modificaci¨®n de los generadores de vapor, propiciado por la propia multinacional para evitar las vibraciones que se produc¨ªan.
En total, las inversiones en material inmovilizado en Asc¨® 2 hanascendido a 102.510 millones de pesetas, m¨¢s los gastos de estructura, por valor de 9.450 millones y el coste de la primera carga de combustible, de 3.802 millones de pesetas, lo que da un total de 115.762 millones. Esta elevada cifra, sin embargo, no incluye el coste de los intereses intercalarios -aquellos que generan los pr¨¦stamos solicitados para afrontar la carga financiera de la inversi¨®n-, que puede ¨ªncrementarla considerablemente.
La mayor parte de la inversi¨®n se ha financiado mediante cr¨¦ditos, muchos de ellos concertados con monedas extranjeras, que han registrado alzas muy significativas en los ¨²ltimos a?os.
Todo ello explica parte de la pol¨¦mica entre las compa?¨ªas propietarias y el Ministerio de Indusitria sobre si los intereses intercalarios deben contarse o no en la cuenta de resultados del primer a?o de flimcionamiento. El ministerio considera que los pagos de estos intereses deben contemplarse en la cuenta de explotaci¨®n, mientras que las el¨¦ctricas afirman que, al no haber alcanzado la central la normalidad productiva, no deben incluirse. Y no los incluyen. "Si lo hici¨¦ramos, la producci¨®n de la central no alcanzar¨ªa siquiera para cubrir los intereses y el d¨¦ficit de explotaci¨®n ser¨ªa abismal", ha manifestado una fuente de las el¨¦ctricas.
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