Esperar y ver, una buena consigna
Los mercados de valores se han introducido de lleno en una din¨¢mica en la que lo m¨¢s importante parece ser deja pasar el tiempo, a la espera de que la situaci¨®n se aclare y adquiera un mayor componente de nitidez. Este comp¨¢s de espera est¨¢ ocasionando el efecto de un continuo trasiego de fondos de unos corros a otros, en una enfebrecida circulaci¨®n que no tiene otro objeto que el de buscar y encontrar aquellos t¨ªtulos que a¨²n pueden ofrecer buenos rendimientos a corto plazo. A medio plazo vista, casi nadie alberga dudas de que la importante resistencia de los corros induzca a nuevas entradas de dinero que sean capaces de mantener los precios o incluso favorecer las evoluciones alcistas, pero eso s¨ª, con el tel¨®n de fondo de una gran selectividad operativa. Las fuertes revalorizaciones, generalizadas a todo, el mercado, han dejado patente tras de s¨ª que no todo el monde es or¨¦gano y que, aunque la t¨®nica seguida era l¨®gica, tampoco justifica completamente la situaci¨®n de ciertos t¨ªtulos de menor dimensi¨®n, que han llegado a triplicar sus valores contables, sin que exista base s¨®lida para ello.La demanda, por tanto, est¨¢ retir¨¢ndose discretamente de aqueIlos t¨ªtulos en situaci¨®n de evidente supervaloraci¨®n, para buscar refugio en las acciones que cuentan con un elevado peso espec¨ªfico y que ofrecen adem¨¢s del atractivo de hipot¨¦ticas plusval¨ªas r¨¢pidas, una aceptable rentabilidad por las v¨ªas cl¨¢sicas, como son los abonos de dividendo y las operaciones de ampliaci¨®n de capital.
No obstante, el buen juego de algunos sectores aislados del mercado, consigue ya casi habitualmente disfrazar la din¨¢mica predom¨ªnantemente vendedora, para mostrar balances positivos en los ¨ªndices. ?ste es el caso del grupo bancario, que es de los pocos que ha conseguido hasta el momento mantener firme la corriente de ¨®rdenes compradoras y anotarse sucesivamente subidas en sus cotizaciones. La mayor facilidad de este sector para subir que para bajar y el buen aprovechamiento de la demanda en sus corros, sea cual sea la entidad absoluta de ¨¦sta, coloca a los valores bancarios en un lugar privilegiado dentro del parqu¨¦, a salvo todav¨ªa de las tentaciones de materializaci¨®n de ganancias que ya han afectado a los restantes componentes del patio de operaciones.
La situaci¨®n en que ha quedado el mercado de renta variable despu¨¦s de las alharacas recientes, de todos conocidas, es sumamente compleja, recomendable s¨®lo y exclusivamente para expertos en la navegaci¨®n en aguas ievueltas. Las elevadas cifras de negocio que se est¨¢n consiguiendo estos d¨ªas, del orden de los 10.000 millones de pesetas efectivas, parecen se?alar hacia un inquieto movimiento interno, m¨¢s que a la entrada de dinero de refresco. En todo caso, la llegadade ¨¦ste no dejar¨ªa sentir efecto alguno sobre la marcha de los cambios, puesto que son las grandes instituciones las que marcan la pauta y ellas de momento no parecen haber tomado decisiones novedosas, ni han perfilado cambios de estrategia de cara al ¨²ltimo cuatrimestre del ejercicio.
En este esperar y ver se le pasa el tiempo a la bolsa, cuyo ¨ªndice, sin embargo, por la fuerza de la energ¨ªa anteriormente acumulada, contin¨²a avanzando y se?alando m¨¢ximos consecutivos: 204,23% es el vigente por ahora.
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