La ONU se enfrenta al riesgo de su inminente insolvencia econ¨®mica
Cuando en la jornada de hoy el Rey de Espa?a se dirija a la 41? Asamblea General de las Naciones Unidas, la preocupaci¨®n de los delegados de los 159 pa¨ªses miembros de la organizaci¨®n no estar¨¢ puesta ni en Sur¨¢frica ni en la insoluble crisis de Oriente Pr¨®ximo, sino en c¨®mo evitar la insolvencia de esta organizaci¨®n mundial. Si Estados Unidos no da marcha atr¨¢s y reconsidera su prop¨®sito de reducir en m¨¢s del 50% su contribuci¨®n al presupuesto de la ONU, la instituci¨®n no tendr¨¢ dinero para pagar en diciembre la n¨®mina de sus 11.000 empleados.
El almuerzo que hoy ofrecer¨¢ el secretario general, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, a don Juan Carlos y a otros jefes de Estado reflejar¨¢ la austeridad que preside la organizaci¨®n, dijo a EL PA?S un embajador ante la ONU."El funcionamiento de las Naciones Unidas corre un serio riesgo", ha advertido solemnemente P¨¦rez de Cu¨¦llar, que ha se?alado a Estados Unidos como el culpable de haberse llegado a esta situaci¨®n insostenible. "No est¨¢ claro si conseguiremos mantener la solvencia hasta final de a?o", a?adi¨® el secretario general, que ya ha conseguido realizar recortes presupuestarios que pueden ahorrar 60 millones de d¨®lares (unos 8.100 millones de pesetas) en un presupuesto anual de 841 millones, que fundamentalmente pagan Estados Unidos (el 25%), Jap¨®n, la URSS, Alemania Occidental, Francia y el Reino Unido. Espa?a es el noveno contribuyente con un presupuesto de 16 millones de d¨®lares. Las naciones que m¨¢s pagan exigen un mayor control presupuestario.
Para algunos representantes en la ONU, como el embajador noruego Tom Vraalsen, "esta crisis servir¨¢ para transformar la organizaci¨®n y ser¨¢ crucial en su historia. Es la primera vez en 40 a?os en que la ONU se ha mirado a s¨ª misma". Vraalsen preside el grupo que estudia la reforma interna.
Pero para muchos observadores, la crisis no es s¨®lo financiera, sino m¨¢s de fondo. Algunas naciones, fundamentalmente occidentales, han llegado a la conclusi¨®n de que "el sistema de las Naciones Unidas no es viable ni creible", denunci¨® esta semana P¨¦rez de Cu¨¦llar. Es la crisis del multilateralismo que ha creado un foro sin poder ejecutivo alguno, limitado por el derecho de veto de los cinco grandes y que se limita a discutir las crisis, sobre las que no tiene control alguno, sin impedir la polarizaci¨®n creciente Este-Oeste.
El llamado "debate general", que se abre hoy, se limita a ser un tedioso mon¨®logo que dura tres semanas y durante el cual 159 pa¨ªses exponen sus posiciones sobre todos los problemas mundiales.
EE UU tambi¨¦n se queja de una burocracia excesiva y propicia al dispendio irresponsable. La sesi¨®n especial sobre Namibia que concluy¨® el pasado viernes, es la tercera reuni¨®n que la ONU dedica a este asunto este a?o, y un ejemplo de la ineficacia y repetici¨®n que denuncian sus cr¨ªticos.
La ONU, critica tambi¨¦n Washington, es utilizada por el bloque del Este para espiar en Estados Unidos. Esto explica en parte la batalla que libra Reagan para reducir en una tercera parte las misiones diplom¨¢ticas sovi¨¦ticas en Naciones Unidas. La URSS, Ucrania y Bielorrusia -las dos ¨²ltimas aparecen como pa¨ªses independientes- tienen 267 diplom¨¢ticos acreditados en la ONU.
Un pa¨ªs, un voto
Washington querr¨ªa acabar con el sistema actual de un pa¨ªs un voto, que permite que 80 pa¨ªses que pagan un 1% decidan c¨®mo se gasta el presupuesto. El a?o pasado, las naciones que contribuyeron con un 80% al mantenimiento de la organizaci¨®n (EE UU, la URSS, Jap¨®n y Europa Occidental) se abstuvieron o votaron contra el presupuesto de 1986.La senadora Nancy Kassembaum ha conseguido que el Congreso norteamericano apruebe una medida que requiere a EE UU que retenga el 20% de su contribuci¨®n a la ONU hasta que se acabe con la regla de un pa¨ªs un voto, establecida en la Carta de la organizaci¨®n mundial, y no se d¨¦ m¨¢s peso en las votaciones a los que pagan m¨¢s. La Administraci¨®n, por su parte, ha declidido tambi¨¦n recortar 22 millones de d¨®lares del presupuesto destinado a esta organizaci¨®n. Esto, unido a otras reducciones del Congreso, podr¨ªa suponer que Washington deje de pagar 149 millones de d¨®lares (paga actualmente 210 al a?o) el mes pr¨®ximo, lo que representa el 70% de su contribuci¨®n y un 17% del presupuesto total de la ONU.
S¨®lo una intervenci¨®n directa y decisiva de Ronald Reagan puede detener la crisis. Se espera que el presidente norteamericano d¨¦ hoy, en su discurso ante la Asamblea una se?al de que est¨¢ dispuesto a reconsiderar su actitud y elogie a P¨¦rez de Cu¨¦llar por sus esfuerzos en reformar las Naciones Unidas.
El secretario de Estado, George Shultz, y el embajador ante la ONU, Vernon Walters, han advertido a la Casa Blanca que una reducci¨®n dr¨¢stica de la contribuci¨®n norteamericana ser¨ªa un error pol¨ªtico, que aislar¨ªa a EE UU en el seno de la organizaci¨®n y ser¨ªa mal recibida por los aliados. Adem¨¢s, argumenta el Departamento de Estado, la ONU ya no es un foro autom¨¢ticamente hostil hacia Estados Unidos y el antiamericanismo ha ido atenu¨¢ndose. En los ¨²ltimos d¨ªas, la Administraci¨®n ha iniciado una labor de presi¨®n sobre el Congreso para intentar que ¨¦ste reconsidere las restricciones impuestas al dinero para la ONU.
Washington quisiera, adem¨¢s, ayudar a P¨¦rez de Cu¨¦llar, el diplom¨¢tico peruano de 66 a?os cuyo mandato concluye en diciembre, pero cuya reelecci¨®n desea EE UU. Aunque no lo haya anunciado, es muy probable que el secretario general aspire a un nuevo mandato, a pesar de que el pasado verano sufri¨® una imporante operaci¨®n cardiovascular, un cu¨¢druple by-pass, de la que se ha recuperado muy bien. Cuatro de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad apoyar¨ªan a P¨¦rez de Cu¨¦llar. S¨®lo China mantiene dudas. De momento no hay ning¨²n candidato y si no repite el secretario general actual, el puesto pasar¨ªa a ocuparlo un africano, algo que en principio no es lo m¨¢s deseable para EE UU.
M¨¢s informaci¨®n en la p¨¢gina 17
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