Uno de los polic¨ªas del 'caso Banesto' admite que viaj¨® a Santander sin permiso oficial

El inspector de polic¨ªa Victoriano Guti¨¦rrez Lobo, presunto implicado en los casos Banesto y El Nani, admiti¨® ayer ante el juez Luis Lerga que realiz¨® cuatro viajes a Santander sin permiso oficial de sus superiores. El joyero santanderino Federico Venero, que ayer se care¨® con Guti¨¦rrez, se?al¨®, por su parte, que los viajes del citado polic¨ªa y del inspector, Adelardo Rafael Mart¨ªnez Garc¨ªa, igualmente presunto implicado en el atraco, fueron una quincena y que en ellos le ofrecieron para su venta joyas procedentes del asalto al Banesto. El careo entre Venero y el inspector Mart¨ªnez, previsto igualmente para ayer, fue suspendido para hoy, pese a la oposici¨®n de los abogados de los delincuentes acusados de perpetrar materialmente el atraco.

Victoriano Guti¨¦rrez reconoci¨® que en cuatro ocasiones se desplaz¨® desde Madrid a Santander, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas presentes en el careo. En los dos primeros casos, el objeto del viaje fue, seg¨²n Guti¨¦rrez, que Venero les identificase a unos delincuentes. El tercer viaje tuvo como motivo recoger el autom¨®vil del inspector Mart¨ªnez, que se hab¨ªa quedado estacionado en una ocasi¨®n anterior en Santander. Y el cuarto, por vacaciones.Venero asegur¨®, por el contrario, que fueron m¨¢s viajes y que el objetivo de los desplazamientos era venderle joyas, lingotes y otros enseres provenientes del superatraco a una sucursal del Banco Espa?ol de Cr¨¦dito (Banesto) en Madrid, cometido en enero de 1985 y del que se obtuvo un bot¨ªn de 1.200 millones. Esta versi¨®n del caso est¨¢ respaldada por las declaraciones de Jos¨¦ Luis Camacho Morales, uno de los autores materiales del atraco, quien asegur¨® ante Lerga, en una comparecencia anterior, que Guti¨¦rrez y Mart¨ªnez se quedaron con las tres cuartas partes del bot¨ªn.

Jaime Sanz de Bremond y Fernando Salas, abogados de los presuntos autores materiales del atraco, se?alaron que Venero entr¨® en detalles de las visitas de Guti¨¦rrez a Santander y que dio nombres de hoteles, restaurantes y servicios de prostituci¨®n que utilizaron en aquellas visitas. Salas, presente en el careo, pregunt¨® a Guti¨¦rrez si aquellos viajes contaban con la autorizaci¨®n oficial de sus superiores policiales, a lo que el inspector respondi¨®: "Yo a este se?or no le contesto nada", lo que const¨® en el acta a petici¨®n del juez Luis Lerga. Salas consider¨® que la raz¨®n de esta actitud de Guti¨¦rrez se basa en que ¨¦l es presidente de la Asociaci¨®n contra la Tortura, personada como acusaci¨®n popular en el caso El Nani, en el que el inspector Victoriano Guti¨¦rrez est¨¢ presuntamente implicado. Respecto a la desaparici¨®n de Santiago Corella, la sala segunda del Tribunal Supremo envi¨® ayer al fiscal las imputaciones hechas por la asociaci¨®n que preside Salas al ministro del Interior, Jos¨¦ Barrionuevo.

Altruista

Tras serle reiterada la pregunta a Guti¨¦rrez por otro letrado, el inspector respondi¨® que, efectivamente, no contaban con la autorizaci¨®n oficial y que los gastos originados por los viajes eran pagados de su bolsillo por su car¨¢cter "altruista" en la dedicaci¨®n profesional.Venero a?adi¨® que la ¨²ltima joya que le entregaron procedente del atraco al Banesto era un reloj de oro antiguo, valorado en 300.000 pesetas.

El joyero asegura que en el verano de 1985 se traslad¨® a Madrid y comi¨® en un restaurante con Guti¨¦rrez y Mart¨ªnez. All¨ª, seg¨²n su declaraci¨®n, le ofrecieron que comprase el reloj, que guardaban en la casa de Mart¨ªnez, pero le indicaron que no se lo llevase a Santander porque la Guardia Civil lo pod¨ªa detectar en los controles que realiza en los aeropuertos. A?adieron que en un nuevo viaje que ellos pensaban hacer a Santander se lo llevar¨ªan. Seg¨²n Venero, el reloj se lo entregaron finalmente en Santander y se lo vendi¨® luego a un anticuario de la ciudad por 200.000 pesetas. Guti¨¦rrez neg¨® todos estos extremos.

Venero asegur¨® que existe una cinta magnetof¨®nica de una grabaci¨®n telef¨®nica entre ¨¦l y Mart¨ªnez en la que el inspector le pide que le diga a qui¨¦n vendi¨® el reloj y le advierte que se dispone a viajar a Santander con un compa?ero que es de confianza, "pero para el trabajo nada m¨¢s", seg¨²n fuentes jur¨ªdicas. Mart¨ªnez se traslad¨® a Santander con otro polic¨ªa y un mandamiento judicial de registro del local del anticuario, pero el reloj no apareci¨® al haber sido vendido por el anticuario a un tercero. El reloj se encuentra depositado en un juzgado de Santander.