Me llama la atenci¨®n

que un periodista tan bien informado como el columnista Vicente Verd¨² no sepa todav¨ªa que si sus hijos no adquieren los conocimientos que les corresponde seg¨²n suedad cronol¨®gica ¨¦l,. como padre, tiene el derecho -y yo a?adir¨ªa que la obligaci¨®n- de ir al colegio, hablar con los profesores y enterarse de la situaci¨®n de los estudios de sus hijos. Si de veras le interesa la educaci¨®n de sus hijos, deber¨ªa hacerlo durante todo el curso, y no s¨®lo "en la vuelta del veraneo", durante cinco horas que sirvieron -imilagro!- para "ense?arles casi todas (sic) las tablas de multiplicar".De ser cierta esta f¨¢bula del ingenioso se?or Vicente Verd¨², habr¨ªa que llegar a la conclusi¨®n de que esta situaci¨®n se produce por negligencia e irresponsabilidad de los padres que s¨®lo hablan con sus hijos "en la vuelta del veraneo" -?cinco horas!-, cuando deber¨ªan hacerlo a menudo durante todo el a?o. No es la ense?anza estatal la que falla, sino los cabeza de familia, teniendo en cuenta que los ni?os permanecen s¨®lo cinco horas en la escuela y 19 viendo la televisi¨®n... o en la calle.

Ser¨ªa conveniente que periodistas ilustres como el se?or Verd¨² abandonaran su tono de frivolidad y sin perder el sentido del humor visitaran algunos centros estatales de educaci¨®n, comenzando por aquel en donde estudian sus hijos.

As¨ª comprobar¨ªa que lo que les sucede a sus hijos no es lo normal. Las deficiencias y los fallos de la ense?anza estatal existen sin duda, pero por experiencia propia me atrevo a sostener que se trata de la excepci¨®n y no de la regla; felizmente por el bien de los estudiantes y de los padres de familia, incluido el se?or Verd¨².

Aunque no fuere publicada en su peri¨®dico, me gustar¨ªa que esta carta llegara a manos del se?or Verd¨², para que ¨¦ste se la lea en voz alta a sus hijos. Ser¨ªa un buen comienzo de la labor pedag¨®gica que, en justa medida, les corresponde tambi¨¦n a los padres.- Rosario E. Barroso.