La 'corona de espinas' ser¨¢ utilizada tras 16 a?os de abandono
El edificio circular de la Complutense dar¨¢ albergue a un centro de restauraciones
El edificio circular de la Ciudad Universitaria, uno de los m¨¢s singulares de Madrid -conocido como la corona de espinas-, est¨¢ terminando de ser acondicionado para convertirse en la sede del Instituto de Conservaci¨®n y Restauraci¨®n de Obras de Arte (ICROA), dependiente de Bellas Artes, lo que pondr¨¢ fin a 16 a?os de total abandono. A lo largo de este tiempo, el edificio, que dar¨¢ tambi¨¦n cabida a la escuela de Bellas Artes, fue barajado por la Administraci¨®n como posible sede de organismos tan dispares como Presidencia del Gobierno, Tribunal Constitucional, biblioteca universitaria o edificio de la OTAN.
La instalaci¨®n del ICROA en la corona de espinas, situada junto al palacio de la Moncloa, permitir¨¢ recuperar un inmueble que comenz¨® a construirse en 1967 y que tres a?os despu¨¦s, cuando se interrumpieron las obras, ten¨ªa pr¨¢cticamente terminada su curiosa estructura y hasta colocada la calefacci¨®n y la carpinter¨ªa met¨¢lica. Obra de Fernando Higueras y Antonio Mir¨®, el proyecto definitivo desarroll¨® otro con el que el mismo Higueras y Rafael Moneo ganaron en 1961 el Premio Nacional de Arquitectura.La paralizaci¨®n de las obras en 1970 se debi¨® al cambio de destino que entonces quiso dar al edificio el entonces director de Bellas Artes, Florentino P¨¦rez-Embid, quien propuso convertirlo en Centro Nacional de las Artes y la Cultura. Tras el retraso de la obra y el cambio de decoraci¨®n interior para su nuevo destino lleg¨® el cierre.
En 1976, el Ministerio de Educaci¨®n resolvi¨® el contrato con la empresa que hab¨ªa realizado la obra, Constructora de Obras Municipales S A (COMSA), y convoc¨® un nuevo concurso subasta, que gan¨® Dragados y Construcciones con una baja del 28% sobre el precio de salida. Sin embargo la obra no fue reanudada, pues los autores del proyecto protestaron ante el hecho de que la direcci¨®n de las obras se encargara a arquitectos del propio ministerio.
Estructura deficiente
La pol¨¦mica aument¨® cuando se empez¨® a afirmar que la estructura del edificio ten¨ªa deficiencias. Un peritaje encargado por el Ministerio de Educaci¨®n acab¨®, radicalmente, con estos rumores al demostrarse que la estructura, hecha en hormig¨®n, estaba en perfectas condiciones. A partir de entonces la edificaci¨®n de la corona de espinas qued¨® abandonada, y peri¨®dicamente se hablaba de ella como futura sede de organismos de nueva creaci¨®n o de departamentos con carencia de espacio.Fernando Higueras, uno de los autores del proyecto, afirma que han sido m¨¢s de 10 los usos a los que se ha querido dedicar el edificio, lo que le ha obligado a un replanteamiento continuo de su interior. As¨ª, se pens¨® en ¨¦l como sede de distintas oficinas del Patrimonio Art¨ªstico, escuela de Bellas Artes, Universidad a Distancia, biblioteca de la universidad, Tribunal Constitucional, Presidencia de Gobierno y edificio d¨¦ la OTAN entre otros. Al final, curiosamente, se ha dedicado a su primitivo destino, al utilizarlo como instituto de conservaci¨®n y restauraci¨®n art¨ªstica.
No obstante, este departamento, dependiente del Ministerio de Cultura, s¨®lo ocupar¨¢ unas tres cuartas partes de los 22.400 metros cuadrados construidos bajo cubierta -la superficie total, incluidos los patios, es de 24.000 metros cuadrados-, pues el resto lo ocupara la universidad Complutense, presumiblemente para ampliar la escuela de Bellas Artes.
Las ¨²ltimas obras en la corona de espinas se iniciaron en julio de 1984, seg¨²n inform¨® Daniel Ruiz, consejero delegado de COMSA empresa que construy¨® la estructura y que hace dos a?os fue encargada de proseguir las obras al ganar el correspondiente concurso subasta para acabar dicha estructura, impermeabilizar el edificio y acondicionar el espacio de las plantas baja y primera, que ser¨¢n ocupadas por los talleres y laboratorios del Instituto de Conservaci¨®n.y Restauraci¨®n de Obras de Arte.
Se terminar¨¢ en seis meses
Seg¨²n Ruiz, la terminaci¨®n del edificio est¨¢ pendiente de la urbanizaci¨®n del espacio circundante, de la restauraci¨®n que se haga en las dos plantas superiores y de la restructuraci¨®n interior de la parte del inmueble que posee la universidad Complutense, trabajos que podr¨ªan acabarse en seis meses, aunque ello depender¨¢ de a qu¨¦ se quieran dedicar los espacios hoy no ocupados.Ello impide saber, tambi¨¦n, a cu¨¢nto ascender¨¢ el presupuesto para la terminaci¨®n de este edificio, cuyo primer presupuesto fue de 72 millones de pesetas, posteriormente ampliado en 14 millones. Este presupuesto inicial ha tenido que ser multiplicado a causa del tiempo transcurrido. Las dos fases acometidas en los dos ¨²ltimos a?os, por ejemplo, han supuesto una inversi¨®n de 289 millones de pesetas.
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