Los madrile?os y las elecciones municipales de 1987
RAM?N TAMAMESDesde hace ya algunos meses, pero con indudable intensificaci¨®n en las ¨²ltimas semanas, los medios de comunicaci¨®n est¨¢n refiri¨¦ndose a los posibles candidatos a las elecciones municipales en diversidad de lugares de Espa?a, y muy especialmente en el caso de la capital del Estado.
Madrid, como capital del Estado, ocupa un puesto de indudable relevancia en las aspiraciones de los partidos pol¨ªticos y de sus dirigentes. El modelo de alcalde-futuro presidente que en Alemania Occidental abri¨® hace ya tantos a?os Willy Brandt, y que despu¨¦s se ha reiterado en Francia (con los casos de Chaban Delmas, primero, y de Chirac, m¨¢s recientemente), invita a ciertos grupos pol¨ªticos a una operaci¨®n mim¨¦tica, de forma que algunos consideran que la mejor plataforma para alcanzar la presidencia del Gobierno -sobre todo cuando las pr¨®ximas elecciones generales est¨¢n por lo menos a tres a?os vista- es acceder a la alcald¨ªa de Madrid.Este modelo de alcalde-futuro presidente es el que ha creado las m¨¢ximas tensiones dentro de Alianza Popular, con toda la pol¨¦mica interna que se tradujo en los acontecimientos conocidos por todos, y en lo que parece ser la definitiva decisi¨®n del presidente de AP de no concurrir como primero de lista de su partido -o de la coalici¨®n que encabezase- a los comicios municipales de 1987. Este modelo tiene, seg¨²n todos los indicios, poco futuro.
El otro modelo, que a todas luces quiere consolidar el Partido Socialista Obrero Espa?ol, es el del alcalde-ben¨¦volo-para-todos, apoy¨¢ndose en el recuerdo de lo que fueran los dos mandatos de Enrique Tierno Galv¨¢n, interrumpido el segundo con su muerte, llorada por todos los madrile?os. Este segundo esquema parece definitivamente irrepetible. Como a veces se ha subrayado, la ¨²nica persona que tal vez pudiera aspirar a ese papel -me refiero a Fernando Mor¨¢n, actualmente jefe de la misi¨®n de Espa?a en la ONU- no cuenta con los apoyos necesarios dentro del PSOE.
En definitiva, en la preparaci¨®n de candidaturas que se est¨¢ empezando a hacer lo que hay es una especie de carrera en la que el objetivo no es prioritariamente un Madrid bien gobernado (desde un equipo solvente y con un programa de futuro que atraiga a la efectiva participaci¨®n popular), sino que fundamentalmente a lo que se aspira es a llegar a la Moncloa o a perpetuar un especie de PRI local para consumo propio en Madrid. Ello puede, apreciarse en las palabras de los candidatos actualmente en turno de predecisiones, que m¨¢s que hablar de los problemas de Madrid, y m¨¢s que exponer proyectos de futuro, lo que hacen es recontar votos y tratar de averiguar si podr¨¢n lograr de forma directa o con coaliciones poselectorales el ansiado sill¨®n de la Casa de la Villa.
En ese panorama tan esquem¨¢ticamente expuesto, las futuras elecciones municipales se conciben, pues, dentro de las t¨®nicas de la pol¨ªtica convencional, sin el horizonte de un proyecto global que sirva de base para una trama de previsiones sobre el desarrollo de la ciudad y la mejor forma de vivir en ella con un ambiente de efectiva participaci¨®n en los asuntos p¨²blicos.
Ideas motrices
Las elecciones municipales est¨¢n todav¨ªa relativamente lejos. Y, desde luego, hay problemas de ¨¢mbito nacional e internacional que van a acaparar la atenci¨®n en los tiempos inmediatos. Sin embargo, creo que va siendo hora de suscitar algunas ideas motrices para el futuro de Madrid, como propuestas previas para un debate abierto y a fin de ir configurando un proyecto cuyo contenido sea de inter¨¦s para los ciudadanos. Creo que un planteamiento as¨ª ser¨¢ m¨¢s ¨²til que incidir en las pugnas al uso, por seguir en el poder o por conquistarlo como un fin en s¨ª mismo. En esa alternativa al bastante mezquino panorama que se nos ofrece, expondr¨¦, muy brevemente, lo que en mi opini¨®n ser¨ªan cuatro ideas motrices para el futuro de Madrid, que nuclear¨ªan una plataforma de acci¨®n para conectar con las aspiraciones mayoritarias de los madrile?os. Concretamente, los cuatro temas ser¨ªan los siguientes:
1. Programa de empleo juvenil, para todos los madrile?os entre 16 y 25 a?os, previsiblemente con una jornada de cuatro horas, combinando trabajo y estudios/ formaci¨®n profesional. Los j¨®venes as¨ª empleados (en una acci¨®n en la que habr¨ªan de participar, cofinanci¨¢ndola, el Estado y la Comunidad de Madrid) encontrar¨ªan la oportunidad de acceder a su primer puesto de trabajo, saliendo de este modo de la situaci¨®n de paro, que genera toda clase de problemas y dificultades. Naturalmente, se tratar¨ªa de un programa de creaci¨®n de nuevo empleo que no fuese, como ocurre tan frecuentemente en estos d¨ªas, el buscar trabajo juvenil m¨¢s barato, en perjuicio de la poblaci¨®n activa de mayor edad.
2. Muestra Cultural Madrid 1992, para hacer posible una gran exposici¨®n de la cultura espa?ola, no solamente tradicional, sino proyectada a un futuro de innovaci¨®n tecnol¨®gica. Podr¨ªa celebrarse en Madrid a lo largo de 1992, constituyendo as¨ª el n¨²cleo intermedio del eje que formar¨ªan la Exposici¨®n Universal de Sevilla y, previsiblemente, los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona. No se tratar¨ªa de preparar una especie de d¨ªa D, sino de considerar el objetivo de la muestra cultural como el arranque de un hijo conductor de toda una pol¨ªtica cultural, mucho m¨¢s all¨¢ de las semanas rockeras o de los espect¨¢culos de masas. No tengo nada en contra de este tipo de manifestaciones, pero creo que no puede ser lo b¨¢sico en una pol¨ªtica cultural, que debe hacerse en profundidad, con manifestaciones m¨¢s activas y no s¨®lo pasivas de la cultura espect¨¢culo, por mucho que se quiera arropar con pretendidas movidas en torno a ella.
3. Rehabilitaci¨®n integral del casco urbano de Madrid y ordenaci¨®n del territorio de su municipio, con su saneamiento y creando las zonas verdes necesarias en intersticios hoy descarnados, as¨ª como soluciones a largo plazo a los problemas de tr¨¢fico y transportes que se est¨¢n haciendo insoportables en la conurbaci¨®n de Madrid. En esta esfera de cuestiones, es importante que se requiera una mayor coordinaci¨®n a nivel de todo el ¨¢rea metropolitana. Y yo dir¨ªa que incluso de toda la Comunidad de Madrid, que por lo dem¨¢s est¨¢ extremadamente necesitada de un plan de protecci¨®n del medio f¨ªsico y de ordenaci¨®n ambiental de sus ciudades y pueblos.
4. Universidad del Sur. Las cinco universidades que desarrollan su actividad en la Comunidad de Madrid (Complutense, Aut¨®noma, Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia, Alcal¨¢ y Polit¨¦cnica) tienen pr¨¢cticamente todas sus instalaciones al norte del paralelo que atraviesa la plaza de Cibeles, cuando la realidad es que la mayor parte de la poblaci¨®n madrile?a se encuentra situada al sur de esa misma l¨ªnea. Ello exige resolver, geogr¨¢fica y culturalmente, lo que es una situaci¨®n discriminatoria, plante¨¢ndose una nueva Universidad, con sus campus en el sur de Madrid (dentro del municipio madrile?o y de los restantes municipios meridionales del ¨¢rea metropolitana), para atender a una amplia poblaci¨®n que actualmente tiene que renunciar a la Universidad, o verse sometida a problemas econ¨®micos muy serios, y tambi¨¦n de p¨¦rdida de un tiempo precioso en los viajes de ida y vuelta a centros muy alejados.
Naturalmente que hay otras muchas cuestiones. Pero creo que las planteadas en estas cuatro ideas motrices pueden constituir el n¨²cleo de una plataforma de acci¨®n a la que los madrile?os puedan dar un apoyo muy por encima de meros pronunciamientos partidistas o de pretendidas fidelidades incondicionales.
Lo importante, pues, aqu¨ª y ahora, es plantearse qu¨¦ pol¨ªtica queremos para nuestras ciudades y nuestros pueblos, en vez de simplemente prefigurar las elecciones municipales como un episodio electoral m¨¢s, que se vaya sumando a la vasta rutina nacional y al no menos extendido aburrimiento de la mayor¨ªa de los ciudadanos para todo lo que aparece como pol¨ªtica.
es presidente de la Federaci¨®n Progresista y diputado al Congreso por Izquierda Unida.
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