Chile y Donoso
Despu¨¦s de las cr¨®nicas de Miguel Lit¨ªn sobre Chile, escritas por Garc¨ªa M¨¢rquez y publicadas en este diario, despu¨¦s de los art¨ªculos de Ariel Dorfinan sobre las atrocidades cometidas a diario por el r¨¦gimen de Pinochet y tambi¨¦n publicados en las p¨¢ginas de este diario hace unos d¨ªas, la nota de Donoso "La sombra" (EL PA?S, 3 de agosto) resulta incongruente y hasta inmoral. La represi¨®n en Chile ha alcanzado niveles genocidas y el pa¨ªs vive el per¨ªodo m¨¢s nefasto de su historia convertido en poco menos que un gran campo de concentraci¨®n. ?No ha enconrado Donoso nada m¨¢s importante que contarnos desde ese Chile que se desangra que una ristra de chismes perdidos en la biografia de Borges? Se entiende, entonces, que a la hora de nombrar escritores argentinos recientemente muertos mencione a aqu¨¦llos que, como ¨¦l, ignorarn ol¨ªmpicamente la tragedia argentina de los a?os de la guerra sucia (1976-1982) y omita, en cambio, a aqu¨¦llos que no murieron en la cama sino que fueron baleados en la calle, torturados o desaparecidos: Rodolfo Walsh, Paco Urondo y Haroldo Conti. Se entiende tambi¨¦n que excluya de su lista de "figuras notables de la prosa argentina" a Julio Cort¨¢zar. En 1982, Cort¨¢zar le dijo a Rosa Montero (EL PA?S, marzo 14 de 1982): "Yo no podr¨ªa escribir una novela ahora si, mientras lo estoy haciendo, abro el peri¨®dico y me encuentro con lo que est¨¢ sucediendo en Chile, en Uruguay o en Argentina; una injusticia ante la cual yo puedo tener una intervenci¨®n de alguna eficacia, aunque sea una eficacia m¨ªnima, porque no me hago ilusiones respecto a los poderes de la literatura y la palabra. Pero ?t¨² sabes lo que significa para m¨ª el hecho de que, despu¨¦s de una ofensiva de telegramas, cartas, art¨ªculos, presiones sindicales, de todo, se consiga que sea puesto en libertad una persona que iba a ser ejecutada o que estaba siendo torturada? Esto justifica una vida". Si Cort¨¢zar renunci¨® a escribir su ¨²ltima y tan deseada novela para defender causas que inclu¨ªan a argentins, uruguayos, guatemaltecos, nicas, salvadore?os y chilenos, ?no puede renunciar Donoso a esas notas fr¨ªvolas e inocuas para contamos, siguiendo la tradici¨®n ejemplar de Pablo Neruda, la tragedia de su pa¨ªs natal?- Catedr¨¢tico de Literatura Hispanoamericana.
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