_
_
_
_
Tribuna:LECTURAS DE VERANO
Tribuna
Art¨ªculos estrictamente de opini¨®n que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opini¨®n han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opini¨®n de personas ajenas a la Redacci¨®n de EL PA?S llevar¨¢n, tras la ¨²ltima l¨ªnea, un pie de autor ¡ªpor conocido que ¨¦ste sea¡ª donde se indique el cargo, t¨ªtulo, militancia pol¨ªtica (en su caso) u ocupaci¨®n principal, o la que est¨¦ o estuvo relacionada con el tema abordado

V¨ªa muerta

ALEJANDRO G?NDARAAlejandro G¨¢ndara, nacido en Santander en 1957, es novelista. Ha publicado los relatos La media distancia, que obtuvieron el premio de novela Prensa Canaria, y Punto de fuga. En V¨ªa muerta se nos cuenta la historia de una pareja, que llega a una casa en el campo, hasta conseguir, en una atm¨®sfera extra?a y desconcertante, la conversi¨®n de un proyecto de idilio en un infierno de soledad.

Llegaron de madrugada, algo despu¨¦s de divisar la luz del tejadillo que se?alaba la casa. Por las ventanillas del coche entr¨® eLolor a humedad y el rumor oscuro de la alameda. Una hora m¨¢s tarde estaban ya tendidos en la cama, prepar¨¢ndose para una noche sin ruidos, un poco vertiginosamente suspendidos de aquel silencio rural y absorbente. Lo hab¨ªan conseguido: una casa en el campo donde quedarse solos y detener, por breve que fuera el per¨ªodo, el tiempo acelerado de una vida en la que las cosas se suced¨ªan sin espanto y sin pre¨¢mbulos.Esperaban mucho de ese plazo que hab¨ªan dado a la soledad. Jaime esperaba demostrar que a¨²n era capaz de ocuparse de su mujer, de hablar, de estar a solas, y que s¨®lo las circunstancias -y la concentraci¨®n en el esfuerzo por labrarse un porvenir en el que fracasaban los que no consegu¨ªan hacer acopio de energ¨ªas y orientarlas en una sola direcci¨®n- eran las responsables de su apartamento, casi de su aislamiento, de los ¨²ltimos tiempos. ?l lo consideraba la maldici¨®n de su mundo. Un mundo que les llenaba de necesidades y de exigencias, pero tambi¨¦n de compensaciones.

No s¨®lo se hab¨ªa olvidado de ella; tambi¨¦n se hab¨ªa olvidado de s¨ª mismo y confiaba en hacer que ella lo entendiera.

Luc¨ªa esperaba volver a descubrir la emoci¨®n secreta de los primeros encuentros. Y si no la emoci¨®n, por lo menos aquello que la hab¨ªa estimulado hasta darle la forma de un amor juvenil que concluy¨® muy pronto en matrimonio. Dudaba de su amor, pero confiaba en que una observaci¨®n m¨¢s atenta del hombre con el que viv¨ªa habr¨ªa de poner ante sus -ojos, como cuando se abre un viejo arc¨®n, el brillor antiguo y eficaz de lo que en otro tiempo la hab¨ªa deslumbrado.

Esa noche no buscaron el abrazo. Hacerlo hubiera sido como desempolvar un recuerdo de los sentidos con cuerpos mutuamente desalentados. Conflaban en la ilusi¨®n y en la estrategia para despertarla, y esa noche adoptaron t¨¢citamente la decisi¨®n de no entregarse todav¨ªa. Empezar¨ªan al d¨ªa siguiente.

Por la ma?ana, Jaime se levant¨® con el cuerpo revuelto, resultado del viaje, pens¨®, y del cansancio atrasado. Anduvo un rato por la casa sin encontrar a Luc¨ªa.

Luego sali¨® a la terraza y la luz del sol le molest¨® con su reflejo canicular de cielo sucio. Volvi¨® a entrar en la casa y se derrumb¨® en el sill¨®n. Se qued¨® all¨ª, contemplando las paredes desnudas con una sensaci¨®n de agobio en la que se mezclaba su estado fisico y la ausencia inexplicable de Luc¨ªa.

La hubiera querido all¨ª, con el desayuno preparado y la sonrisa acogedora de las ma?anas. Ella sab¨ªa que por las ma?anas ¨¦l necesitaba ciertas cosas para ponerse en marcha, peque?as cosas establecidas sin las cuales ten¨ªa la sensaci¨®n de que todo esfuerzo carec¨ªa de sentido. No sab¨ªa por qu¨¦ pero necesitaba despertarse y notar alguna cercan¨ªa. No de cualquiera, por supuesto, sino la de quien pudiera proporcionarle la intimidad protectora de esas horas en que todo queda por delante.

RITOS DE HOGAR

Puede que fuera el resultado de alg¨²n abandono de la infancia o de cualquier otra cosa por el estilo, pero el hecho es que sin darse cuenta hab¨ªa ordenado su vida en torno a esa necesidad. Los ritos de un hogar convencional y los del trabajo llenaban el espacio vac¨ªo de aquella soledad inconsciente, sin demasiada intensidad, bien cierto era, pero tambi¨¦n sin ning¨²n dolor. Contemplando aquellas paredes desnudas como se contempla una obsesi¨®n, not¨® que la sensaci¨®n se hab¨ªa repetido, sin que pudiera precisarla del todo, en los ¨²ltimos meses.

Luc¨ªa ya no se levantaba con ¨¦l, como al principio. Jaime encontraba el caf¨¦ caliente en aquel termo ¨²ltimo modelo y las rebanadas de pan colocadas ya en el plato. Para ella, el hecho hab¨ªa significado un despego necesario de los h¨¢bitos que la ataban a ¨¦l, sin mayores consecuencias, tambi¨¦n era verdad, sin ninguna pretensi¨®n m¨¢s que la de aspirar a un ritmo y a un orden de cosas propio. Luc¨ªa ignoraba si ¨¦se era el primer paso hacia la independencia definitiva; se hab¨ªa limitado a explorar simplemente algunas posibilidades con las que, sin riesgos absurdos, se sent¨ªa mejor.

Su mujer regres¨® al cabo de media hora con un cesto de fresas del mercado del pueblo. Ven¨ªa fresca y sonriente como esas aldeanas rom¨¢nticas que salen en las pel¨ªculas. Llevaba un vestido de flores que Jaime no hab¨ªa visto nunca, y la escena, en conjunto, le result¨® desagradable. Quer¨ªan empezar de nuevo y ella se saltaba aquella m¨ªnima exigencia de acompa?arle en el despertar. La sonrisa le hiri¨® de una forma desordenada y profunda. Dijo "buenos d¨ªas" y luego se fue canturreando a la cocina algo que Jaime tampoco hab¨ªa escuchado antes. Desde la cocina le pregunt¨® si quer¨ªa fresas. Y Jaime, en un impulso que le caus¨® extra?eza a ¨¦l mismo, se limit¨® a salir a la terraza y a dejar la pregunta sin contestaci¨®n. El sol volvi¨® a hacerle da?o, pero sent¨ªa una ¨ªntima aversi¨®n a volver a traspasar los umbrales del sal¨®n para encontrarse otra vez con la misma pregunta. En el fondo, deseaba volver a escucharla, y al no suceder as¨ª lleg¨® a la conclusi¨®n de que su mujer simulaba una indiferencia agresiva, que su comportamiento general en los ¨²ltimos tiempos ten¨ªa que ver con alguna clase de simulaci¨®n que dejaba sus huellas en la forma de re¨ªr, de cantar y hasta de vestirse.

Cuando ya no pudo aguantar m¨¢s el sol, volvi¨® a entrar y encontr¨® las bandejas del desayuno sobre la mesa. Luc¨ªa apareci¨® por la puerta de la cocina y se sent¨® frente a la de las fresas. Dud¨® en seguirla. No hab¨ªa dicho que no quer¨ªa fresas. Luc¨ªa interpretaba su silencio y le castigaba por ¨¦l. Se sent¨® sin decir palabra y dispuesto a revolverse a la menor ocasi¨®n. Ella tom¨® tranquilamente su desayuno, dejando en el aire, algunas observaciones casuales sobre el tiempo y el estado de la casa, que ¨¦l dej¨® sin comentario. Su silencio no parec¨ªa importarle; de hecho, sus observaciones cumpl¨ªan la funci¨®n de desviar el asunto decisivo de las fresas. Ella ten¨ªa fresas y ¨¦l no, y ni siquiera las hab¨ªa rechazado de palabra.

VERTIGO

Luc¨ªa recogi¨® las bandejas y desapareci¨® en lacocina. All¨ª not¨® que su optimismo matinal empezaba a apagarse. Lo not¨® de repente, al descargarse del peso de las bandejas y, quiz¨¢, al descargarse del peso de la presencia de Jaime. En aquel momento de soledad y distensi¨®n pudo contrastar el esfuerzo que le costaba la presencia del marido. Los silencios habituales, las preguntas sin respuesta, formaban parte ya del contenido de las cosas comunes. Lo peor era que ¨¦l la arrastraba y que ella no ten¨ªa ninguna capacidad de maniobra, le faltaba aliento para enderezar las cosas y para empujar. a Jaime en otra direcci¨®n en esos m¨ªnimos instantes en que debiera contagiarle su entusiasmo para no caer en el pozo de siempre. La falta de ese aliento quiz¨¢ fuera la falta de amor, ese cansancio quiz¨¢ s¨®lo fuera esa reserva de energ¨ªas de que hacen acopio los supervivientes en previsi¨®n de un momento cr¨ªtico o simplemente en previsi¨®n de un in¨²til y desolador desgaste. Cuando regres¨® alsal¨®n, Jaime ya no estaba en ¨¦l. Ni en el resto de la casa. Hab¨ªa tomado el sendero de la alameda acuciado por la necesidad de alejarse y de desatar los nervios como prevenci¨®n a una mala jugada. En esos casos la realidad m¨¢s intensa siempre acababa por transformarse en una fantas¨ªa de la misma intensidad, y una vez que la fantas¨ªa tuviera implantadas sus reglas ya nadie ser¨ªa due?o de sus actos. Este ¨²ltimo pensamiento vino acompa?ado de una especie de v¨¦rtigo que se a?adi¨® a la n¨¢usea sofocada del despertar.

Traspasada la primera hilera de ¨¢lamos se volvi¨® para mirar la casa. No vio a Luc¨ªa. Hab¨ªa esperado que le buscara, que saliera de la casa y tal vez que se encaminara por el mismo sendero. Estuvo mucho tiempo mirando fijamente la casa en aquella inmov¨ªlidad silenciosa y aplastante del sol.

Luc¨ªa subi¨® al dormitorio, cogi¨® la cajetilla de cigarrillos y volvi¨® a bajar al sal¨®n. Se sent¨® en el suelo y empez¨® a fumar. Le fue apartando poco a poco de su pensamiento. Quer¨ªa concentrarse en el hecho de estar all¨ª sentada, fumando, concentrarse incluso en su propio aislamiento, del que parec¨ªa sacar fuerzas. Luego se levant¨® y anduvo hasta el ventanal. No hab¨ªa nadie en aquel campo sin l¨ªmite que rodeaba la casa. Se qued¨® mirando fijamente aquella soledad en la que nada iba a moverse nunca. Por una rara aunque frecuente prolongaci¨®n del sentimiento que produc¨ªa en ella el paisaje, empez¨® a sentirse sola, desnuda de lo que le pertenec¨ªa, abandonada en mitad de] yermo sin ning¨²n recurso y sin ninguna explicaci¨®n. Sigui¨® fumando delante del ventanal, hundi¨¦ndose cada vez m¨¢s en aquella sensaci¨®n que tiraba de sus pies hacia el centro de alguna profundidad temible. Al cabo de un rato la rigidez que hab¨ªa ido trepando por su cuerpo hizo que dejara caer el c¨ªgarrillo que sujetaba con los dedos. Se pregunt¨® si ser¨ªa capaz de darse media vuelta y dejar de mirar por el ventanal. En ese inomento se escuch¨® un portazo que la sacudi¨® como si el golpe lo hubiera recibido ella. Se volvi¨® lentamente para encontrar los ojos de Jaime que la atravesaron como un cuchillo. Sinti¨® que la punta del cuchillo llegaba hasta el fondo. Tuvo miedo, y la sorpresa de tenerlo, de aquella forma inespe-rada, de su propio maricio con la transfiguraci¨®n que la emoci¨®n produce en su propia causa, la sorpresa de tenerlo, m¨¢s que la convulsi¨®n misma, fue lo que estuvo a punto de hacerla huir como se huye de un peligro mortal. Pudo ser el efecto retardado del ruido de la puerta, que pareci¨® llegar de un mundo extra?o a aquel otro mundo del ventanal. O pudo ser la mirada de Jaime, aniquilando la in¨²til esperanza de empezar de nuevo como si nada hubiera pasado y nada hubiera dejado la se?al inconfundible del fracaso. 'Era como si, al quedarse solos, todas las m¨¢scaras y disuasiones cotidianas, todas las desviaciones que el peligro y la falta de amor hab¨ªan tomado para no manifestarse en toda su crudeza, se derrumbaran por completo y descubrieran toda la desnudez de dos miradas irreconciliables. Luc¨ªa lo supo gracias a la perspectiva exacta y panor¨¢mica del miedo. Desvi¨® la mirada y fue subiendo con una prisa contenida los escalones hacia el piso superior.

FURIA

Al comprobar que Luc¨ªa le evitaba de nuevo, por tercera o cuarta vez en aquella ma?ana, Jaime apret¨® los pu?os en un deseo mal refrenado de golpearla hasta obtener esa verdad oscura que imaginaba secretamente escondida en el coraz¨®n de su mujer. Volvi¨® a pegar un portazo y desapareci¨®. ?Para qu¨¦ hab¨ªa ido all¨ª? ?Por qu¨¦ le confund¨ªa? Anduvo por los alrededores sin encontrar nada en que descargar la furia mientras la violencia bombeaba con fuerza en las paredes de su cuerpo.

Ninguno de los dos apareci¨® por el sal¨®n a la hora de comer. Luc¨ªa se hab¨ªa encerrado en un cuarto trastero y aquel encierro provocado por ella misma se fue convirtiendo con el paso de las horas en tina c¨¢rcel real donde el prisionero, calculaba las posibilidades de evasi¨®n al tiempo que sufr¨ªa la intensa consciencia de los cerrojos y de los guardianes.

Jaime acab¨® por refugiarse en la alameda, merodeando entre las sombras corno una fiera depredadora que espera la oportunidad de saltar sobre una presa incierta que todav¨ªa no ha hecho su aparici¨®n.

La ausencia de ambos a la hora de la comida fue la renuncia a cualquier posibilidad de tregua, a la vez que se dejaba la puerta abierta a todas las posibilidades restantes. A lo largo de la tarde, el otro termin¨® por convertirse en el extra?o que hab¨ªa irrumpido en aquella esperanzada soledad y se hab¨ªa adue?ado de un espacio que no le correspond¨ªa, el espacio de la casa, el espacio del tiempo que ten¨ªa asignado para ultimar su proyecto. Ninguno ten¨ªa ya nada que ver con el que les hab¨ªa acompa?ado durante el viaje, c¨®mplice y compa?ero de aquella pretensi¨®n compartida. Era m¨¢s bien un tercero que hab¨ªa invadido la intimidad y el retiro de la pareja.

La tarde fue cayendo abruptamente, con prisa, como si acompa?ara a sus protagonistas en el deseo de concluir la encrucijada del d¨ªa. -

Jaime sali¨® de la alameda decidido y sin objeto, tomando la decisi¨®n por el prop¨®sito mismo, desconociendo la fuerza que le empujaba a salir y lanzarse por el camino de la casa. Al llegar a ella tuvo la, evidencia moment¨¢nea de no saberlo que estaba haciendo. La noche se despegaba con la humedad recelosa del suelo. No se atrevi¨® a entrar. Fue rodeando la casa como un gato ante una trampa tentadora. Luc¨ªa le vio desde la ventana del trastero, inquietada por aquella aparici¨®n imprevista merodeando calculadoramente en torno a ella. Sinti¨® la necesidad repentina de defenderse y de no conceder ninguna ventaja al acechante. Mir¨® alrededor suyo y busc¨® nerviosamente el contacto seguro de alg¨²n objeto, sin entender qu¨¦ buscaba ni para qu¨¦, pero con la impresi¨®n de que sus manos necesitaban palpar, moverse. Un momento despu¨¦s se hab¨ªa detenido para comprobar que la angustia trepaba como una enredadera hasta la garganta, dejando abierto un m¨ªnimo paso de aire estrangulado por la precipitaci¨®n. El cuarto estaba a oscuras, pero no cruz¨® por su cabeza la idea de salir al pasillo y hacer girar la llave de la luz. Se sent¨ªa bien en su encierro, a cubierto de todo, con el manto protector de la oscuridad.

Al apoyarse, las manos tropezaron con algo y se quedaron aferradas a ello con cierta congoja en el que se mezclaba el gozo de haberlo encontrado y la angustia de su eficacia.

EL INTRUSO

Se escuch¨® el pestillo en la puerta del piso bajo. Luc¨ªa contuve, la respiraci¨®n y agrand¨® los ojos en un reflejo autom¨¢tico, como, si pudiera escuchar a sir trav¨¦s. Hubo un silencio espesor qui transcurri¨® lentamente. Luc¨ªa se ibe acercando a la puerta, con las dos manos atenazando el objeto con la fuerza que le prestaba aquella solidez helada y cortante. Luego sonaron los pelda?os de la escalera. ?tro silencio. Escuch¨® las bisagral de la puerta del dormiitorio y a continuaci¨®n el portaZO. El ruido de las pisadas iba de un lado a otro, sin direcci¨®n. De pronto, algo parecido a un taconazo, el silencio y unos pasos que se acercaban hasta la puerta del trastero. Antes de que todo hubiera pasado, de que se abriera la puerta a unos cent¨ªmetros apenas de su cara y ella se lanzara casi de bruces sobre la sombra que escudri?aba la oscuridad, con el objeto agarrado a la altura del vientre y se?alando con su punta la silueta del lado opuesto, antes de que decidiera que aquella era la ¨²nica nianera de salir del encierro con la dignidad de los hechos definitivos, Luc¨ªa escuch¨® la respiraci¨®n del intruso al otro lado de la puerta y sinti¨® que lo que iba a ocurrir formaba tambi¨¦n parte de sus vicias, como el silencio y la rabia.

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo

?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?

Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.

?Por qu¨¦ est¨¢s viendo esto?

Flecha

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.

?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.

En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
Recomendaciones EL PA?S
_
_
universo-virtual.com
buytrendz.net
thisforall.net
benchpressgains.com
qthzb.com
mindhunter9.com
dwjqp1.com
secure-signup.net
ahaayy.com
soxtry.com
tressesindia.com
puresybian.com
krpano-chs.com
cre8workshop.com
hdkino.org
peixun021.com
qz786.com
utahperformingartscenter.org
maw-pr.com
zaaksen.com
ypxsptbfd7.com
worldqrmconference.com
shangyuwh.com
eejssdfsdfdfjsd.com
playminecraftfreeonline.com
trekvietnamtour.com
your-business-articles.com
essaywritingservice10.com
hindusamaaj.com
joggingvideo.com
wandercoups.com
onlinenewsofindia.com
worldgraphic-team.com
bnsrz.com
wormblaster.net
tongchengchuyange0004.com
internetknowing.com
breachurch.com
peachesnginburlesque.com
dataarchitectoo.com
clientfunnelformula.com
30pps.com
cherylroll.com
ks2252.com
webmanicura.com
osostore.com
softsmob.com
sofietsshotel.com
facetorch.com
nylawyerreview.com
apapromotions.com
shareparelli.com
goeaglepointe.com
thegreenmanpubphuket.com
karotorossian.com
publicsensor.com
taiwandefence.com
epcsur.com
odskc.com
inzziln.info
leaiiln.info
cq-oa.com
dqtianshun.com
southstills.com
tvtv98.com
thewellington-hotel.com
bccaipiao.com
colectoresindustrialesgs.com
shenanddcg.com
capriartfilmfestival.com
replicabreitlingsale.com
thaiamarinnewtoncorner.com
gkmcww.com
mbnkbj.com
andrewbrennandesign.com
cod54.com
luobinzhang.com
bartoysdirect.com
taquerialoscompadresdc.com
aaoodln.info
amcckln.info
drvrnln.info
dwabmln.info
fcsjoln.info
hlonxln.info
kcmeiln.info
kplrrln.info
fatcatoons.com
91guoys.com
signupforfreehosting.com
faithfirst.net
zjyc28.com
tongchengjinyeyouyue0004.com
nhuan6.com
oldgardensflowers.com
lightupthefloor.com
bahamamamas-stjohns.com
ly2818.com
905onthebay.com
fonemenu.com
notanothermovie.com
ukrainehighclassescort.com
meincmagazine.com
av-5858.com
yallerdawg.com
donkeythemovie.com
corporatehospitalitygroup.com
boboyy88.com
miteinander-lernen.com
dannayconsulting.com
officialtomsshoesoutletstore.com
forsale-amoxil-amoxicillin.net
generictadalafil-canada.net
guitarlessonseastlondon.com
lesliesrestaurants.com
mattyno9.com
nri-homeloans.com
rtgvisas-qatar.com
salbutamolventolinonline.net
sportsinjuries.info
topsedu.xyz
xmxm7.com
x332.xyz
sportstrainingblog.com
autopartspares.com
readguy.net
soniasegreto.com
bobbygdavis.com
wedsna.com
rgkntk.com
bkkmarketplace.com
zxqcwx.com
breakupprogram.com
boxcardc.com
unblockyoutubeindonesia.com
fabulousbookmark.com
beat-the.com
guatemala-sailfishing-vacations-charters.com
magie-marketing.com
kingstonliteracy.com
guitaraffinity.com
eurelookinggoodapparel.com
howtolosecheekfat.net
marioncma.org
oliviadavismusic.com
shantelcampbellrealestate.com
shopleborn13.com
topindiafree.com
v-visitors.net
qazwsxedcokmijn.com
parabis.net
terriesandelin.com
luxuryhomme.com
studyexpanse.com
ronoom.com
djjky.com
053hh.com
originbluei.com
baucishotel.com
33kkn.com
intrinsiqresearch.com
mariaescort-kiev.com
mymaguk.com
sponsored4u.com
crimsonclass.com
bataillenavale.com
searchtile.com
ze-stribrnych-struh.com
zenithalhype.com
modalpkv.com
bouisset-lafforgue.com
useupload.com
37r.net
autoankauf-muenster.com
bantinbongda.net
bilgius.com
brabustermagazine.com
indigrow.org
miicrosofts.net
mysmiletravel.com
selinasims.com
spellcubesapp.com
usa-faction.com
snn01.com
hope-kelley.com
bancodeprofissionais.com
zjccp99.com
liturgycreator.com
weedsmj.com
majorelenco.com
colcollect.com
androidnews-jp.com
hypoallergenicdogsnames.com
dailyupdatez.com
foodphotographyreviews.com
cricutcom-setup.com
chprowebdesign.com
katyrealty-kanepa.com
tasramar.com
bilgipinari.org
four-am.com
indiarepublicday.com
inquick-enbooks.com
iracmpi.com
kakaschoenen.com
lsm99flash.com
nana1255.com
ngen-niagara.com
technwzs.com
virtualonlinecasino1345.com
wallpapertop.net
nova-click.com
abeautifulcrazylife.com
diggmobile.com
denochemexicana.com
eventhalfkg.com
medcon-taiwan.com
life-himawari.com
myriamshomes.com
nightmarevue.com
allstarsru.com
bestofthebuckeyestate.com
bestofthefirststate.com
bestwireless7.com
declarationintermittent.com
findhereall.com
jingyou888.com
lsm99deal.com
lsm99galaxy.com
moozatech.com
nuagh.com
patliyo.com
philomenamagikz.net
rckouba.net
saturnunipessoallda.com
tallahasseefrolics.com
thematurehardcore.net
totalenvironment-inthatquietearth.com
velislavakaymakanova.com
vermontenergetic.com
sizam-design.com
kakakpintar.com
begorgeouslady.com
1800birks4u.com
2wheelstogo.com
6strip4you.com
bigdata-world.net
emailandco.net
gacapal.com
jharpost.com
krishnaastro.com
lsm99credit.com
mascalzonicampani.com
sitemapxml.org
thecityslums.net
topagh.com
flairnetwebdesign.com
bangkaeair.com
beneventocoupon.com
noternet.org
oqtive.com
smilebrightrx.com
decollage-etiquette.com
1millionbestdownloads.com
7658.info
bidbass.com
devlopworldtech.com
digitalmarketingrajkot.com
fluginfo.net
naqlafshk.com
passion-decouverte.com
playsirius.com
spacceleratorintl.com
stikyballs.com
top10way.com
yokidsyogurt.com
zszyhl.com
16firthcrescent.com
abogadolaboralistamd.com
apk2wap.com
aromacremeria.com
banparacard.com
bosmanraws.com
businessproviderblog.com
caltonosa.com
calvaryrevivalchurch.org
chastenedsoulwithabrokenheart.com
cheminotsgardcevennes.com
cooksspot.com
cqxzpt.com
deesywig.com
deltacartoonmaps.com
despixelsetdeshommes.com
duocoracaobrasileiro.com
fareshopbd.com
goodpainspills.com
kobisitecdn.com
makaigoods.com
mgs1454.com
piccadillyresidences.com
radiolaondafresca.com
rubendorf.com
searchengineimprov.com
sellmyhrvahome.com
shugahouseessentials.com
sonihullquad.com
subtractkilos.com
valeriekelmansky.com
vipasdigitalmarketing.com
voolivrerj.com
zeelonggroup.com
1015southrockhill.com
10x10b.com
111-online-casinos.com
191cb.com
3665arpentunitd.com
aitesonics.com
bag-shokunin.com
brightotech.com
communication-digitale-services.com
covoakland.org
dariaprimapack.com
freefortniteaccountss.com
gatebizglobal.com
global1entertainmentnews.com
greatytene.com
hiroshiwakita.com
iktodaypk.com
jahatsakong.com
meadowbrookgolfgroup.com
newsbharati.net
platinumstudiosdesign.com
slotxogamesplay.com
strikestaruk.com
trucosdefortnite.com
ufabetrune.com
weddedtowhitmore.com
12940brycecanyonunitb.com
1311dietrichoaks.com
2monarchtraceunit303.com
601legendhill.com
850elaine.com
adieusolasomade.com
andora-ke.com
bestslotxogames.com
cannagomcallen.com
endlesslyhot.com
iestpjva.com
ouqprint.com
pwmaplefest.com
qtylmr.com
rb88betting.com
buscadogues.com
1007macfm.com
born-wild.com
growthinvests.com
promocode-casino.com
proyectogalgoargentina.com
wbthompson-art.com
whitemountainwheels.com
7thavehvl.com
developmethis.com
funkydogbowties.com
travelodgegrandjunction.com
gao-town.com
globalmarketsuite.com
blogshippo.com
hdbka.com
proboards67.com
outletonline-michaelkors.com
kalkis-research.com
thuthuatit.net
buckcash.com
hollistercanada.com
docterror.com
asadart.com
vmayke.org
erwincomputers.com
dirimart.org
okkii.com
loteriasdecehegin.com
mountanalog.com
healingtaobritain.com
ttxmonitor.com
bamthemes.com
nwordpress.com
11bolabonanza.com
avgo.top