El Atl¨¦tico mereci¨® mas goles en la segunda parte

El Atl¨¦tico de Madrid mereci¨® m¨¢s. Con una segunda parte que fue una exhibici¨®n de juego de ataque, consigui¨® dos tantos y otra media. docena de ocasiones claras. La mala suerte: en el remate le impidi¨® redondear una goleada que le dar¨ªa tranquilidad para el partido de vuelta. La entrada de Julio Salinas tras el descanso y la formaci¨®n de una l¨ªnea de tres atacantes fueron aspectos decisivos para que el Atl¨¦tico destruyese el serio y aburrido juego del Werder Bremen, subcampe¨®n de la ¨²ltima Bundesliga.La primera mitad no daba lugar a gran optimismo. El Atl¨¦tico sali¨® con Llorente y Uralde en punta y con una l¨ªnea media a la que le faltaba juego en dos de sus hombres, Julio Prieto, Sergio, e inspiraci¨®n en los otros dos, Land¨¢buru y Seti¨¦n. Detr¨¢s, el equipo estaba seguro frente al Werder Bremen, que tampoco parec¨ªa cosa del otro mundo y que recurr¨ªa insistentemente para armar su juego a la buena. pierna izquierda de Meller, un extremo retrasado por el que pasaba todo el juego. Perola seguridad defensiva no era lo que el p¨²blico esperaba del equipo de Vicente Miera, sino agresividad en el juego de ataque.

Y juego de ataque no hubo en la primera parte m¨¢s que en las piernas de Llorente, que deleit¨® con unos cuantos desbordes por la izquierda que crearon expectativas de gol. A su lado, Uralde pon¨ªa un buen complemento. Pero el resto del equipo apenas se presentaba en posiciones de ataque y la primera parte se consumi¨® con aburrimiento y escasas ocasiones de gol en ambas puertas.

Todo cambi¨® tras el descanso. El Atl¨¦tico sali¨® con 10 hombres y durante un rato la gente se preguntaba por qu¨¦ no se reanudaba el encuentro y qui¨¦n faltaba all¨ª.

Por fin, sali¨® Julio Salinas, sustituto de Clemente. Se supo entonces que se hab¨ªa golpeado en el marco de la puerta al salir y hab¨ªa tenido que recibir cuatro puntos de sutura. De ah¨ª, el retraso.

Con Salinas en el campo, el Atl¨¦tico present¨® una delantera de tres hombres y retras¨® a Sergio al puesto de lateral izquierdo. Y se puso a correr. El Werder Bremen, quiz¨¢ demasiado relajado por el primer tiempo tontorro que hab¨ªan jugado los dos equipos, fue incapaz de coger las marcas durante al menos media hora y en ese per¨ªodo el Atl¨¦tico hizo una exhibici¨®n de juego ofensivo. Desarroll¨® un repertor¨ªo variado de jugadas de ataque, en las que casi siempre estuvo presente Julio Salinas, muy distinto del jugador ap¨¢tico que se vio en el Mundial. Dos goles y media docena de ocasiones m¨¢s premiaron esa espl¨¦ndida fase de juego.

S¨®lo al final restableci¨® la situaci¨®n el Werder Bremen y dio lugar a un ¨²ltimo cuarto de hora equilibrado en el. que el gol pod¨ªa haber ca¨ªdo en alguna de las dos puertas. No cay¨® en ninguna y, en el fondo, as¨ª fue mejor para el Atl¨¦tico porque el 2-0, aun sin ser un resultado totalmente tranquilizador, le coloca como favorito en el desenlace de la eliminatoria.